Llegó el momento. El equipo de Jesús Muñiz tiene por delante la oportunidad de hacer historia en el CB Salou. El proyecto de la capital de la Costa Daurada ha crecido estos años a pasos agigantados hasta convertirse en un referente de la demarcación. Hoy tiene la posibilidad de llevarlo un paso más allá y alcanzar un nuevo hito.
En la memoria, aún perdura la dolorosa derrota en la pista del Mollet la temporada pasada, que privó a los salouenses de disputar la fase final de ascenso en su propia casa. Con más experiencia a sus espaldas y con el factor pista a favor, la escuadra de Muñiz tratará de superar este play off a un partido y meterse, esta vez sí, en la fase final de EBA.
Duelo parejo
Su rival será el Bàsquet Girona B, que cuenta con unos números en fase regular parecidos a los del Salou: 16 victorias y 6 derrotas, por los 17 triunfos y 5 tropiezos de los salouenses. «Es un equipo defensivamente parecido al nuestro, mete mucha presión y cierra bien los espacios», afirma Jesús Muñiz. El conjunto salouense, como también su rival de hoy, se ha caracterizado por la intensidad en todos los partidos y una solidez inquebrantable atrás. Además, el técnico del Salou también destaca la capacidad de los gerundenses para realizar las «acciones de contraataque».
En cuanto a nombres propios, Antonio Espinosa es uno de los más destacados, con 14,7 puntos por partido. A pesar de ello, Muñiz remarca que «Espinosa es el que acapara más tiros, pero se trata de un equipo muy coral».
Al contrario que el año pasado ante el Mollet, los salouenses tendrán esta vez el factor pista en este play off. «Jugar en casa es un plus y es un factor importante de cara a los momentos más duros en los que necesitas ese aliento para levantar un partido», destaca Muñiz. El técnico salouense espera que el pabellón se vista de gala para el encuentro, como ya lo hizo en partidos claves como el del CBT o Barça.
Precisamente esa final de Liga Catalana contra los azulgranas, junto al anterior play off en Mollet tienen que servir de referencia para el equipo de cara al «nivel de presión y emociones» que pueden vivir. Aunque de tensión en los partidos, el Salou va servido. Tras un inicio en el que los resultados no llegaban, tuvieron que encadenar una racha de récord para meterse como segundos. «Íbamos con una presión desde diciembre que si perdíamos nos podíamos quedar fuera, pero era una presión positiva», relata Muñiz. Esta circunstancia les ha hecho terminar la fase regular como un tiro y ahora tocará hacer buena la racha con un duelo a cara o cruz.
