La asamblea de la comunidad de Regants de la Zona Oriental de la Terra Alta (REGZOTA) ha aprobado la construcción de una planta solar de 5 MW, la mayor vinculada a una red de regadío de Catalunya.
Se construirá en la estación de bombeo 1 y costará 7 millones de euros. Acció Climàtica financiará el 85% del coste. «Era justo que Catalunya se responsabilizara con la Terra Alta que tanto contribuye a la generación de energía renovable», ha defendido Jesús Gómez, director del departamento en el Ebre.
La planta solar permitirá ahorrar un 70% de la factura energética que ha incrementado el coste del agua a los regantes. El Govern financiará también el 85% del proyecto de ampliación de la zona de riego en mil hectáreas, cuando la CHE autorice la nueva zona de riego.
La comunidad de regantes de la zona oriental de la Terra Alta ha celebrado una asamblea extraordinaria en la Fatarella este lunes.
El principal punto del orden del día ha sido la aprobación del proyecto de la planta solar fotovoltaica que se construirá el próximo año en la estación de bombeo 1, la mayor de la red de riego, que abastece las ocho colectividades y municipios de la comunidad.
Tendrá una potencia de 5 MW con bombas de 3000 kW. El director de Acció Climàtica en el Ebre, Jesús Gómez, ha agradecido a la comunidad de regantes que haya trabajado «durante dos años» para encontrar el encaje y la solución técnica, nada fácil, para hacer «arrancar» estas bombas y distribuir la energía en toda la red de regadío.
Gómez ha destacado que será la mayor planta solar de Catalunya vinculada una instalación de riego de apoyo.
Un ahorro del 70%
Con la central solar, los regantes de la Terra Alta ahorrarán un 70% de su factura energética, ya que esta estación de bombeo en la que se instalará consume el 80% de la energía de la comunidad.
Aleix Sunyer, presidente de la REGZOTA, ha recordado que el coste de la luz se ha incrementado un 40% en los últimos años y que ha supuesto un incremento del precio del agua para los campesinos, de 25 céntimos de euro por metro cúbico a 35 céntimos de euro.
La previsión es que el pliego de cláusulas para la construcción de la central solar esté listo en unos meses y se haga la licitación de los trabajos este año. La construcción se haría el próximo año y estaría en marcha en el 2026. El coste es de 7 millones de euros y Acció Climàtica pagará el 85%, en tres aportaciones anuales hasta el 2026, «porque el coste es alto».
El director territorial también ha señalado que se trabaja para declarar el proyecto de utilidad pública y acelerar los trámites y que se han hecho modificaciones en el proyecto inicial para no afectar al hábitat del águila perdicera.
El proyecto de la planta fotovoltaica también se ha presentado en la dirección general de Energía porque uno de los propósitos es introducir en la red eléctrica la energía generada sobrante y venderla.
Mil hectáreas más de regadío
La asamblea también ha votado el proyecto para sacar adelante la fase seis de la zona de riego de apoyo, una ampliación de 960 hectáreas con riego de apoyo a los municipios de Batea, Gandesa, Caseres y Bot.
Con esta ampliación se alcanzaría la concesión de 9.315 hectáreas que tiene la comunidad, actualmente de unos 2.600 regantes.
La junta ha realizado varias reuniones con la Confederació Hidrogràfica de l’Ebre (CHE) para incluir nuevas zonas en la delimitación de riego, trámite previo al despliegue, que financiará también el Departament de Acció Climàtica.
La CHE debe definir las zonas que se podrán regar con la ampliación. Los nuevos regantes tienen terrenos que por cota no pueden abastecerse de las balsas actuales, porque están más altos. Para realizar la ampliación será necesario construir una nueva estación de bombeo y una nueva red.
La zona de Arnes y Horta de Sant Joan no pueden acogerse a la ampliación. En este caso, es necesaria una nueva concesión de agua por parte de la CHE que habría que pedir e incluir en la revisión del Plan de Cuenca del Ebro a partir de 2027.
A punto de terminar el proyecto de digitalización
Sunyer también ha señalado que están al 85 por ciento las obras de modernización de la red de riego oriental de la comarca con un sistema de control inteligente, basado en el telecontrol.
Los trabajos permitirán digitalizar 300 hidrantes, que abastecen a 3.600 hectáreas, una tercera parte de la zona de regadío. El proyecto terminará en octubre y ha costado unos 3 millones de euros.
Con este sistema se podrá controlar los escapes y los usuarios conocerán «al momento» el consumo de agua que están haciendo. También permitirá lecturas más ágiles y rápidas en la comunidad.
