El Betis cayó derrotado por 0-2 con goles de Acuña y Bellerín en propia puerta en el derbi sevillano del pasado domingo. Un encuentro repleto de tensión y emoción en el que las gradas del Benito Villamarín estaban a reventar. Los aficionados verdiblancos se entregaron a su equipo antes y durante el partido, recibiendo al equipo en volandas en los alrededores del feudo verdiblanco.
Fue un partido que durante la primera parte estuvo igualado, pero que con la expulsión por doble amarilla de Guido Rodríguez antes del descanso se rompió. El Betis pagó la inferioridad numérica y en la segunda parte fue arrollado por el Sevilla.
Marc Bartra vivió el derbi desde el banquillo. Fue por decisión ténica, ya que Manuel Pellegrini decidió apostar por una zaga formada por Édgar y Pezzella. Con el partido cuesta arriba, el técnico chileno prefirió gastar sus cambios en la parte ofensiva, dejando al de Sant Jaume dels Domenys sin ni un minuto en el derbi.
Por desgracia no es una novedad para él tener que vivir este partido tan especial fuera del terreno de juego. Ya los dos derbis de la temporada pasada no pudo jugarlos debido a una lesión en el talón que le tuvo varios meses en el dique seco.
De hecho, Bartra disputó su último derbi el 11 de junio de 2020 en plena pandemia y en un encuentro que finalizaría con victoria sevillista por 2-0 en el Sánchez Pizjuán.