Jeremy Alcoba (Tortosa, 2001) e Íker García (Alcanar, 2004) ya han dado el pistoletazo de salida a sus particulares preparaciones para esta temporada 2023. Este jueves, los pilotos tarraconenses realizaron una productiva matinal de entrenamiento en el circuito de Móra d’Ebre (Ribera d’Ebre) cuyas reviradas y lentas curvas requieren cierta destreza sobre una moto. Alcoba se puso a prueba con una Honda CBR 600 cedida por la escuela Monlau, una montura que, según el de Jesús, “va bien para rodar en karting”, si bien reconoce que esta pretemporada le gustaría rodar con una 1000cc en circuito grande “para adaptar la vista a la velocidad”.
Alcoba regresa este año a las filas de Gresini con quien compitiese ya en Moto3 en 2020 y 2021 con el objetivo de estar en el Top5 en cada carrera: “Creo que tengo el potencial para ello, sobre todo viendo cómo acabé el 2022”, explica. El talón de Aquiles de Alcoba en 2022 fueron las clasificaciones de los sábados y ese será uno de los aspectos en los que trabajará desde el minuto uno: “Si mejoro los sábados, podré estar delante”.
García, por su parte, se subió a lomos de una Yamaha R6 muy parecida a la que se encontrará en su nueva aventura en el Campeonato de España de Superbikes enrolado en las filas del equipo Arco. El de Alcanar viene de disputar el Mundial de Supersport300 en 2022 y este curso dará el salto a Supersport600, materializando un cambio de categoría “que tenía muchas ganas de hacer”. Íker asegura estar “trabajando bien durante la pretemporada” y espera que su esfuerzo se vea reflejado en la pista cuando llegue la hora de la verdad.
El Mundial de Moto2 comenzará el 24 de marzo en Algarve (Portugal) y el ESBK hará lo propio el 2 de abril en Jerez.