«Los partidos duran 90 minutos». Es uno de esos tópicos del fútbol, reales a más no poder, que acuden raudos cuando se busca explicación racional a una situación cruel como es encajar goles en los instantes finales. Pues bien, al Nàstic se la ha repetido esa sentencia hasta en tres ocasiones esta temporada. La última, por partida doble.
El cuadro grana ha visto como de los ocho goles encajados en este tramo inicial de temporada, cuatro han sido en los últimos diez minutos del partido. Esto es, del minuto 80 hacia adelante. Son esos momentos decisivos en los que los tarraconenses más débiles se han mostrado. Toda la solidez de los 80 minutos previos se deshace en un santiamén cuando se entra en el periodo decisivo del choque. Los nervios, la fatiga, los cambios, etc. Sea el factor que sea, o una combinación de varios, la realidad es que el equipo de Raül Agné tiene un problema con los finales de los partidos. Un asunto tan grave como que les ha hecho perder hasta siete puntos. Más de la mitad de los seis que suma actualmente.
El asunto comienza en el primer partido de liga ante la UD Logroñés. El Nàstic había conseguido remontar el tanto inicial de Vinicius Tanque (también en los instantes finales, pero del primer tiempo, el minuto 36) con un gol de Robert Simón y otro de Marc Álvarez. Parecía que sería un debut festivo, pero Arregi impidió el triunfo local con un tanto que llegó a solo tres minutos de finalizar el tiempo reglamentario (87’). Un saque de esquina -y una falta sobre Marc Álvarez- acabó con las esperanzas tarraconenses de acabar con la maldición de los primeros partidos que dura ya 13 años.
La historia se repitió en La Nucía. El conjunto grana encajó el 1-0 en el minuto 84. Un contragolpe rapidísimo de los alicantinos que acabó con Bustillo abriendo la lata. Más allá del mal partido de los tarraconenses, el equipo había resistido a los ataques, por momentos asedios, del conjunto dirigido por César Ferrando. Fue en los instantes en los que más cómodos se sentían sobre el terreno de juego, cuando llegó el fatídico gol de La Nucía. Por suerte, solo cuatro minutos después, Guillermo Fernández conseguía salvar un punto al transformar una pena máxima por manos claras de Rubén Saiz.
Pero el momento más grave en cuanto a la dramática relación del equipo con los últimos diez minutos llegó el pasado domingo en Elda. En el 87’ los granas dominaban el marcador por 0-1 gracias al tanto de Pablo Fernández. En el 89’ el cuadro local le había dado la vuelta y ya mandaba por 2-1. En solo 180 segundos el Nàstic encajó dos goles. Dos jugadas le bastaron al Eldense para derribar la muralla edificada a lo largo de 85 minutos. Muchos de ellos en forma de asedio. Con la defensa tarraconense defiendiéndose con uñas y dientes. Solamente hubo un pequeño periodo de unos 15 minutos, los que pasaron entre el gol de Pablo y las ocasiones de Bonilla y las dos de Pochettino, que el equipo de Raül Agné se permitió respirar lejos de la portería de Manu García. Pero tras ese tiempo, por culpa de esa tendencia de defender el botín cada vez más retrasado, el rival se creció y acabó por llevarse los tres puntos.
Dos errores de concentración regalaron dos remates en el área chica. Uno de Pedro Capó, que acababa de entrar en el terreno de juego, y otro de Juanto Ortuño, que también había salido en los últimos minutos del banquillo.
Los minutos finales están penalizando mucho al Nàstic y lastrando un inicio pésimo.
l La empresa sueca, fundada por el consejero grana Fredrik Wester, y el Nàstic han dado un paso más en su relación comercial. A partir de ahora Paradox Interactive patrocinará además del fútbol base al primer equipo femenino de la entidad. De esta manera, el logo de la compañía lucirá en la camiseta de las jugadoras.
Los goles en los últimos diez minutos de los partidos han costado
al Nàstic siete puntos
al Nàstic siete puntos
