Fundado en 1974, el Circuito de Calafat enclavado en el término municipal de l’Ametlla de Mar se convirtió desde los inicios en un trazado referente a nivel nacional y ha sido escenario del nacimiento deportivo de innumerables pilotos de prestigio. En el momento de su inauguración, el de Calafat se convertiría en el segundo circuito permanente construido en el estado español uniéndose al mítico madrileño del Jarama.
Gestado e impulsado por la familia Mangrané y Carmelo Ezpeleta, quien ahora capitanea Dorna enrolado como CEO de MotoGP, Calafat surgió como respuesta a la necesidad que se había creado por tener más circuitos en España debido al crecimiento exponencial de la afición por el motor. Marcas como Seat, Bultaco, Renault o Derbi y varios pilotos de ya consagrados por aquel entonces como Antonio Zanini, Salvador Cañellas o Josep Maria Arenas se convirtieron en participes del proyecto de construcción del emblemático circuito en la segunda mitad del siglo pasado.
En las últimas cinco décadas, sus ahora 3.250 metros de cuerda -2.500m en el momento de su estreno- han sido testigos del paso de innumerables pilotos del mundo del motor que a la postre acabarían convirtiéndose en eminencias de su disciplina como Ángel Nieto, Sito Pons, Joan Garriga, Jorge Martínez ‘Aspar’, Álex Crivillé, Alberto Puig o Carlos Cardús, entre otros.
Berni Álvarez: «Ha sido un referente para hacer crecer el motociclismo y el automovilismo»
Las competiciones del Superprestigio o el Criterium Solo Moto reunían planteles de pilotos de altísimo nivel que ya entonces se encontraban compitiendo en el Mundial de Motociclismo.
En su pleno apogeo, Calafat llegó a acoger a más de 40.000 espectadores durante las celebraciones de esas carreras, unas cifras dignas de reconocimiento y que poco tienen que envidiar a las actuales de MotoGP o World Superbikes.
En ese sentido, Calafat, en palabras del Conseller d’Esports de la Generalitat, Berni Álvarez, «ha sido un referente para hacer crecer el motociclismo y el automovilismo» tanto a nivel regional como nacional. Calafat, junto con el Jarama, fueron a todas luces los artífices del significativo aumento de interés por las competiciones de motor en España, hecho por el que se han acabado consagrando como los grandes exponentes a nivel de trazado e instalaciones.
Hoy en día, Calafat sigue recibiendo la visita de miles de apasionados del mundo del motor que provienen no solo de distintos puntos de España sino también del resto de Europa. A lo largo de 330 días al año, las instalaciones son también escenario de desarrollo y pruebas del máximo nivel de distintas disciplinas que conforman el automovilismo.
En el carril de boxes y justo a los pies de la torre de control, santo y seña del trazado, se descubrió a media mañana del pasado viernes una placa en reconocimiento «a las cinco décadas de historia, pasión y dedicación al mundo del motor». A la izquierda, un mural de un número cincuenta decorado con motos y coches clásicos completa el que ya es un nuevo emblema del histórico circuito.
Como todo trazado que se precie, Calafat se ha tenido que someter a distintas remodelaciones y adaptaciones a los nuevos tiempos. Una de las más significativas fue la introducción de un circuito de RallyCross de 715 metros de longitud en las inmediaciones del trazado de velocidad donde desde hace ya algunos años se celebra una prueba del Campeonato de España de dicha disciplina. José Vicente Medina, vicepresidente de la Real Federación de Automovilismo de España (RFEDA), calificó las de Calafat como «las mejores instalaciones de RallyCross del país». Por otro lado, en la pasada década se aumentaron el número de escapatorias porque así lo requieren los coches y motos actuales. También se ha construido una pista de drift de 770 metros además de diversas variantes que simulan trazados urbanos con el objetivo de asemejarse en la medida de lo posible a los circuitos donde se dan citan las competiciones de Formula E, TCR y ETC.
La actividad del circuito de Calafat tiene un significativo «impulso económico sobre l’Ametlla de Mar y Terres de l’Ebre», tal y como señaló Eva del Amo, alcaldesa de dicho municipio.
Lejos de quedarse estancado y viviendo de las rentas del pasado, el Circuito de Calafat sigue reinventándose para dar respuesta a las necesidades y exigencias de la competición de estos tiempos para convertirse a todas luces en un circuito polivalente y continuar haciendo historia, como mínimo, otro medio siglo.