A Òscar Cadiach le quedó un reto pendiente cuando culminó los catorce ochomiles de la Tierra con la ascensión del Broad Peak (8.047 metros) el 27 de julio de 2017. Cuando arrancó su proyecto lo bautizó como 14+1, en referencia a una última montaña que iba a suponer la guinda del pastel. Esa cima tenía nombre y apellidos: el Gyachung Kang, el sietemil más alto con sus 7.952 metros y la decimoquinta cumbre del planeta. Se sabía además que iba a intentarla esta primavera de 2019 por la cara este, jamás escalada.
Faltaban por conocerse algunos detalles, que el alpinista tarraconense ha dado a conocer en las últimas horas una vez confirmado que accederá a la zona desde Nepal debido a las reticencias de China para conceder permisos.
De momento ya es seguro que le acompañará el alpinista de Barakaldo Jonatan García, con quien Cadiach ya coincidió en su expedición al Broad Peak de 2016 (las adversas condiciones meteorólógicas les impidieron progresar más allá de los 7.300 metros).
Garcia, de 34 años y afincado en Benasque, cuenta con dos ochomiles en su historial: ascendió el Annapurna (8.091 m.) en 2017 junto a Alberto Zerain y el Manaslu (8.156 m.) en 2018 al lado del chileno Palo Mohr.
Faltan al menos un par de compañeros más que se acabarán uniendo a su equipo, que aún no está del todo cerrado. Pueden ser nacionales o internacionales.
Cadiach tiene previsto salir hacia Nepal junto a todos ellos dentro de aproximadamente un mes. Siempre y cuando logre reunir los 15.000 euros a que asciende el presupuesto de esta expedición que tendrá el difícil reto de explorar y escalar en una zona virgen.
En contadas ocasiones
El Gyachung Kang ha sido escalado en contadas ocasiones, según el portal especializado Himalayan Database: en 1964 por los japoneses Y. Kato, K. Sakaizawa y Pasang Phutar y K. Yasuhisa Machida, pioneras en la cima, que escalaron por la cara oeste y la arista noroeste; en 1986, a cargo de una expedición francesa por la cara sur y pilar suroeste; en 1988, cuando alpinistas coreanos ascendieron por la cara suroeste y la arista suroeste, que tuvo una variante japonesa en 2005; en 1999, a través de la cara norte, por una expedición eslovena, vía que repitió en 2002 Yasushi Yamanoi.
Cadiach ya cuenta en su historial con aperturas mundiales, como la Fem Tarragona en el Broad Peak Central, por la vertiente china del Chinjiang (1992); la Free Tibet en el Cho Oyu, por su arista NNW (1996) o la variante en la travesía del Rupal al Diamir, en el Nanga Parbat (1984), que consiguió junto al vallense Jordi Magrinyà en el que fue el primer ochomil para ambos y para Tarragona. Sin olvidar que fue además el primer occidental en escalar la cara NNW del Everest y su segundo escalón en estilo libre (1985).
La idea inicial de Òscar pasaba por escalar esta cima y desde la cumbre recorrer la arista de siete kilómetros aproximadamente que la separa del Cho Oyu (8.201 metros), la sexta de la Tierra, que debería ascender y descender para culminar con éxito la travesía.
Era el proyecto que Cadiach había bautizado como la ‘gran travesía de la vía láctea’. Sin embargo su elevado presupuesto, que obligaba a solicitar un doble permiso por China y también por Nepal, le hizo desistir y apostar por únicamente una parte.
Se trataba de un reto mayúsculo e inédito en el alpinismo mundial que fraguó a raíz de una fotografía que él mismo realizó en 2010 desde el collado del Pang La, a 5.100 metros, camino del campo base del Everest desde la vertiente china.