Hay un denominador común en las nueve incorporaciones del Nàstic realizadas en lo que va de verano y es que todas ellas han pasado a lo largo de sus carreras en el fútbol formativo por alguna de las grandes canteras del futbol español. Puede parecer un detalle menor, pero no lo es porque en estas escuelas se cultiva al pequeño futbolista con mimo tanto dentro como fuera del campo. Se le suele preparar de manera minuciosa para el fútbol profesional, aunque muchos de ellos ni siquiera llegan a avistarlo, y también para la vida. Ni que decir que La Budallera también puede ser considerada una gran cantera y más este año en el que la presencia de futbolistas en el primer equipo formados en ella es mucho mayor que en otras temporadas. Sin embargo, ¿en qué grandes canteras han militado los fichajes granas?
En la portería, el Nàstic ha fichado a Alberto Varo. El meta de La Canonja se formó en las categorías inferiores del club grana para terminar asentándose en la Pobla y formar parte de la plantilla del primer equipo grana. Su rendimiento con el filial no pasó desapercibido y por ello recibió la oportunidad de jugar en La Masía. A sus 23 años, una edad normalmente tardía para recalar en un filial, Varo aterrizó en un Barça en el que estuvo durante dos temporadas, viviendo un ascenso a Segunda División y un descenso a Segunda División B. El todo y la nada.
En la defensa han llegado tres centrales este estío y los tres han militado en canteras de equipos de Primera División. Unai Dufur estuvo en los filiales del Eibar y el Osasuna y curiosamente con ambos equipos llegó a debutar en LaLiga. Pablo Trigueros militó en las categorías inferiores del Atlético de Madrid, militando en los juveniles colchonero y en el equipo C y en el filial. Por último, Nacho González se formó en la escuela verdiblanca de la mano del Betis Balompié y también jugó en el filial del RCD Espanyol.
En el centro del campo ha llegado un Borja Martínez que no solo ha militado en una gran canterano, sino que también puede presumir de haber sido internacional en las categorías inferiores con la selección española, jugando con la Sub-16, la Sub-17 y la Sub-18. Al igual que Pablo Trigueros, el centrocampista desarrolló su etapa en el fútbol formativo en la cantera del Atlético de Madrid y al igual que Nacho González, también tuvo un breve paso por la cantera del Espanyol B para jugar en su segundo equipo. Además también estuvo en el filial del Getafe en otra efímera etapa.
En los costados han llegado tres nuevas incorporaciones que también saben lo que es defender a algunos de los clubes más reputados del fútbol español en las categorías inferiores. Un caso curioso es el de Jaume Jardí que tras brillar en la Pastoreta, el Santes Creus y el Reus fichó por el FC Barcelona en el que estuvo hasta cinco años en La Masía. Tras esa etapa, el reusense sorprendió a todos y fichó por un Real Madrid Castilla en el que estuvo un curso y tras no tener muchas oportunidades salió cedido a un Ferrol en el que terminó siendo héroe del ascenso.
Mario Rodríguez también tiene pasado en la cantera blanca. El extremo barcelonense se formó en Sant Joan d’Espi y luego estuvo cuatro años en el Cornellà antes de fichar por el Real Madrid en cadetes. Allí estuvo hasta llegar a su filial. Tras cerrar su etapa en la Fábrica también tuvo dos breves pasos por los filiales del Levante y del Granada.
David Concha también es un futbolista con experiencia en dos de las mejores canteras del fútbol nacional. Comenzó en el Marina Sport y luego aterrizó en un Racing de Santander con el que llegó a debutar incluso con el primer equipo para terminar fichando por el filial de la Real Sociedad. Con el equipo donostiarra también llegó a debutar en LaLiga antes de jugar un año en calidad de cedido en Segunda División B con el FC Barcelona ‘B’ para terminar regresando a Zubieta y militar dos años más en su filial.
Por último, Gorka Santamaría es el refuerzo que ha habido en ataque y como no podría ser de otra manera también ha estado en una escuela élite. En su caso forjó su capacidad goleadora en dos de las escuelas con más tradición en España como son Lezama y Mareo. En la cantera del Athletic estuvo durante todo el fútbol formativo, pasando por todas las categorías inferiores hasta llegar a jugar en el filial. En Mareo, Santamaría solo estuvo un año pero logró anotar 10 goles en 35 partidos con el filial de un Sporting en el que también militaba su compañero de ataque en el Nàstic, Pablo Fernández.
Así pues, repasando todas las trayectorias de los fichajes granas está claro que su pasado en grandes canteras es evidente. La Fábrica, La Masía, Lezama, Mareo, Zubieta... han sido algunos de los escenarios en los que han forjado su talento. Ahora les tocará ponerlo a prueba defendiendo el escudo de uno de los equipos con más historia de la Primera RFEF. Convivir tantos años con la presión les servirá de ayuda.