El Nàstic de Tarragona activa el cerrojo

Las dos últimas porterías a cero reflejan la mejora defensiva de un conjunto grana más firme

18 marzo 2025 13:50 | Actualizado a 19 marzo 2025 07:00
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Una de las obsesiones del cuerpo técnico liderado por Dani Vidal a lo largo de toda la temporada ha sido volver a blindar a su equipo. El Nàstic, que la temporada pasada fue el mejor sistema defensivo de toda la Primera RFEF, ha anhelado este año de manera constante esa capacidad de acumular porterías a cero y conseguir victorias con mayor facilidad.

La marcha en verano de dos piezas fundamentales en el sistema defensivo, como los centrales Nacho González y Pablo Trigueros, supuso un reto mayúsculo. Rápidamente se pudo percibir que el Nàstic 2.0 de Dani Vidal tendría muchas fortalezas, pero en el aspecto defensivo iba a sufrir más. Era un equipo que proponía más con el balón, lo que generaba cierto desorden propio, y que había perdido contundencia en su pareja de centrales.

Se esperaba que, con el paso de los partidos, se asentara una pareja de centrales firme, pero no fue el caso. La lesión de Gorka Pérez, llamado a ser el líder de la zaga, truncó los planes y abrió una etapa de muchas pruebas en el centro de la defensa. Dufur, Leal y Óscar Sanz se fueron alternando, pero sin ofrecer la seguridad esperada, en un contexto en el que la labor del resto del equipo tampoco ayudaba.

La clave del mercado invernal

En el mercado invernal, el Nàstic apostó por el fichaje de Borja Granero, un central curtido en mil batallas, pero, sobre todo, celebró la recuperación de Gorka Pérez, que, una vez superados sus problemas en el talón de Aquiles, estaba listo para cambiar su historia en el Nou Estadi.

Apenas tres meses después, se puede afirmar sin tapujos que el nivel defensivo ha subido. Todavía no se roza la excelencia, pero las dos últimas porterías a cero (algo que no se conseguía desde la tercera y cuarta jornada) reflejan una clara mejoría. El equipo grana está más firme atrás.

Uno de los protagonistas de esta mayor seguridad está en la portería. Dani Rebollo le ha arrebatado el puesto a Alberto Varo y ha logrado dos porterías imbatidas de manera consecutiva. El onubense ha elevado el nivel, coleccionando paradas de mucho mérito y ofreciendo mayores garantías en el juego aéreo.

A nivel de centrales, Antonio Leal y Gorka Pérez están cada vez más asentados. La que en verano parecía la pareja titular en la zaga está respondiendo ahora sí a las expectativas. Gorka Pérez ha ganado ritmo competitivo y está cerca de su mejor versión, mientras que Antonio Leal sigue consolidando la notable regularidad que ha mostrado durante toda la temporada. El gaditano está siendo el defensa más fiable del curso. Además, Borja Granero y Unai Dufur, con perfiles distintos, están listos para aportar cuando sea necesario.

Un Nàstic más sólido

El Nàstic ha elevado tanto su nivel defensivo que ni siquiera ha notado la ausencia de uno de sus jugadores fetiche. Joan Oriol, capitán y lateral zurdo, no ha podido estar en los dos últimos partidos por un virus. Frente al Tarazona, Pol Domingo ocupó su lugar, y ante el Barakaldo irrumpió David Juncà. Ambos, de perfil muy diferente, ofrecieron actuaciones sólidas en defensa, lo que permite contemplar con mayor tranquilidad la baja de una de las almas granas.

El Nàstic acumula nueve porterías a cero en lo que va de temporada y ha encajado 30 goles, aunque cuatro de ellos llegaron en la debacle de Arenteiro. No es el equipo más sólido del grupo en términos defensivos, pero ocupa la sexta posición en esta estadística. De hecho, la Cultural Leonesa ha encajado un gol más, aunque la gran diferencia radica en los 11 tantos más a favor que acumulan los de Llona.

Los datos comparativos también reflejan una mejoría con el paso de los meses. El conjunto grana encajó en los 19 partidos de la primera vuelta un total de 21 goles. En esta segunda vuelta, se han disputado ya nueve partidos y el Nàstic ha encajado nueve goles. Es decir, se ha pasado de encajar 1,11 goles a 1,00 goles por partido. Una pequeña diferencia en la que arroparse para seguir creciendo.

Dani Vidal parece estar cerca de conseguir que su Nàstic vuelva a ser un equipo fiable en defensa, haciendo de este aspecto del juego una de sus grandes fortalezas. Durante semanas se dudó del nivel defensivo del equipo, pero el tiempo está demostrando que este conjunto grana puede volver a ser un muro. El Nàstic se blinda. Es necesario.

Dani Rebollo y Gorka Pérez le han dado más sólidez en defensa al Nàstic de Tarragona
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