De toda la plantilla del Nàstic solo faltaba un jugador por debutar bajo la tutela de Dani Vidal. Ese no era otro que uno de los movimientos de verano más ambiciosos del Nàstic como fue Andy Escudero. Hay que recordar que el conjunto grana pagó traspasó por él al Alcoyano en el mercado de verano. Su temporadón, máximo asistente de Primera RFEF, y su proyección, solo 23 años, provocaron que no se dudara en acometer esa operación.
Llegó siendo el primer fichaje estival y con Raül Agné fue titular en la primera jornada ante la UD Logroñés. Parecía que iba a ser protagonista en los planes del de Mequinenza, pero fue perdiendo fuelle con el paso de las semanas. Con la llegada de Iñaki Alonso vivió una situación similar. Intermitente y combinando pocos partidos de titular, con alguno de suplente y otros viéndolos directamente desde el banquillo.
La llegada de Dani Vidal al banquillo podría ser considerado un ecosistema de esperanza para el futbolista alicantino, pero no fue así. Durante las primeras semanas con el entrenador tarraconense arrastró unas molestias físicas que no le permitieron estar al 100%. Luego recibió un balonazo en la semana previa a Castalia que también le tuvo fuera dos semanas. La pesadilla no llegaba a su fin. Hasta siete partidos fuera.
Superado en la rotación
Han pasado las semanas y Escudero ha visto como han sido muchos los otros jugadores de ataque que se han ido recuperando y adelantándole en la rotación. De hecho, era el único futbolista del primer equipo que faltaba por jugar con Dani Vidal. En Mallorca rompió esa etiqueta cuando entró en la segunda mitad en lugar de Marc Fernández. Ocupó su posición natural en la banda izquierda y dejó algún que otro detalle. Incluso pudo marcar, pero la defensa balear repelió un disparo suyo con el partido totalmente roto y antes de que llegase el segundo gol local por medio de Dioni.
Quedan cinco partidos por delante y la lesión hasta final de temporada de Robert Simón le ha abierto hueco en la derecha. Pugnará con Marc Fernández y Maurizio Pochettino por contar con más minutos. De momento en Mallorca adelantó al hispano argentino como elemento revulsivo, algo que no había hecho en los anteriores partidos con Dani Vidal al mano. Ante el Baleares con su pelo teñido de rosa demostró estar listo para la recta final de la temporada. El Nàstic le necesita porque pocos jugadores con su talento en la plantilla. Es la hora de la verdad. Cuatro puntos separan solo del descenso. Tiempo de valientes.