La última dejada de Monty

El tenista de la Ràpita se ha retirado, después de 18 temporadas como profesional, con un balance de seis títulos y cinco finales de la ATP. Llegó a ser el 22º del ránking mundial en 2010

19 mayo 2017 15:28 | Actualizado a 22 enero 2021 10:09
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A Albert Montañés (la Ràpita, 1980) se le hace ahora extraño eso de desayunar y a continuación salir a dar un paseo. Él, que tan acostumbrado estaba a marcharse de casa a diario con la bolsa colgada a su espalda repleta de sus raquetas, zapatillas y ropa deportiva; en dirección al club para ir a entrenar; a tomar parte en los torneos minuciosamente elegidos en época de competición;a viajar por todo el mundo; compartiendo vuelos, hoteles y largas conversaciones hasta no hace mucho con Marcel Granollers o David Ferrer, algunos de los compañeros con quienes ha trabado una fuerte amistad.

Así había sido durante las últimas 18 temporadas. Hasta el miércoles. Ese día, en la pista central del Reial Club de Tennis Barcelona, ahora llamada Rafa Nadal, puso punto y final a su trayectoria. Tenía decidido que a sus 36 años éste iba a ser su último Godó. En su club, ante los suyos, rodeado de su esposa y su pequeña, con quienes ahora podrá compartir los días que le robaban las giras.

Tras perder con Feliciano López en segunda ronda Monty, como se le conoce en el mundo del tenis, puso el punto y final a una carrera en la que se ha codeado con los mejores; en la que llegó a ser el 22ª del ránking mundial; en la que ha conquistado seis títulos ATP 250 (y otros dos de dobles) y ha participado en 55 pruebas del Grand Slam. Con su adiós como jugador en activo se marcha el mejor jugador de la historia del tenis provincial.

Su futuro pasa ahora por una escuela de competición en su municipio natal, en las instalaciones del Club Esportiu Johnny Montañés que regenta su hermano. Posiblemente a partir de septiembre, ésa es la idea. Entrenando a los más pequeños con el objetivo de que salga algún talento.

De las pistas del Club de Tennis Serramar de la localidad del Montsià surgió él, a los seis años. A esa edad empezó Albert a forjarse como tenista. Muy pronto demostró sus virtudes con la raqueta. Eran tantas que a los trece tuvo que emigrar al Reus Monterols para seguir su evolución natural. Y confirmarla, después de proclamarse campeón de España júnior en 1997.

Su aventura de verdad hacia el profesionalismo comenzó en 1999. El paso obligado por Futures (3 títulos) y Challengers (8) precedieron su salto a un torneo de la ATP. Debutó en 2001, en Estoril (Portugal), que años después acabaría convirtiéndose en su torneo fetiche. En aquella primera participación no lo hizo nada mal tras vencer a Michael Chang, uno de los ilustres a quienes ha derrotado durante su trayectoria junto con Robin Soderling, Marian Cilic, Gilles Simon, James Blake, Albert Costa, Carlos Moyà , Gustavo Kuerten o el mismísimo Roger Federer.

Albert, caracterizado por una buena técnica, agilidad y velocidad de piernas que contrarrestan un físico convencional (mide 1’75 metros), alcanzó ese mismo año 2001 su primera final en el torneo de Bucarest, pero el marroquí Younes El Ayanaoui le privó del título.

Su carrera estaba ya lanzada aunque, después de perder tres finales más de forma consecutiva (Valencia’2004; Acapulco’2005 y Casablanca’2007), tuvo que esperar hasta 2008, en Amersfoort (Holanda), para coronarse por vez primera. Fue ante el belga Steve Darcis, al que venció por 1/6, 7/6 y 6/3.

Para la historia quedarán también sus posteriores títulos en 2009 en Bucarest (frente al argentino Juan Mónaco por 7/6 y 7/6) y en Estoril (ante el norteamericano James Blake por 5/7, 7/6 y 6/0); en 2010, en Stuttgart (ante el francés Gael Monfils por 6/2 y 1/2, y retirada por lesión) y de nuevo en Estoril (contra el portugués Fred Gil por 6/2, 6/7 y 7/5); y en 2013 en Niza (de nuevo ante Monfils por 6/0 y 7/6). Todos en tierra batida. Antes, en 2011, había caído en otra final en Kitzbühel.

Títulos y finales que recuerda de forma especial, aunque reconoce que si tuviera que quedarse con un partido fue el que consiguió ganarle a Roger Federer precisamente en las semifinales de Estoril 2010. Le venció por 6/2 y 7/6, siendo el suizo número uno.

 

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