El técnico del Nàstic de Tarragona, Dani Vidal, ha pedido el máximo apoyo de la afición para el partido de este sábado (17.00h) ante el Unionistas de Salamanca en el Nou Estadi Costa Daurada. Los grana, que vienen de perder en Sestao, necesitan reencontrarse con la victoria para seguir copando puestos de playoff e incluso acabar la jornada segundos si ganan y pierde la Ponferradina.
«Desde el día del Barça hacia aquí he notado un punto más en el ambiente. Lo necesitamos, no somos un Ferrari en esta categoría», reconoció el entrenador, que insistió en la importancia de que «todos vayamos de la mano, desde el entrenador hasta el último aficionado».
El partido será especial por el regreso de Gorka Santamaría, ahora en Unionistas, y también por el estreno del nuevo entrenador rival. «Las primeras semanas con un nuevo técnico siempre traen un punto más de agresividad e intensidad», avisó Vidal, que espera un rival incómodo y muy competitivo.
Sobre el estado del equipo, destacó que llegan con «ganas de volver a jugar en casa» y que, pese a las bajas, confía en la plantilla. Lamentó la lesión de Borja Granero: «Es una faena. Se operó ayer y todo fue bien, pero es una baja importante». Además, confirmó que David Juncà está recuperado, aunque no jugará de inicio.
La vuelta de Pablo Fernández, aunque no sea para jugar de inicio, le da variantes ofensivas al técnico, al poder jugar con uno o dos delanteros. No obstante, no quiso dar pistas: «Podemos empezar con una idea y acabar con otra. Tenemos alternativas». También reconoció que tienen muchos jugadores apercibidos, como son Gorostidi, Montalvo, Jardí y Marc Fernández, pero que no lo condicionará: «Tenemos recambios suficientes. No vamos a gestionar eso antes del minuto 80».
Por último, Vidal espera romper la estadística negativa ante Unionistas, un rival al que nunca ha ganado: «Es un reto. Algún día tiene que romperse la racha y espero que sea mañana».
