El guardameta onubense se estrenó en la portería del Nàstic por indisposición de Varo. Hizo dos buenas paradas, pero no pudo hacer nada en el penalti.
Las zonas del campo en las que jugó durante todo el partido estaban encharcadas durante todo el encuentro y eso provocó que jugase un partido muy incómodo.
El defensa gaditano sigue mejorando sus prestaciones y eso que tuvo que jugar con amarilla durante muchos minutos por una protesta que el árbitro castigó en exceso.
El central navarro está en un gran momento de forma y volvió a ofrecer mejoras en la contundencia ante el Real Unión.
El árbitro le señaló una mano en el interior del área bastante polémica. Al igual que Pol Domingo, jugó en una piscina.
Regresó a la sala de máquinas dejando la retaguardia en el pasado. Eso sí, fue el partido en el que se le vio sacando saques de banda más que nunca.
Se lo dejó todo en un partido en el que tuvo que machacarse sin pelota porque tenerla era imposible.
Pudo ser el héroe con dos ocasiones falladas, pero volvió a ser el jugador que más peligro generó.
Un jugador de talento que pagó las consecuencias de tener que jugar un partido en el que lucir era imposible.
El delantero de Águilas repitió titular y marcó, pero de forma ilegal con la mano que el árbitro detectó.
Se peleó durante todo el partido con los centrales rivales, pero sin suerte. Casi marca de volea.
Antoñín Cortés, Jaume Jardí, Álex López, Nil Jiménez y Marc Montalvo fueron los cinco cambios de Dani Vidal, pero ninguno de ellos logró cambiar el signo del partido.