Y lo impensable fue posible para el CBT (93-68)

Corazón de Plata. Es lo que mostró el Club Bàsquet Tarragona ante El Pinar. Una exhibición en toda regla, que corona un curso complicado. Lesiones, contratiempos, más lesiones... Todo lo sufrido valió la pena porque la temporada ha tenido un final casi impensable en octubre. Pero llegó la promoción de ascenso y, con ella, los sueños de volver a LEB Plata el próximo año. Y se ganó el primero ante el Socuéllamos. Se ganó el segundo también contra el todopoderoso Logroño. El sueño estaba más cerca y los rojillos representaban el último obstáculo. Un partido trabado, con problemas de faltas, pero en el que la paciencia azulada y la mentalidad ganadora de los pupilos de Berni Álvarez hicieron que, 45 minutos después, el We Are the Champions de Queen resonara por todo el municipio de Llucmajor.

Comenzó acertado el CBT. Un triple de Adrià Duch avisó a todo el pabellón de que el cuadro tarraconense salía a por todas. Arropados por una mayoría de aficionados cebetistas, los azulados tuvieron templanza, agresividad e intuición en el rebote ofensivo. David Ferrer abrió la lata para los suyos con otro triple, al que Alex Doche respondió también desde el 6,75. Ousmane Ndour dominaba en la pintura, pero tuvo algún problema defendiendo los tiros exteriores de Ferrer (8-5).

Los de Berni Álvarez, con David Fernández comandando, leían a la perfección cuándo había que correr y cuándo había que parar. Los tarraconenses se sentían cómodos sobre el parqué y la fluidez con la que movían el balón así lo demostraba. El ‘momento Fernández’ provocó el 11-5. Y es que la sequía no ha llegado a las filas cebetistas. Doche primero y Duch después prosiguieron la tormenta de tiros de tres, la cual propulsó a un CBT que se puso diez arriba (17-7).

Seguridad en defensa y paciencia en ataque fue la receta que el chef Berni ideó y que sus jugadores prepararon. Y es que, aunque las piezas se movieran, la idea persistía. Entraron Dani Tugores, Marc Buscail y Sisco Moreno y los tarraconenses siguieron dominando (21-10). El Pinar, algo blando en defensa, tuvo que jugársela en algunas posesiones ante la combatividad del CBT, que se nutría de los bloqueos en ataque para desajustar el entramado malagueño (26-15). Un triple de Luis Miguel Moreno dio algo de aire al Pinar, que, al final del primer asalto, bajó de la barrera psicológica de los diez puntos (26-18).

Se estrenó en el segundo cuarto con un 2+1 del propio Moreno, que los acercaba aún más (26-21). Pero es que Dani Tugores tiene ángel y, con un triple desequilibrado, aclaró el paisaje (29-21). Sin embargo, Moreno se presentó a la batalla de los triples (29-24). Los rojillos estaban cerca, pero apareció, quién si no, el ‘momento David Fernández’ para dar un nuevo golpe desde lejos (32-24). El acierto en el rebote fue clave para el CBT, mientras que El Pinar hacía de las transiciones ofensivas, comandadas por Moreno, su arma arrojadiza (34-27). La intención cebetista era anestesiar el juego. Con cuidado, ya que, a falta de seis minutos para el descanso, ya estaban en bonus.

Eso sí, Kristian Mendes y Ndour demostraron que ellos también sabían correr y, con un perfecto alley-oop, tejieron la jugada maestra de la primera parte (38-29). Y es que, a falta de una, el senegalés tuvo dos parejas de baile que intentaron pararlo, aunque más bien parecía que nadie quisiera bailar con él.

Las faltas empezaban a ser un problema. Mendes, Ndour y Marc Buscail estaban con tres a dos minutos del descanso, cosa que El Pinar intentaba aprovechar (40-36). Doche sacó una antideportiva importante abajo a cuarenta segundos del final. Los tarraconenses respiraron y se fueron al descanso mandando (43-38).

Como en el primer tiempo, sendos triples de Adrià Duch y de David Fernández, que se vistieron de Splash Brothers, provocaron que el CBT marcara terreno en el inicio de la segunda parte (49-42). El partido estaba en un pañuelo y los azulados tuvieron un par de pérdidas, una de las cuales provocó la cuarta falta de Mendes (49-46). El Pinar intentaba explotar en cada posesión los problemas de faltas de sus rivales, pero el CBT no perdió la cabeza (55-48). Los pupilos de Berni Álvarez pasaron a la defensa zonal y un triple de Alex Doche devolvió el fuego a sus miradas (58-48).

Aplaudía Berni desde el banquillo. Sabía que había que subirse a ese barco y aprovechar el viento a favor (60-48). El técnico tuvo que marcharse expulsado nuevamente, pero los suyos no se acobardaron ni un instante (65-52). En Llucmajor, levantabas una piedra y encontrabas puntos de Alex Doche. 17 en 22 minutos, con cinco triples.

El CBT se plantaba en el inicio del último asalto ganando de quince (69-54). En un pestañeo, estaba veinte arriba (79-59). El partido se convirtió en una bajada a 200 kilómetros por hora. El CBT era un autobús conducido por Dani Tugores, mientras que el resto del equipo sacaba los brazos por las ventanillas. El Pinar tuvo un atisbo de reacción, con un parcial de 0-7 (79-66), pero Duch dijo ‘aquí estoy yo’ desde el 6,75 (82-66). El banquillo era una fiesta que subía el volumen por cada segundo que pasaba.

Estaba hecho y la bocina final sonó como el descorche del mejor cava. El CBT volvía a LEB Plata y la fiesta se trasladaba al parqué. JJ Miguel, icono del básquet tarraconense, acababa su último partido manteado por sus compañeros y por el staff. Un grupo que tiene un corazón de Plata.

Ficha técnica.

CBT (93). Fernández (9), Duch (18), Doche (17), Mendes (2) y Ndour (12) –quinteto inicial– Buscail (9), JJ Miguel, Moreno (4), Tugores (17), Estebanell (3), Guixens y Kohan (2).

Colegio El Pinar (68). Cobos (21), Ferrer (12), Rodríguez (8), López (2) e Ibáñez (9) –quinteto inicial– Martín, Fernández, Sancho, Moreno (14), Guerrero, Ramos y Muñoz.

Parciales. 26-18, 17-20, 26-16 y 24-14.

Árbitros. Jose M. Valle y Mauro Araque.