El Nàstic acude esta temporada a la Primera RFEF con el sentimiento de venganza a flor de piel. No olvidan los granas lo cruel que fue el fútbol con ellos al dejarles sin ascenso en la agonía. El Málaga fue el verdugo y Eder Mallo su cómplice y eso es algo que pasarán los años y jamás se marchará de la memoria tarraconense.
Con ese escenario sobre la mente se puso a trabajar la dirección deportiva en el mercado de verano. La intención era darle continuidad a la plantilla y al cuerpo técnico, aunque lógicamente metiendo retoques que le dieran un salto cualitativo al equipo. Con la temporada oficial a punto de empezar y el mercado con una semana todavía por delante, se puede decir que el conjunto grana ha conseguido estabilidad en el plantel, pero ha perdido nombres propios a los que sustituir no será fácil.
Una portería con dos altas
En portería, Alberto Varo seguirá gozando del cartel de titular. Eso sí, su competencia ha cambiado por completo. Dani Rebollo, procedente del Zaragoza, ocupará el lugar de Dani Parra como máxima alternativa, mientras que Joan Salvà será el tercer guardameta tras aterrizar del Castellón B.
Zaga casi renovada al completo
En la defensa es una de las líneas en las que ha habido más cambios. La pareja de centrales que hizo al Nàstic ser un equipo muy sólido y que formaba Nacho González y Pablo Trigueros es historia. El sevillano se ha ido al Intercity y el toledano al Andorra. En su lugar han llegado Antonio Leal (Ponferradina) y Gorka Pérez (Lugo), dos nombres contrastados en la categoría que formarán la zaga junto a Unai Dufur, que sigue tras interpretar el papel de tercer central el pasado curso.
Una única novedad en los laterales
En los carriles apenas ha habido movimientos. Pol Domingo y Joan Oriol mantienen la etiqueta de titulares indiscutibles. En el lateral derecho seguirá siendo Tirlea la competencia, mientras que en la izquierda se pasa de Iker Recio a Nil Jiménez, que regresa tras estar un año fuera en la Ponferradina.
Dos fichajes en la sala de máquinas
En la sala de máquinas nadie esperaba cambios y al final del mercado se han producido dos totalmente inesperados. Álex López ha sido una oportunidad que no se podía dejar escapar. Un mediocentro de 27 años con experiencia en el fútbol profesional y que ha firmado procedente del Kalamata de Grecia. Llega para tener galones en una sala de máquinas que cuenta con Óscar Sanz, Ander Gorostidi y Marc Montalvo y que en las últimas horas de mercado añadió la cesión de Biel Vicens, procedente del Barça Atlètic, que también puede actuar de lateral.
Continuidad en las bandas
En los costados, el Nàstic también ha conseguido darle continuidad al equipo. La única baja ha sido la de Andy Escudero que se marchó al Ceuta tras no recibir oferta de renovación grana. En su lugar ha llegado Víctor Narro, un talentoso extremo del Lugo. Más allá del nuevo extremo, Jaume Jardí, Mario Rodríguez, Marc Fernández y David Concha son los otros perfiles en banda que maneja Dani Vidal. En total son cinco extremos que tienen capacidad para jugar a pierna cambiada y a banda natural en función del rival y del contexto del partido. Un hecho que ayuda a Vidal a ser imprevisible en los costados.
Pablo tiene nuevos acompañantes en ataque
Arriba también se ha agitado el avispero. Pablo Fernández resiste en la delantera del Nàstic pese a que ha habido interés de otros equipos en su figura. El asturiano apunta a ser el líder ofensivo, aunque con nuevos acompañantes.
Alan Godoy (Eldense) y Gorka Santamaría (Unionistas) ya son historia y el Nàstic ha firmado a un delantero que quiere formar la dupla perfecta con Pablo. Se trata de Antoñín Cortés, internacional sub-21 y que llega también del Lugo. A ellos se ha unido en el último día, Álex Jiménez, atacante de 20 años procedente del Villarreal C.