El Nàstic, impotente con el arbitraje

El gol anulado y la expulsión de Manu en Mallorca desquician a los granas. Ahora toca esperar a la sanción

24 abril 2023 18:16 | Actualizado a 25 abril 2023 07:00
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El Nàstic sigue digiriendo con impotencia lo vivido este pasado domingo en Mallorca. Está desquiciado. Ese es el sentir del vestuario y de todos los estamentos del club que son conscientes de que en lo deportivo hay muchas cosas que no se han hecho bien, pero que en el arbitraje tampoco se está teniendo nada de suerte. Son ya varias decisiones trascendentales las que le han perjudicado. Ha tenido ‘favores’, pero el saldo final es claramente negativo.

Por si quedaban dudas, frente al Atlético Baleares se despejaron todas. El Nàstic fue víctima de una decisión arbitral que le quitó de manera directa un punto en su casillero. Antonio Monter invalidó por mano un gol totalmente legal y a la heroica del portero del Nàstic, Manu García. Era el tiempo de descuento y con el 2-1 en el marcador, el portero sevillano subió en busca del milagro. Lo encontró con la fortuna de por medio porque un despeje del defensa le golpeó en la cara y se fue directamente a portería superando a Lucas Díaz.

Un error del colegiado que ha provocado que el conjunto grana estalle de puertas para adentro y para afuera. Lo han hecho todos los estamentos del club. Los jugadores son los más quemados, ya que consideran que no se entiende un fallo de tal dimensiones. Sobre el terreno de juego el gol era claramente legal. Más lo piensan cuando varios jugadores del Baleares reconocieron que fueron beneficiados por el fallo del árbitro.

El Nàstic había empatado el encuentro con fortuna y Manu García se disponía a correr a la banda para celebrarlo a lo grande. Ahí cambió todo. Apenas pasaron segundos cuando rápidamente el colegiado del encuentro dudó en si pitar gol o mano. Miró al linier e hizo claramente el gesto de que le había golpeado en una posición ilegal. Apretó el gatillo en forma de silbato y señaló mano. Ahí Manu García fue superado por la situación y la impotencia.

«Me ha dado en la puta cara, no puede ser, es que ha sido en la puta cara». Según Antonio Monter, Manu García se dirigió a él de esa manera. El portero de Pedrera estaba totalmente fuera de sí cuando conoció la decisión. Se fue corriendo directamente al árbitro y por suerte o por desgracia se encontró con un jugador visitante que le paró los pies. Ahí ya se lió también el pifostio con los jugadores rivales.

Ahora toca esperar al miércoles para conocer el tiempo de la sanción a Manu García. Probablemente la sanción vaya de dos o tres partidos, tal y como reza el artículo 125 del Comité Disciplinario: «Dirigirse a los/as árbitros/as, directivos/as o autoridades deportivas en términos o con actitudes de menosprecio o de desconsideración siempre que la acción no constituya falta más grave, se sancionará con suspensión de dos a tres partidos o por tiempo de hasta un mes».

Si el Comité decide utilizar el artículo 99 y ser muy estricto la sanción será dura y de entre 4 a 12 partidos. Así lo afirma el artículo: «Insultar, ofender o dirigirse en términos o actitudes injuriosas al/a la árbitro/a principal, asistentes/as, cuarto/a árbitro/a, directivos/as o autoridades deportivas, salvo que constituya falta más grave, se sancionará con suspensión de cuatro a doce partidos». Probablemente no sea así, pero lo que está claro que el domingo ante el Real Unión, Manu García no estará en el verde.

El Nàstic quiere pasar página y volver a ganar, aunque no va a olvidar estos errores arbitrales. Quiere creer que son fallos humanos y no restos de la rajada en Vigo en la final del play-off.

En el Nàstic entienden que el arbitraje les
está perjudicando
en líneas generales
Manu García fue expulsado por decirle
al árbitro: «Me ha dado en la puta cara»
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