El primer partido de liga del 2023 no pudo acabar peor. Si la Copa ilusionó sobremanera, la liga ha supuesto un bajón. Perder ante el Atlético Baleares en el Nou Estadi no figuraba en los planes. Este curso, el cuadro balear no es nada del otro mundo. Su posición en la tabla lo indica. Pero tiene un jugador diferencial, Dioni. Un delantero que vale su peso en oro. Tuvo tres y las metió todas. Hat-trick ante una defensa tarraconense que volvió a evidenciar su fragilidad. Están mal. Sobre todo los centrales que han dado un bajón importante.
Si en un área hubo docilidad, en la otra no se anduvo mejor. Se llegó poco, porque en la medular dominó la espesura, pero las que tuvieron no dieron rendimiento. Solo Marc Fernández mostró claridad en ataque.
Después de un papel más que digno en Copa del Rey ante Osasuna, pese a la eliminación, el Nàstic volvía a centrarse en lo suyo, la liga. La competición que atesora la mayor recompensa. Porque jugar un partido contra un equipo de la liga profesional está bien, pero el club grana merece hacerlo cada semana.
Quitando los cambios obligados de Montes y Montalvo, por sendas sanciones, la apuesta de Raül Agné fue calcada a la de hace tres días ante Osasuna. Un once para dar continuidad a la buena línea exhibida ante los navarros con Marc Fernández asentado en él. Como para no hacerlo. Tiene el duende del gol. Lo mostró en Andorra, siendo el pichichi del equipo que ascendió a Segunda División la temporada pasada (11 goles) y lo plasmó en su segunda aparición con la elástic grana. Anotó el empate provisional y rozó el segundo gol en una falta que se topó con el travesaño.
Igualdad
El primer acto fue un duelo igualado. El ritmo no era suficientemente alto para desordenar unas defensas bien erigidas que tenían controladas las transiciones rivales. La mejor manera de abrir esas murallas eran las acciones de estrategia. Ambos conjuntos buscaban rascar faltas en zonas adelantadas. Quintanilla protagonizó las dos más peligrosas de los minutos iniciales. En defensa, rechazando un remate bajo palos y en la segunda con un testarazo que se estrelló en la madera. Hubo infortunio en la jugada porque el rebote tocó en la mano del portero y favoreció que pudiera atraparla en dos tiempos.
Ofensivamente el Nàstic se mostraba indolente. Sin capacidad de correr en transición, tampoco había frescura en la circulación y las pocas veces que se conseguía llegar se malversaba la jugada con pésimos centros laterales. Ni Bonilla conseguía poner un balón al área en condiciones.
Sí puso un pase perfecto Hugo Rodríguez para Dioni. El malagueño controló y no perdonó (0-1). Los baleares se ponían por delante en un partido que costaba por minutos.
La falta de ideas siguió en la segunda mitad. Las entradas de Lupu y Aarón Rey activaron al equipo. Sobre todo con el primero que tardó unos segundos en tener una ocasión clara. Su disparo con rosca se perdió a centímetros del arco de Lucas Díaz. Aarón Rey también entró enchufado, pero se disolvió rápido.
Gorostidi y Pedro del Campo no crecían con el equipo. Estaban en el inicio pero no acompañaban la jugada y se quedaban muy atrás. Sin ellos las luces se fundían. La encendió Marc Fernández tras un centro, quizás el único medio bueno, de Joan Oriol. El cuero le quedó algo atrasado pero el extremo le pegó a ras para empatar el choque.
Ni tres minutos duró la ilusión por la primera victoria del año. El Baleares salió del ensimismamiento en el que se había apoltronado ante la inoperancia grana para activarse. Le bastó con poco. Un par de paredes y un Dioni que cada vez que pasa por Tarragona recuerda el goleador que se ha escapado hasta en dos ocasiones. Sin ángulo superó con mucha facilidad a Manu García para volver a ponerse por delante en el marcador.
Muchos minutos
La Copa del Rey pasaba factura. El cansancio agarrotaba las piernas y los balones divididos acababan siempre en posesión rival. El Baleares jugaba poco, pero hacía lo necesario para que el tiempo pasara sin agobios para su portero.
Solo despertó el Nàstic cuando faltaba un cuarto de hora. Marc Fernández estrellaba el esférico en el travesaño al saque de una falta lejana. Guillermo Fernández tuvo el empate en dos ocasiones. Un disparo a bocajarro que el meta despejó con una gran intervención y un mano a mano que falló en el control. Se le fue largo y desaprovechó una de esas oportunidades que un ‘9’ no puede permitirse. Y el del Nàstic menos.
Mientras uno desperdiciaba situaciones, en el otro lado del campo Dioni completaba su extraordinaria actuación con el hat-trick. Un gol que volvía a sacar los colores a la defensa grana, muy frágil y blandita. Las áreas dejaron al Nàstic sin su primera victoria del año.
FICHA
NÀSTIC. Manu G., Bonilla, Pol Domingo (Tirlea, 62’), Gorostidi, Pedro, Quintanilla (Lupu, 46’), Josema, Guillermo, Joan Oriol (Nil, 73’), Marc Fernández y Marc Álvarez (Aarón Rey, 46’).
Atlético Baleares. Lucas Diaz, Laure, Olaortua, Josep Jaume, Hugo Rodríguez (Lucas de Vega, 65’) Cordero (Alfonso, 65’), Canario (Ogumka, 82’), Sibille, Dioni, Carlos Ramos (Petcoff, 65’) y Miguel Ramírez (David Navarro, 86’).
Goles. 0-1, Dioni (37’); 1-1, Marc F. (61’); 1-2, Dioni (64’) :1-3, Dioni (90’)
Árbitro. J. Antonio Sánchez.