El Nàstic de Tarragona tiene por delante tres partidos de máxima exigencia. Tan solo restan 11 jornadas y ahora las victorias y las derrotas pesan mucho más, ya que hay menos tiempo para recuperarse de los tropiezos. El conjunto grana está en una situación privilegiada, pero de máximo riesgo. Los tarraconenses son quintos y cierran los puestos que dan acceso al playoff, pero una simple derrota les sacaría con total seguridad de ellos.
La pelea por la promoción es total. Entre el segundo y el décimo clasificado solo hay una diferencia de siete puntos. El top 10 parece destinado a luchar por las cuatro plazas de playoff que hay en juego. En esa esfera está una Cultural Leonesa que cada vez ve más cerca el ascenso directo. El líder domina con firmeza y ya tiene una renta de nueve puntos sobre la Ponferradina y la Real Sociedad ‘B’, sus perseguidores más inmediatos.
El Nàstic afronta ahora tres duelos ante rivales directos por el playoff. Barakaldo, Zamora y Ponferradina serán los equipos a los que se enfrentará en lo que resta de marzo. Los vascos, que comparecen en el Nou Estadi mañana por la tarde, son cuartos con 43 puntos en su casillero, dos más que los granas. El Zamora es décimo con 37 puntos y tiene cuatro puntos menos que el Nàstic, así que sus opciones son plenas todavía. Por último, la Ponferradina es segunda con 44 puntos.
Vencer a los tres supondría un paso gigante hacia la promoción. No solo eso: ganarles y conquistar el gol average sería aún más idóneo, ya que un empate a puntos con otros equipos de playoff podría dejar fuera a cualquiera en esta recta final.
El Nàstic necesita remontar dos diferencias de goles y hacerlo en los próximos tres encuentros. Frente al Barakaldo perdió por 2-1 en la primera vuelta, por lo que debe ganar en casa. Contra el Zamora, deberá defender el 1-0 logrado en el Nou Estadi. Por último, el reto más exigente será recuperar la desventaja en el gol average con la Ponferradina, que le derrotó por 2-0 en el Toralín en la primera vuelta.
El conjunto grana tiene por delante un mes de marzo en el que buena parte de sus opciones de hacer playoff pueden quedar sentenciadas, para bien o para mal. Cuando acabe marzo todavía quedarán ocho jornadas por delante, 24 puntos, pero en ese momento sí que el margen de error será mínimo.
El Nàstic de Dani Vidal ya está listo para el reto. Tras ganar al Barça Atlètic y empatar ante el Tarazona, el reto más inminente es volver a vencer y recuperar ese buen juego que durante muchas semanas interpretaron los tarraconenses. No fue así frente al filial azulgrana, al que se le ganó con la presión sobre el banquillo en el ambiente, y frente al Tarazona, un rival que dominó a los granas con su juego vertical y físico en un encuentro en el que la propuesta ofensiva del Nàstic fue nula.
La pelea por la gloria está servida. 11 partidos por delante y ahora tres ‘finales’ por delante. La cosa está que arde.
