Parece que las buenas noticias se acumulan en el Nàstic. El conjunto grana no solo ganó al Sabadell, sino que volvió a contar con todos sus delanteros 48 días después. Un largo tiempo en el que el conjunto grana ha sufrido el hecho de no poder contar con sus tres arietes a la vez. Ha perdido gol, frescura y variantes. En Sabadell se rompió la racha y se espera que los tres terminen la temporada juntos y ofreciendo ese rendimiento colectivo esperado que por una cosa o por otra no han podido ofrecer a lo largo del curso.
A veces los inicios de temporada responden perfectamente a lo que va a suceder con el paso de los meses, clavando el transcurrir y el devenir. No siempre suele ser así, pero lo cierto es que el Nàstic ha visto como el comienzo de curso fue el preludio más realista posible sobre la situación de su delantera. No está siendo un año fácil porque ninguno de los tres entrenadores que han pasado por el banquillo del Nou Estadi ha podido contar con todas las piezas atacantes de manera habitual. Ver a Guillermo Fernández, Pablo Fernández y Andrei Lupu juntos en una convocatoria ha sido más complicado de lo que en un principio se podía pensar.
Solo hay que observar que en la primera convocatoria y en el primer partido en el que los tres tuvieron minutos fue en la séptima jornada en un duelo frente al Real Murcia en el feudo tarraconense que terminó con victoria local por 3-2. Guillermo y Pablo fueron titulares de partido y ambos marcaron, mientras que Lupu debutó con nueve minutos en su casillero tras superar la doble fractura de mandíbula que había sufrido en pretemporada.
Tras cinco partidos seguidos en los que los tres atacantes coincidieron en el verde y tuvieron minutos, siendo Guillermo y Pablo Fernández la delantera habitual, Lupu volvería a caer y ahí comenzó un periodo intermitente en el que solo pudieron estar juntos en partidos sueltos.
Nunca más se pudo contar con los tres de manera asidua y eso castigó a una línea ofensiva que se cargó de minutos y que terminó desembocando en un historial de lesiones que ha golpeado a los tres. Los tres arietes del Nàstic han pasado por la enfermería y eso no es una cuestión anecdótica.
Tal ha sido la mala suerte que incluso en el segundo partido de la era de Dani Vidal en la visita al Johan, el Nàstic compareció en la Ciudad Deportiva azulgrana sin ningún delantero referencia ni en el once inicial ni en el banquillo. Los tres delanteros estaban lesionados y el técnico tarraconense tuvo que improvisar situando a Marc Fernández y Marc Álvarez en la doble lanza de ataque. Son dos jugadores que pueden jugar arriba, pero que lógicamente no son delanteros y no aportan las virtudes de un ariete al ecosistema de juego.
Así pues, el Nàstic lleva sin poder contar con sus tres delanteros de manera unísona desde el 19 de febrero de 2023 cuando se visitó el estadio de Los Pajaritos todavía con Iñaki Alonso en el banquillo. Curiosamente se visitaba a un Numancia en el que Guillermo Fernández y Andrei Lupu habían jugado en un pasado en sus respectivas carreras. El destino quiso que ambos pudieran estar en tierras sorianas, pero no pudieron evitar una dura derrota grana (1-3) que colocaría en el abismo a Iñaki Alonso que terminaría cayendo en él una semana después en la goleada encajada ante el Eldense.
Esta pasada jornada se rompió la racha de dos meses y Dani Vidal pudo contar en La Nova Creu Alta con los tres delanteros. En la lista de La Nucía también habían entrado los tres, pero Pablo no estaba listo para tener minutos.
Frente al Sabadell, Dani Vidal no tuvo reparos en utilizar a sus tres piezas ofensivas. Cada uno aporta diferentes aptitudes a su ideario de juego, pero sobre todo lo que gana es en frescura. Si la punta de ataque siempre está fresca le permite tener una mayor intensidad que beneficia al equipo tanto en el juego ofensivo como defensivo.
En la Nova Creu Alta, Dani Vidal tuvo en cuenta el hecho de tener a sus tres delanteros centro disponibles. A diferencia de las otras semanas, el técnico tarraconense apostó por dos arietes en la dupla ofensiva, situando a Marc Fernández tirado a banda derecha y dejando a Robert Simón en el banquillo. Lupu y Guillermo fueron los elegidos en un claro mensaje ofensivo del entrenador grana que si puede siempre va a querer tener a dos referencias ofensivas porque favorece al ideario de juego que está implantando en su Nàstic.
Ya en la segunda mitad con la ventaja en el marcador, Vidal apostó por meter a Pablo Fernández en el minuto 78. El asturiano compareció de nuevo tras un mes de baja después de caer lesionado ante el Eldense. Fue un regreso esperanzador en el que demostró que puede ser una pieza básica para el esquema del entrenador tarraconense. Presionó, ganó duelos y dio aire a sus compañeros en un frente ofensivo que le echaba de menos.
Por si fuera poco, Marc Álvarez también volvió tras superar sus problemas de clavícula. Un futbolista diferente que no responde al perfil de delantero de área, pero que puede jugar en la doble punta de lanza y también en ambas bandas. Vidal ha visto como su frente ofensivo ha pasado de estar corto de efectivos a repleto de alternativas. Otra buena noticia. Ahora solo falta que el colmillo se afile.