El Nàstic de Tarragona, en boca del abogado y miembro del consejo de administración, Antoine Jordà acusa al colegiado Eder Mallo de «corrupción en el deporte» y de «falsedad documental» por su actuación en el partido de la final del ascenso del play-off contra el Málaga y por contradecir en el acta el informe de los Mossos d’Esquadra.
En esta línea, el club solicita una indemnización de más de cinco millones de euros por los derechos de televisión derivados de no haber subido de categoría, y de 50.000 euros por los perjuicios derivados de acciones como el cierre del campo.
Las consecuencias para el trencilla podrían ir más allá de las económicas: está jugándose la inhabilitación e incluso penas privativas de libertad.
«Hay cosas que son inaceptables: este señor no puede quedar impune aunque sepamos que no recuperaremos ese ascenso y de que muy probablemente se declare insolvente», ha vaticinado Jordà.
No obstante, desde la entidad se piensa que, aunque la querella vaya para adelante y haya una sentencia condenatoria, es jurídicamente imposible que, a nivel deportivo, se anulara el resultado del partido, al haber terceras personas de por medio.
Cabe recordar, no obstante, que el Nàstic tiene pendientes tres partidos de sanción en los que tendría que jugar con el Nou Estadi cerrado. No obstante, este procedimiento penal podría retrasar la ejecución de lo que queda de sanción.
La reconstrucción de los hechos
Jordà se ha preguntado: «En el hipotético caso de que alguien quiera ‘arreglar’ este partido, ¿cómo se hace?», y ha recordado que Mallo expulsó al central grana Nacho González. «El Nàstic marcó dos goles, cosa que genera un grave problema al presunto, y, a partir de ahí, se cometieron una serie de decisiones inexplicables».
Ha puesto el ejemplo de que «al Nàstic le enseñaron cinco tarjetas y una roja, al Málaga cero y cero; no van a encontrar un partido en el que suceda algo similar». «Luego, paró el partido sin avisar al delegado porque cayeron cuatro balones al campo», ha añadido.
Además, Jordà ha apuntado que «en el descanso de la prórroga, el árbitro le pidió un relajante muscular al doctor porque estaba nervioso y no podía continuar, no se acaba de entender a no ser que se le estuviera escapando algo, ya que el equipo local iba ganando 2-0 y el ambiente era festivo, ¿por qué se pone nervioso?».
El Nàstic también denuncia que «el partido, que era de 90+30, o sea, 120, duró 122 minutos más el descuento», ya que el cuarto árbitro mostró el cartel del tiempo añadido en el minuto 122 del duelo: «No había pasado nunca y, después de todo este desaguisado, ascienden a este árbitro a Segunda División».
«En todos los colectivos hay una manzana podrida»
«La querella es contra este señor, no contra el colectivo, al que le tenemos un respeto tremendo, ya que nos han llamado muchos árbitros de fútbol y de otros deportes que nos apoyan porque en todos los colectivos hay una manzana podrida», ha señalado Jordà, quien asegura que todos los inputs que han recibido hasta ahora son de apoyo.
En cuanto a la Federación y al Comité Técnico de Árbitros, ha comentado que espera «que no haya ninguna repercusión»: «Ya solo faltaría que una persona jurídica no pudiera acudir a la justicia ordinaria; sería peligroso que hubiera represalias».
El miembro del consejo también ha puntualizado que «el acta va totalmente en contra del informe de los Mossos d’Esquadra; me gustaría saber si con anterioridad ha pasado algo similar».
Por otra parte, se han destacado las descalificaciones que, según el informe de la agencia de detectives contratada por el Nàstic, Mallo profirió contra Tarragona y contra los Mossos d’Esquadra. Y es que la investigación privada ha determinado una animadversión hacia la ciudad y la policía catalana.
Y ello se refleja en la conversación que el investigador mantuvo con él cuando dice que Tarragona es «una puta mierda» y que los Mossos d’Esquadra «son unos hijos de la grandísima puta. No hay policía más corrupta que esa».
¿Relación con otros organismos?
Desde el club no se ha querido relacionar la querella al árbitro con otros posibles organismos que pudieran haber tenido que ver en un supuesto delito de corrupción por parte del colegiado Eder Mallo. «¿Hay algo más detrás del árbitro? No lo sabemos, no está a nuestro alcance saberlo y solamente la investigación judicial podrá decirlo», ha indicado el catedrático en derecho penal, Fermín Morales, quien ha elaborado la querella.
Ha comentado también que «ha habido un gran esfuerzo investigador que ha sido capaz de conjugar una serie de indicios que han sido muy difíciles de obtener».
El club no ha cuantificado dicho esfuerzo, limitándose a explicar que «había ganas de ir a poner la denuncia justo cuando se acabó el partido, pero se esperó».
«Ha habido un gran esfuerzo para reconstruir los hechos y para aglutinar pruebas periciales que acreditan que el acta contradice lo que dice el informe de los Mossos, que estaban presentes», ha añadido, poniendo el foco en que el contenido del acta del colegiado fue el que provocó el cierre del Nou Estadi.
Morales también ha valorado que, cuando recibió el expediente, expresó al club que «si las pruebas eran sólidas y acreditaban la intención del árbitro de alterar el resultado, se presentaría la querella».
Al cabo del tiempo, el club presentó al catedrático el informe: «Creo que acreditan un delito de corrupción en el deporte por la predeterminación de alterar un resultado deportivo».
Próximo paso: admisión a trámite
El próximo paso del proceso sería la admisión a trámite por parte de la Fiscalía en unas semanas: «Esperamos que nos acompañe», ha manifestado el catedrático, insistiendo en que «no hay literatura ni especulaciones en la querella; todo está basado en pruebas e indicios que van en una misma dirección». «El Nàstic ha hecho un esfuerzo infrecuente y poco habitual», ha sentenciado.