Uri Labella (Tarragona, 1992) tiene en su estado de WhatsApp el siguiente lema: «Goles son amores». No es casualidad porque su carrera en el barro despierta asombro cuando uno conoce sus cifras goleadoras en el fútbol regional. “Justamente esta temporada he llegado a los 400 goles. Ahora mismo llevo 406 y este año ya llevo siete con el Mora D’Ebre». Es impresionante, desde el 2008 lleva en el fútbol regional y su labor siempre ha sido la de marcar goles. ¿Por qué lleva la cuenta? Él mismo lo explica: «La Federación me comunicó que había llegado a los 300 goles hace unos años. Yo no tenía ni idea pero a partir de ese momento los voy contando».
Su carrera está repleta de experiencias y equipos. Él mismo reconoce que ha perdido la cuenta de todos los conjuntos en los que ha jugado durante todas estas temporadas. Ha militado en las filas del Campoclar, el equipo con el que debutó en el fútbol amateur, en el Ulldecona, en el Torreforta, en el Cambrils, en el Vendrell... la lista sigue y también tiene equipos de Lleida como el Albi o el Angularia e incluso ha probado fortuna lejos de casa. «He jugado también en la Serie C de Italia durante unos meses en el 2014 y también llegué a la Primera División de Malta, pero solo estuve unos meses porque fue un desastre por las condiciones que tenía. No era lo que yo buscaba», revela el delantero.
La lista es sorprendentemente larga, Labella nunca se ha establecido en un equipo durante muchos años y tiene una explicación muy lógica para ello: «Yo me muevo por proyecto e ilusiones. Yo siempre me he movido casi siempre con los mismos compañeros y entrenadores porque considero que es dónde se disfruta en el fútbol amateur. Estar un proyecto ambicioso e ilusionante me ha llamado más que estar 10 años en un club».
El apartado económico también importa y el ariete no lo oculta: «Siempre he dicho que el gol se paga. Me han llamado de categorías nacionales hace un par de años. No me motiva por tema económico porque yo en Tercera Catalana o Cuarta Catalana gano mucho más. ¿De qué me sirve jugar en Tercera División si no va ser mi sueldo principal? Si me dicen que cobro 1.500 euros me voy, pero esto no funciona así».
Labella reconoce que durante los primeros años de su carrera incluso pudo vivir solo con lo que ganaba en el fútbol entrenando y jugando. Ahora es diferente porque el fútbol le aporta un extra a su vida laboral. «Yo he aprovechado el tirón que tengo para ganar dinero con el fútbol, pero ahora tengo dos empresas, una de reformas y mantenimiento de piscinas y jardines y otra que tengo con dos socios más de eventos deportivos».
siete dianas
Este año, Labella ha firmado por el Olímpic Mora D’Ebre de Cuarta Catalana. Ha rechazado ofertas de categoría superior para debutar en la categoría más baja del barro: «Es la primera vez que juego en Cuarta Catalana y tenía ofertas de Primera, Segunda y Tercera Catalana y firmo aquí porque mi amigo está de entrenador y es socio conmigo en la otra empresa. Hemos jugado juntos cinco o seis temporada y este año ha cogido este proyecto porque el Mora es un equipo que siempre ha estado en categorías superiores y quiere volver a recuperar esa ilusión en el pueblo, devolverlo donde se merece».
En la categoría más baja del fútbol catalán, Labella es consciente que quiere marcar diferencias y no teme al reto de fijar una cifra de goles: «Este año si me respetan las lesiones quiero superar la barrera de los 40 goles. Creo que lo voy a conseguir». No sería la primera vez que lo consigue, puesto que lo ha hecho hasta en tres ocasiones en su carrera, aunque su tope lo recuerda con facilidad: «Marqué 44 goles con el Angularia en una sola temporada y hace solo dos años también llegué a los 42 goles con el Vendrell, esa temporada además marqué el gol del ascenso en el minuto 89 en la última jornada cuando íbamos empate y necesitábamos ganar para subir».
A sus 31 años, Labella reconoce que tiene cuerda para rato: «Ahora soy padre y entrenador y dedico muchas horas, pero es que es la ilusión por jugar. He hecho amigos en el fútbol y me quedo con eso».
meses en la Serie C de Italia y en la Primera División de Malta