No vamos a andar con rodeos porque la ocasión no lo pide, el Nàstic recibe este sábado (16.00 horas) en el Nou Estadi Costa Daurada la visita de la Ponferradina. Se miden el primero contra el segundo. Dos equipos que en este inicio de temporada han dejado evidencias firmes de que quieren pelear por el ascenso a Segunda División. A estas alturas de curso todavía son palabras mayores, pero viendo el nivel de juego y de identidad que están ofreciendo sobre el terreno de juego es para tener muy en cuenta en esa pomada. Hoy será partido grande, de esos que erizan la piel y se deciden por pequeños detalles.
Que Nàstic y Ponferradina son los dos mejores equipos hasta el momento del grupo I lo dicen los números pero también las sensaciones. Los granas defienden el liderato tras conseguir nada más y nada menos que 16 de los 18 puntos iniciales. Son estadísticas brutales que nadie ha conseguido aguantar. Su ritmo de puntuación es insoportable, pero mientras el zurrón se va llenando.
La Ponferradina es el único equipo que al menos tiene a los tarraconenses a tiro. No ha sido fácil porque para ello ha tenido que sumar 14 de los primeros 18 puntos. Hablamos de otro inicio descomunal, por lo que se miden dos equipos con la inercia de resultados a favor.
El Nàstic está en su mejor momento en los últimos años. La ilusión desborda porque se ve a un conjunto que compite siempre y al que ganarle de momento ha sido imposible. Ya da igual si juega fuera o en casa que siempre resulta peligroso. Tiene las ideas claras, nunca se siente perdido en el partido y es capaz de salir victorioso en diferentes contextos. Si le toca resistir, resiste; si le toca proponer, propone. Es una sinfonía completa.
Probablemente, el conjunto de Dani Vidal esté ante el partido más exigente en lo que va de temporada. Viene de ganar al Lugo, por lo que los temores a otros, pero lo cierto es que la Ponferradina infunde respeto porque es uno de esos proyectos diseñados para estar arriba. Tienen talento y de momento identidad. Créanme que eso no es fácil porque son muchos los proyectos que se ahogan entre tanto dinero. La Primera RFEF es una categoría que recompensa el fútbol y no el dinero y por eso la hace tan mágica y especial.
Cuando la cosa va bien, no se toca nada. Eso debe pensar un Dani Vidal que en las últimas semanas ha metido cambios a cuentagotas en el once inicial y así seguirá siendo para el partido de esta tarde. Apenas hay dudas en el once inicial. Solo en la sala de máquinas, en la que Borja Martínez espera acompanante. Montalvo. Sanz y Gorostidi pugnan por el hueco libre. Vidal decidirá en función de lo que quiere proponer en el partido. Ventajas de contar con perfiles tan diversos.
La otra duda está en el frente de ataque. Pablo Fernández es fijo y busca compañero de dupla. Jardí da esa movilidad y dinamismo que tanto agradece el asturiano, pero Marc Fernández tiene colmillo y talento para combinar. Tampoco hay que olvidar la alternativa de Gorka Santamaría que solo ha sido titular ante el Teruel pero que está listo para aceptar el reto de la tittularidad de nuevo cuando la ocasión se le presente.
Al igual que sucede en la sala de máquinas, Vidal tomará una decisión en base al contexto y no al estado de forma porque lo cierto es que las tres opciones que tiene para el frente del ataque están en un buen momento. Listos para picar e inyectar veneno.
LA FICHA DEL PARTIDO
Posible once del Nàstic: Varo, Domingo, Nacho, Trigueros, Joan Oriol, Montalvo, Borja, Jardí, Escudero, Pablo y Marc Fernández.
Posible de la Ponferradina: Prieto, Carrique, Sibille, Leal, López, Abelenda, James, Lozano, Gómez, Dacosta y Yuri.
Hora: 16.00 horas.
Estadio: Nou Estadi Costa Daurada.