Mentir en el acta del partido y alteración fraudulenta del resultado del partido. Son los dos ejes en que se basa la querella presentada ayer por el Gimnàstic de Tarragona SAD contra el colegiado Eder Mallo, que arbitró en junio de este año el partido entre el Nàstic y el Málaga. El encuentro acabó con empate, con un gol de los andaluces en los minutos de descuento de la prórroga, que comportó el ascenso de este equipo a Segunda División, haciendo valer el 2-1 del enfrentamiento de ida. Estas acusaciones estarían avaladas por el informe redactado por una empresa de detectives contratada por el Nàstic y también de un informe pericial de un técnico arbitral. En la querella, que ayer fue presentada en los Juzgados de Tarragona, se acusa al árbitro de los delitos de falsedad documental y corrupción deportiva.
El 22 de junio de 2024 ha quedado en la retina de los miles de aficionados granas que siguieron en directo o bien a través de los medios de comunicación el partido en el Nou Estadi entre el Nàstic y el Málaga. Un arbitraje nefasto impidió que el equipo tarraconense pudiera subir a la Segunda División, ante la ira e indignación de los seguidores. La directiva del Nàstic no se cruzó de brazos y contrató los servicios de la empresa de investigación privada Método 3, con sede en Barcelona –cuyo responsable es Paco Marco–,, para que investigara qué había detrás del arbitraje de Eder Mallo. Y los resultados, que se pueden calificar de escándalos, han servido de base a la querella firmada por el abogado Fermín Morales contra el colegiado.
«Falsedad documental»
Una de los delitos que se le imputan al árbitro es falsedad documental por mentir en el acta que redactó al final del partido, y que comportó una sanción de 9.000 euros y la celebración, a puerta cerrada, de los siguientes cuatro partidos oficiales en sus instalaciones «por la especial y grave alteración del correcto desarrollo del referido partido de fútbol, considerando muy especialmente el riesgo de la integridad física que sufrieron los árbitros al término del encuentro con la invasión masiva de aficionados locales y posteriormente en su propio vestuario...», según el Comité de Competición de la Real federación Española de Fútbol.
El árbitro, en el acta, escribió que «llegamos a temer por nuestra integridad física al ver que abrían la puerta y nos increpaban. La seguridad presente nos indica que le es imposible retirar y controlar a esta gente porque según nos dicen son varios directivos y propietarios del club». Estas afirmaciones son las que determinaron la sanción.
Pero, por contra, el acta de los Mossos d’Esquadra desmiente estas aseveraciones. Hicieron constar que «en ningún caso se vio comprometida la integridad física de los árbitros ya que el vestuario de estos se encuentra en un pasillo de acceso restringido y garantizado por vigilantes de seguridad». El responsable de seguridad de la Policía catalana sí que reflejó que se escucharon insultos residuales de algunos aficionados
Es la palabra del colegiado contra la de los Mossos. Para ello, el detective privado de Método 3, mantuvo una conversación con el colegiado el pasado 25 de noviembre, y que fue grabada. En la misma se escucha: «Yo les dije a estos como entren nos tenemos que pegar si no vamos a quedar aquí como tontos, y dijo nono aquí no entra nadie». De esta manera desmentiría lo que escribió en el acta arbitral. Pero es que, además, añadió: «Sabía que nadie iba a entrar (en el vestuario) ni dios». Finalmente, añadió que fue una situación «que no es agradable pero ya está. No me ha agredido ni Dios». Incluso llegó a decir al investigador que «no llegué a pasar miedo», «miedo no, pero porque luego cuando llegamos al hotel estaba todo súper relajado».
Predisposición
Una segunda cuestión que aborda la querella es un presunta predisposición del colegiado de ir en contra de los intereses del Nàstic. Y lo basa en diversos hechos. Por un lado, la investigación privada aporta la declaración de la propietaria de un restaurante del Serrallo de Tarragona. Allí, el día antes del partido, estuvieron cenando autoridades andaluzas y de Málaga. Manifestaron que tenían el partido «controlado» –concretamente lo habría dicho el presidente de la comunidad autónoma, Juan Manuel Moreno Bonilla– y que lo que les preocupaba era la reacción del público.
Eder Mallo, según un amigo, conoció con un mes de anticipación que iba a pitar el Nàstic-Málaga, así como que seguramente le iban a subir de categoría. Solicitó excedencia como agente de la Policía Local en la localidad asturiana donde vive. Y ello porque de cobrar como colegiado 20.000 euros al año –entre 800 y 1.000 euros por partido– iba a pasar a 100.000.
Después del partido, se marchó a celebrarlo a Eivissa con un amigo del Ayuntamiento de su pueblo. En la conversación con el investigador le dijo que lo habían ascendido tras el partido, aunque a un amigo le dijo antes del partido que lo sabía desde hacía semanas.
La investigación privada también ha determinado una animadversión hacia la ciudad de Tarragona y los Mossos d’Esquadra. Y ello se refleja en la conversación que el investigador mantuvo con él cuando dice que Tarragona es «una puta mierda» y que los Mossos d’Esquadra «son unos hijos de la grandísima puta. No hay policía más corrupta que esa».
«13 errores flagrantes arbitrales»
La querella también recoge datos de un informe pericial redactado por el éxarbitro de Primera División hasta el 2021 –después fue árbitro asistente de vídeo– Xavier Estrada, y que dos años recibió el Silbato de Oro que otorga la Federación Española de Fútbol al mejor árbitro.
Este excolegido considera «inexplicable» desde el punto de vista reglamentario que los jugadores del Nàstic recibieran cinco tarjetas amarillas y una de roja, por ninguna los del Málaga. «No existe en la historia del fútbol español otro partido de playoff en el que se juegue el ascenso donde uno de los dos equipos haya acabado sin tarjetas».
Pero, además, tras visionar el partido, identifica más de 13 errores arbitrales flagrantes, entre ellos nueve acciones del Málaga que deberían haber sido castigadas con tarjeta.
Otro indicio que resalta el informe de Método 3 es la «aplicación inconsistente del reglamento», siempre favoreciendo al equipo andaluz. Y le llama la atención lo acontecido en el minuto 113:21. Un jugador malagueño regresa violentamente a la grada un balón que había caído al campo sin ser amonestado», a pesar de que esta acción es antideportiva.
También constata un favoritismo hacia el Málaga CF a la hora de prolongar de forma irregular el partido hasta que este equipo consiguió marcar un gol, tras lo cual pitó el final del encuentro.
Durante el partido, dice el perito, el árbitro aplicó el reglamento de forma desigual, «perdonando numerosas faltas al Málaga, incluso en situaciones en las que el reglamento exige sanciones claras». En la prórroga, perdonó unas manos claras del Málaga en el minuto 105 y dejó de sancionar una falta decisiva en el minuto 109.
Para el perito, está claro que existe un patrón de favoritismo que se va acrecentando a medida que el resultado del partido es desfavorable al ascenso del Málaga. «Jamás en la historia del fútbol el tiempo ordinario de partido se ha elevado en dos minutos». Y es que el cuarto árbitro mostró el cartel de tiempo añadido en el minuto 122:21, no en el 120.
Por otro lado, en el acta arbitral se reflejan solo los problemas con el público del Nàstic, cuando en la de los Mossos d’Esquadra también figuran problemas con los seguidores del Málaga.
En la querella, el Club Gimnàstic SAD no solo acusa a Eder Mallo de dos delitos sino que solicita el pago de una indemnización por el perjuicio económico causado a la entidad –que podría ser de varios millones de euros– así como por los daños morales.