La selección española de balonmano deberá conformarse con volver pelear por el bronce, como ya le ocurrió en las otras cuatro ocasiones en las que alcanzó las semifinales olímpicas, tras caer por 25-24 ante Alemania.
Una derrota incompresible sin la sensacional actuación del portero germano Andreas Wolff, que con las veintidós paradas que contabilizó condenó a los 'Hispanos' a quedarse por quinta vez a las puertas de la final olímpica.
Una estadística que pareció pesar, y de qué maneta, sobre los jugadores españoles en un arranque de partido en el que los de Jordi Ribera fueron incapaces de encontrar la manera de superar a la rocosa defensa alemana.
Bastó una exclusión de Jorge Maqueda para que toda la mejoría del equipo español se derrumbase y los de Jordi Ribera volvieron a incurrir en los mismos errores del inicio del partido, propiciando una nueva y peligrosa escapada de Alemania (10-6) en el tanteador.
Pero España ya sabía la fórmula para hacer daño al equipo germano y a base de piernas en defensa y de la claridad de ideas de Casado en ataque volvió a engancharse al encuentro tras devolver las tablas (12-12) al duelo con un gol de Alex Dujshebaev en el último segundo de la primera mitad.
Una igualada que los 'Hispanos' no pudieron mantener en el arranque de una segunda mitad en la que volvió a surgir imponente la figura de Wolff, que con sus paradas volvió a frustrar (19-16) al equipo español.
A cada gol de Tarrafeta respondió Alemania con otro del lateral Renars Uscins, el héroe de los cuartos de final ante Francia, lo que condenó a ambos conjuntos a llegar igualados (23-23) a los últimos ocho minutos de juego.
Tiempo en el que España, que se adelantó por primera vez en el marcador (23-24) con un gol de Agustín Casado, dispuso de hasta de cuatro lanzamientos de seis metros para ponerse con dos goles de renta en el marcador.
Pero ni Javi Rodríguez, en dos ocasiones, ni Abel Serdio, ni Alez Dujshebaev lograron batir a Wolff, que con sus paradas permitió a Alemania llegar al último minuto y medio con ventaja (25-24) en el marcador. Diferencia que España ya no pudo remontar condenándose a tener que volver a pelear por el bronce.