Después del parón navideño, con sus copiosas comidas endulzadas por turrones y polvorones, siempre cuesta regresar a la normalidad. También en el fútbol. La competición concede un par de semanas de descanso para encarar el último tramo de la temporada. El decisivo. Ese que no deja margen de error. Un periodo conocido como la ‘cuesta’ de enero, pero que para el Nàstic, pinta a priori, menos pendiente.
El calendario concede una serie de partidos que podrían resultar algo más asequibles, a juzgar por la posición en la tabla de los rivales. No quiere decir que vaya a ser fácil. Si algo ha demostrado la Primera RFEF es que puede pasar cualquier cosa. Las sorpresas están a la orden del día. Incluso equipos de play-off en plena racha positiva pueden tener una mala tarde y caer ante un adversario de zona de descenso. Pero en condiciones normales, si el Nàstic hace lo que toca, podríamos hablar de un mes de enero idóneo para consolidarse en zona alta de la tabla clasificatoria.
El primer rival liguero del año para el Nàstic será el Atlético Baleares. El cuadro balear visitará el Nou Estadi Costa Daurada el domingo 8 de enero a las 12.00 horas. Un equipo que inició el curso como siempre, siendo uno de los candidatos a la promoción de ascenso, pero que su temporada está lejos de lo esperado. Solo ha ganado cuatro partidos (1 fuera de casa) y está a un punto del descenso a Segunda RFEF.
Sigue contando con futbolistas de talento como Laure, Dioni o los exgranas Cordero y Petcoff. Una plantilla de calidad que no consigue los resultados esperados por su nivel.
Para el segundo partido del año de liga, el conjunto dirigido por Raül Agné visitará el RCDE Stadium. El feudo del Espanyol acoge esta temporada los encuentros de la UE Cornellà, debido a que el estadio municipal de la población del Baix Llobregat no cumple con los requisitos exigidos por la RFEF para los partidos de la tercera categoría estatal. Los verdes, también habituales de los play-off de ascenso a Segunda División, están viviendo una temporada muy irregular y complicado. Arrancaron flojos, con tres derrotas, pero se recuperaron con una buena racha que les llevó a meterse en posiciones de play-off. Pero se han estado ocho jornadas sin ganar que les llevó a zona descenso incluso. Una mala dinámica que rompieron justo antes de finalizar el 2022 con una victoria ante el Numancia (1-0). Tres puntos de oxígeno para el cuadro barcelonés que antes de recibir al Nàstic visitará al Calahorra el sábado 7 de enero, en el partido que dará inicio a la jornada 18.
Con el Cornellà finalizará la primera vuelta. La segunda todavía no tiene horarios confirmados. Sí se conocen los rivales. El Nàstic abrirá la segunda parte de la competición en casa frente al SD Logroñés. El equipo riojano está a un punto de los tarraconenses. Llega en buan forma. No ha vuelto a perder desde que el Nàstic le derrotara en Las Gaunas en la jornada 10 (1-2), con los goles de Montalvo y Josema. De los cuatro adversarios de principio de año, por posición en la tabla, el SD Logroñés se presenta como el más complicado. Aunque el partido será en Tarragona, donde el Nàstic se siente fuerte.
El club grana finalizará el mes de enero en Alicante, ante el Intercity. El rival del FC Barcelona en Copa del Rey dio la sorpresa en la primera vuelta en el Nou Estadi llevándose el triunfo (1-3). Parecía que iba a pugnar por las priemeras posiciones pero fuera de casa no ha vuelto a ganar y sus resultados le han acercado más a la parte baja de la tabla que a las posiciones de play-off.
En resumen, un inicio de año asequible que si el Nàstic lo aprovecha puede encarar la segunda vuelta en lo alto de la tabla.
Pero antes de centrarse en la liga, aún aguarda un partido de Copa del Rey. Un choque que iniciará oficialmente el año futbolístico 2023 para el Gimnàstic. El que se jugará el jueves 5 de enero a las 18.00 horas frente a Osasuna. Encuentro de la tercera ronda, ante todo un Primera División.