Preparen sus sofás, el Tour arranca este sábado. Lo hace con el foco mediático sobre el casco de Chris Froome, absuelto del resultado adverso en la Vuelta 2017 y abucheado en la presentación de La Grande Boucle. También llega sin saber quién liderará el Movistar. Con el debut de algunos de los ciclistas que dominarán las grandes pruebas en la próxima década. Y, como los últimos años, con los mejores hombres de cada equipo soñando por desbancar al británico del escalón más alto en el podio de París.
Pocos Tours habían empezado tan revueltos. Chris Froome, su actual ganador, es el hombre señalado. Desgraciadamente, no porque tenga la opción de ganar su quinta corona gala e igualar a Anquetil, Merckx, Hinault e Induráin, que también, sino por la lacra de este deporte, el dopaje.
Su resultado adverso en la Vuelta del año pasado lo situó en el ojo del huracán. La tardanza de una sentencia firme ha sido el principal aliciente de un debate que se ha alargado más de los deseado. Mientras tanto, el ciclista ha tenido licencia, en su pleno derecho a correr. La UCI ha decidido archivar el caso a pocos días de iniciar el Tour. Ya nadie le podrá arrebatar la Vuelta ni el Giro. Que menudo Giro.
Como amante del ciclismo, ver a los mejores sobre el asfalto, dentro de las normas, siempre es un regalo. Y Froome es el número uno en carreras de tres semanas. Lo demostró en el reciente en la ronda italiana con una exhibición en Finestre y Sestriere. Una de las mejores etapas de la historia.
El Movistar llega sin desvelar quién es su jefe de filas. Quintana, Landa -principal baza española sobre el papel- o Valverde. No se olviden de este último. Aunque el debate se ha centrado entre el colombiano y el vasco, descartar al murciano sería una imprudencia mayúscula. A sus 38 años, al Bala le quedan varias cartas por jugar.
A Valverde ya lo hemos visto haciendo de gregario. Queda por ver si Landa o Quintana aceptan un papel secundario siempre que no anden bien los primeros días. Seguramente los roles de los chicos fuertes de Eusebio Unzué no se definan hasta la segunda semana.
Además, Adam Yates, Richi Porte, Vincenzo Nibali, Tom Dumoulin, Romain Bardet o Rigoberto Urán, son otros gallos que intentarán pisparle el maillot amarillo a Froome. Los mejores contra el Sky y su líder indestructible.
La lucha por el maillot blanco es otro de los caramelos. Con esa planta gigantona y ese pedaleo poderoso, algunos ya han bautizado a Marc Soler como el nuevo Induráin. La semejanza física es más que obvia y el joven promete, pero se encontrará ante un rival llamado a marcar una era ciclista. Egan Bernal da miedo. Un gregario de lujo para Froome.
El colombiano del Sky se ha apuntado este año la Colombia Oro y Paz y el Tour de California demostrando una sobriedad inédita a sus 21 años. Como buen escarabajo escala rápido en la montaña y también sabe correr contra el reloj. Junto a Soler nos ofrecerán el primero de un duelo que se repetirá los próximos años ciclistas.
La edición 105 del Tour tendrá el inicio de la etapa desde Luchon el 25 de julio en forma de parrilla de salida, al más puro estilo MotoGP, con el orden de la general. Será la primera vez que veremos algo parecido y también más anecdótico que decisivo. La etapa del día hasta Saint-Lary-Soulan en 65 kilómetros pirenaicos sí que marcará la prueba. Con 16 kilómetros a un desnivel de más del 8% de media, una altitud de 2.215 metros y el puerto de Portet disfrazándose de Tourmalet.
Este Tour también contará con 17 kilómetros por nuestro país el 24 de julio. A su paso por la Val d’Aran, recorrerá los pueblecitos de Pontaut, Les -casa de este reportero- y Bossòst, antes de encarar la subida al mítico Còth deth Portilhon. Al fin, ha llegado la hora. Siéntense y disfruten, mientras otros pedalean.