Muchos la siguen recordando todavía como Superpao 58 cuando se acerca a un circuito de velocidad y los buenos aficionados al motociclismo la reconocen. Han pasado ya cinco años desde su retirada, pero la valentía y técnica de Paola Ramos encima de una moto dejó tal huella que es imposible no recordarla. Con solo 12 años el espectacular pilotaje de aquella joven de Tarragona le llevó a firmar, en 2019, una brillante temporada en la que peleó por el título interautonómico de Moto5 hasta la última carrera. Fue una fija en el podio de aquel certamen donde competía con niños y del que acabó proclamándose subcampeona.
Pero la falta de patrocinadores dejaron a su familia entre la espada y la pared. Sin ayudas era imposible seguir en un deporte tan caro. Surgieron posibilidades tras una intensa campaña para captar espónsors, pero no las suficientes. Y se vio obligada a dejarlo. En 2020 Superpao se bajaba de la moto.
Desde entonces Paola, ahora con 17 años y estudiante del ciclo de Farmacia en el Calipol·lis, había mantenido el gusanillo por las dos ruedas con algunas tandas en Calafat junto a su padre; y por supuesto siguiendo las carreras. A través de las retransmisiones televisivas y con alguna visita esporádica a los propios campeonatos donde siguen compitiendo algunos de sus rivales y conocidos.
La oferta, en Montmeló
Hace tres semanas, sin ir más lejos, Pao y sus padres, Kike y Evelyn, se acercaron a Montmeló con motivo del Europeo FIM. Allí coincidieron, entre otros, con los responsables del equipo SHM44, el team que recuerda al joven piloto onubense Hugo Millán, fallecido en 2021, con 14 años, en el circuito Motorland de Alcañiz, cuando competía en la European Talent Cup.
De aquel encuentro, recordando viejos tiempos y también la bonita amistad que unía a Pao con el propio Hugo, surgió la posibilidad de que volviera a subirse a una moto: el equipo SHM44 le abrió sus puertas de par en par. Y la tarraconense no se lo pensó dos veces. Aceptó el reto, y disputará las dos últimas pruebas del ESBK, en Navarra y Jerez, a finales de año. Ya es oficial.
Una noticia que lógicamente ha alegrado muchísimo a la joven piloto. «Estoy muy contenta de poder formar parte de este equipo por todo lo que supone para mí, y por ello agradezco esta oportunidad. Creo que poco a poco nos adaptaremos bien al equipo y a la categoría, pero soy consciente de que tengo mucho trabajo por delante ya que el nivel de mis compañeros es muy alto. Después de cuatro años sin competir me supone todo un reto volver a estar al nivel de antes, aunque espero conseguirlo y iremos mejorando cada día más», ha expresado Superpao. Por delante le esperan semanas de una intensa preparación para volver a ponerse en forma y adaptarse a la nueva motocicleta, cuya cilindrada será de 600 cc (la última que llevó cuando competía era una 250 cc). Su familia también necesitará patrocinadores para costear gastos y que ese sueño no sea efímero y tenga continuidad.
