Jordi Llagostera dijo adiós el sábado pasado a toda una vida en el Joana Ballart. La pista que le ha visto crecer, cumplir sueños, saborear victorias y digerir derrotas. No debe ser fácil despedirse del que ha sido tu hogar durante tantos años. El vallense se formó en la cantera rojiblanca y durante 11 años ha estado en el primer equipo del CB Valls. Muchos cursos en los que las ha vivido de todos los colores.
El homenaje para despedirle estuvo a la altura de su carrera. No es fácil encontrar jugadores que aman tanto a su equipo y que juegan siempre con el corazón por delante. Así que el Joana Ballart se vistió de gala para la ocasión. El CB Salt fue el rival. No pudo despedirse Llagostera de su casa con victoria (83-90), pero eso fue lo de menos. Tres puntos y una asistencia en ocho minutos fue el último conteo de Llagostera como jugador del Valls. Tras el encuentro, el vallense fue manteado por sus compañeros y recibió un póster en el que rezaba la siguiente frase: «Cor blanc-i-vermell. Sempre CB Valls».
La ya leyenda del CB Valls atiende al Diari solo unos días después de su despedida. Lo hace todavía con la emoción intacta. Decir adiós nunca resulta sencillo. «Fue muy emocionante. Que la afición que te ha visto crecer como jugador y persona durante tantos años te despida de esa manera y coree tu nombre todavía me pone la piel de gallina».
El vallense es un ‘One Club Men’, lo que quiere decir que ha vestido toda su carrera la misma camiseta, algo que le satisface: «Es un orgullo poder decir que solo he vestido la camiseta del CB Valls. Desde que era un niño que mi objetivo era estar el máximo de años posibles en el club».
El CB Valls despide hoy la temporada ante el Mollet, el segundo clasificado de la tabla
La decisión de despedirse del baloncesto es fruto del paso del tiempo. Llagostera tiene claro porque ahora toca poner fin a su carrera: «Me retiro porque pasan los años y cada vez valoro más el tiempo libre. El baloncesto es un deporte que me gusta mucho, pero es verdad que te quita mucho tiempo libre. Me gustaría poder hacer otras cosas y las lesiones tampoco me han ayudado mucho en los últimos años y no he podido tener la continuidad deseada».
Momentos inolvidables
Una carrera tan larga da para mucho y son muchos los episodios de felicidad que Llagostera guarda en su memoria. Tantos, que no se queda con solo uno, aunque el más cercano en el tiempo lo tiene claro: «Son muchos momentos. Tengo cuatro ascensos y nunca he bajado de categoría. Si me tuviese que quedar con uno próximo sería la victoria el año pasado en el derbi ante el CBT en el Serrallo por la manera en la que jugamos. Fue un partido perfecto». También ha habido momentos malos, pero Llagostera no los ve de manera dramática, sino que los percibe como episodios que han fortalecido su carrera: «No borraría nada porque las cosas siempre pasan por algo. Lo que sí que borraría serían las lesiones de los últimos años».
Hoy Llagostera juega su último pratido de rojiblanco en la pista del Mollet. Será su último adiós. A partir de las 18.00 h.