David Concha vuelve. Solo son tres palabras las que formulan la frase anterior, pero están cargadas de sentimiento para el aficionado grana cuando las lee y las interioriza. Su Nàstic va a volver a poder contar con uno de esos jugadores que hacen del fútbol un arte seguido por millones de aficionados alrededor del mundo. Concha es un ejemplo de cómo quieren jugar los niños de mayores. Con elegancia, personalidad, talento y esfuerzo. Por eso es considerada una de las mejores zurdas de la categoría. Por eso siempre que se habla de él aparece la firme duda de si hablamos de un jugador que merecería tener un hueco fijo en el fútbol profesional. Si hablamos de talento, el debate se cierra porque el cántabro es un jugador que podría competir perfectamente en la élite. Quizás les suene exagerado, pero creánme que no lo es.
El Nàstic-Andorra de esta tarde a partir de las 17.30 horas en el Nou Estadi Costa Daurada está marcado por el regreso a la actividad de David Concha. Han sido nada más y nada menos que 12 partidos sin él. El extremo grana no juega un partido oficial desde el pasado 22 de junio de 2024. En pretemporada sí que jugó con normalidad, pero cuando comenzó el curso de manera oficial ante el Sestao tuvo que pagar un duro peaje. El cántabro tenía que cumplir una sanción de 12 partidos por delante recibida en la final ante el Málaga del pasado play-off. A Concha no solo le dejaron sin ascenso, a Concha le apartaron del verde por una reacción desmedida, pero repleta de verdad. El fútbol son sentimientos y a veces uno reacciona cómo no debe porque el corazón manda por encima de lo que dice la mente.
Dani Vidal es feliz porque recupera a uno de sus soldados predilectos. De hecho, el técnico no dudó en pedir la renovación del cántabro pese a la sanción que tenía por delante. No hay jugadores en el mercado como él y si hay que esperar, pues se espera. Y así ha sido.
El regreso de Concha es una noticia más que positiva para el Nàstic. Seamos sinceros, no es que a los granas les haya ido mal sin el talentoso zurdo en ataque porque la plantilla ya contaba con recursos diferenciales sin necesidad de su presencia. No obstante, es una evidencia que futbolistas como Concha nunca sobran y que ahora con su entrada en la dinámica tarraconense, el equipo gana mucho talento y sobre todo mucha profundidad de armario.
Concha ya está para jugar porque lleva entrenando al ritmo de sus compañeros desde que empezó la pretemporada una semana más tarde por permiso del club. Desde entonces, el extremo completó una pretemporada sin sobresaltos y ha entrenado con normalidad durante todos estos meses, esperando su momento.
Ahora ya está listo y no hay demasiadas dudas a la hora de afirmar que hoy se va a volver a vestir de corto. Probablemente no sea directamente desde el once inicial, pero Concha regresará al verde en la segunda mitad para agitar el ambiente. Lo hará seguro porque solo con su entrada, el Nou Estadi se vendrá abajo. Concha es uno de los suyos y está de vuelta, así que sobran motivos para celebrar y para ganar.
Eso sí, no hay que perder de vista que enfrente habrá uno de esos rivales que auguran guerra de por medio. Es el Andorra de Ferran Costa. Un equipo recién descendido, con un presupuesto gigantesco y que posee una de las mejores plantillas de la categoría. Su inicio de temporada fue algo irregular, pero en las útlimas fechas da la sensación de haberle tomado el pulso a la categoría y ya ocupa la tercera plaza en la clasificación, aunque el Nàstic podría superarle esta tarde en caso de ganarle y eso que los granas tienen un partido menos.
Nàstic y Andorra se ven las caras en un Nou Estadi que será un escenario de lujo para un choque que va a medir a dos de los favoritos por el ascenso. Un partido bonito, emocionante y marcado por la vuelta de David Concha.