Fer Ruiz corta la racha (Fuenlabrada 2-1 Nàstic)

La Primera RFEF no es un cuento de hadas por mucho que el Nàstic se haya pasado siete jornadas consiguiendo que su aficionado así lo crea. Va a ser una temporada con momentos duros y al conjunto grana le tocó pincharse con la primera espina del año frente al Fuenlabrada. Comenzó ganando, pero terminó perdiendo porque en cinco minutos encajó más goles que en todo lo que se llevaba de temporada. Fue el fin de una racha bonita que deja al Nàstic arriba y con la ilusión intacta. Tocaba perder algún día y se hizo teniendo muy buenos momentos de juego, por lo que no toca hacer dramas.

Este Nàstic se ha ganado el respeto de todos. Han pasado ya siete jornadas y el factor sorpresa ya se ha disipado. El conjunto grana ya es temido. Bastó ver la salida en el Fernando Torres para comprobarlo de primeras. El Fuenlabrada le trató con el respeto que merece y lejos de salir en busca de una tromba de juego y ocasiones compareció con pies de plomo intentando que sucediese más bien poco.

El equipo de Dani Vidal rápidamente entendió que iba a ser un partido en el que iba a tener cuero. No iba a ser un duelo de juego aéreo y poco césped. Por eso comenzó a realizar circulaciones de balón repletas de paciencia y coherencia. Fue una manera de decirle al Fuenlabrada que aceptaba al reto. Si le tocaba mandar durante algunas fases, lo iba a hacer sin problema.

Con el paso de los minutos todo se fue igualando y el Fuenlabrada tuvo sus momentos de partido en la primera mitad. No le sacaron los colores al Nàstic porque si algo ha demostrado el conjunto grana es ser la mejor defensa de la categoría. Lo volvió a hacer porque nunca se descompone. Siempre existe la ayuda y las dos líneas de cuatro parece que juegan con una cuerda imaginaria que les ataca. Máximo equilibrio, máxima disciplina.

Un centro tenso de la muerte que no encontró rematador y un disparo de Bravo desde la frontal que se marchó por la línea defensiva fue lo máximo que pudo rascar un conjunto local que durante algunos minutos llevó el peso del partido pero que se encontró con un muro liderado por Alberto Varo.

No es que el Nàstic tampoco tuviera demasiadas ocasiones. Tuvo el balón, pero le faltó maldad en los metros finales cuando el Fuenlabrada se encerraba. A campo abierto tampoco tuvo la precisión suficiente como para armar transiciones serias de peligro. La más clara fue en el arte que tanto domina. Otra vez el balón parado casi da rédito. Fue en un córner que cumplida la media hora botó Borja Martínez y quedó con el cuero suelto dentro del área. Gorostidi reinó en el desconcierto y sacó un disparo a la media vuelta que apuntaba a desatar el delirio tarraconense. Nadie contaba con el pie de Belmán que apareció con una parada de mucho mérito para dejar el 0-0 en el marcador. La segunda parte tenía mucha tela que cortar.

Si algo le faltaba a Borja Martínez es añadir gol a su repertorio para convertirse en el futbolista del Nàstic en lo que va de temporada. No solo organiza con el cuero, se sacrifica con él, sino que ahora también es capaz de abrir latas. Fue un golazo el suyo nada más comenzar la segunda mitad. De puro arte, al más estilo Toni Kroos. Golpeo con el interior desde la frontal y pegadita al palo de Belmán al que batía para poner al Nàstic, al líder, por delante en el marcador.

Con el resultado de cara, el Nàstic quiso jugar con el resultado y aprovecharse de su muro defensivo. No lo logró porque el Fuenlabrada agitó el duelo y la racha de Varo llegó a su fin. Casi lo logró Benito con un cabezazo que pasó cerca de la meta del de La Canonja. Fue el primer aviso porque en el segundo intento ya no hubo perdón. Fer Ruiz conectó un remate dentro del área en un córner en el que Varo no pudo hacer nada.

El gol le sentó muy mal a un Nàstic que por primera vez en la temporada se vio claramente afectado. El gol fue un mazazo en lo anímico que desdibujó por completo a los de Dani Vidal. El Fuenlabrada entendió que era su momento y lo aprovechó. Fue fútbol fácil. Centro y cabezazo de Fer Ruiz para marcar en segundo. Al Nàstic que solo le habían marcado un gol en toda la temporada le hacían dos en menos de cinco minutos. El fútbol es así.

Quedaba un cuarto de hora para intentar empatar el encuentro, pero el Nàstic no encontró soluciones para ello. Solo Borja y Montalvo con dos disparos desde la frontal hicieron soñar a los granas, pero no era el día. Lo anímico superó a lo futbolístico y la primera derrota llegó de manera cruel. Toca levantarse. Serán capaz de ello. No lo duden.