Pésimas noticias para Raül Agné. Una más, en esta accidentada pretemporada grana. El entrenador del Nàstic vio como la enfermería del equipo aumentó el listado de ‘ingresos’. Y esta vez por una lesión grave. Andrei Lupu tuvo que abandonar el partido de Copa Catalunya Absoluta en Castelldefels por una fractura de mandíbula que le tendrá bastante tiempo parado. Aunque no hay previsión exacto de baja, de buen seguro, la lesión le impedirá estar en el inicio de temporada que comienza el fin de semana del 27 y 28 de agosto. Junto con Joan Oriol, dos bajas seguras ya para el debut ante el Logroñés.
A la hora de juego Lupu y un jugador del Castelldefels chocaron al disputarse un balón dividido. Los dos fueron con todo. El golpe fue tremendo. Los dos futbolistas quedaron tendidos en el suelo, pero el peor parado fue el delantero rumano del Nàstic que no pudo seguir en el partido. Las pruebas médicas que se le realizaron durante este domingo confirmaron la fractura y la necesidad de pasar por quirófano para repararla. Una intervención que está planificada para mañana martes. La recuperación podría alargarse más de un mes.
No era de extrañar la preocupación de Raül Agné tras el encuentro de Copa Catalunya. La pérdida de Lupu implica quedarse sin el futbolista más enchufado de la pretemporada. El ‘9’ grana ha marcado en tres de los seis partidos disputados en esta fase de preparación. Con cuatro goles era el ‘pichichi’, demostrando estar listo para el arranque. «Perdemos un jugador muy importante», admitía entrenador del Nàstic. Agné se marchaba enfadado por las circunstancias. «Estoy harto de jugar estos partidos. Solo sé que la enfermería está llena y que tengo otro lesionado, y esta vez de gravedad. Tiene la mandíbula rota. No serán dos días», decía el técnico grana para quien el resto de valoración del partido casi ni le importaba. Ni siquiera acceder a la tercera ronda de Copa Catalunya. La competición catalana ha sido más un engorro que un torneo atractivo. Primero por los terrenos de juego sintéticos (Vilafranca y Castelldefels) que han tenido que visitar y que les ha costado varias lesiones. A la de Lupu hay que añadirle la rotura de gemelos de Joan Oriol en Vilafranca, los problemas en el cuádriceps de Nil tras el amistoso en Olot y las molestias de Gorostidi en la cadera.
Segundo porque les ha ido obligando a cambiar los planes de entrenamiento continuamente con el asunto de la alineación indebida del Lleida Esportiu. «El formato de la Copa Catalunya tendían que replanteárselo», comentaba Agné, al mismo tiempo que también hacía autocrítica sobre su propia planificación de amistosos que les ha llevado a intercalar césped artificial y césped natural.
Mala suerte también para Lupu que vuelve a ver cómo una lesión le aparta del inicio de liga. El año pasado tampoco pudo estar disponible en el inicio de la competición por una lesión de rodilla que le obligó a pasar por quirófano a finales del curso anterior. Una situación que le provocó quedarse sin ficha y su posterior marcha al Numancia. Esta vez no será tan dramático, pero sí que corta de raíz el buen momento de forma con el que Andrei Lupu llegaba al campeonato.
Llegada de un ‘9’
La baja de Lupu ha generado mucha preocupación en el club. Su ausencia, sumada a la incógnita por el estado físico de Álex López, deja a la plantilla grana con un único delantero centro: Pablo Fernández. La intención de la dirección deportiva era aguantar la contratación de los delanteros para agotar las opciones de firmar a Mourad. Pero ahora mismo, las prisas y la urgencia que ha generado la lesión de Lupu podría acelerar la contratación de no uno, sino dos nueves. Dos perfiles complementarios para tener recursos suficientes con los que afrontar el primer partido de liga que el Nàstic jugará en el Nou Estadi el domingo 28 de agosto a las 19.30 h. ante la UD Logroñés.