Carles Coll: «Quiero inspirar a quien sueñe con una meta»

El tarraconense, de 23 años, rememora su título mundial de los 200 metros braza junto a la piscina del Tàrraco que le vio crecer como nadador

18 diciembre 2024 21:11 | Actualizado a 19 diciembre 2024 07:00
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El hall del Club Natació Tàrraco está literalmente invadido con diversas fotografías de un eufórico Carles Coll Martí (Tarragona, 23 años) celebrando el título mundial de los 200 metros braza en piscina corta que conquistó en el pasado viernes en Budapest. Las muestra con orgullo el histórico club que fue la cuna de este joven tarraconense, el primer nadador nacional en ganar este certamen en categoría masculina. Lo hizo con la octava mejor marca mundial de toda la historia (2.01.55 minutos). El campeón, olímpico en París, atiende al Diari de Tarragona precisamente junto a la piscina donde empezó a nadar de pequeño.

¿Es consciente de lo que acaba de conseguir?

Ser campeón mundial era uno de mis sueños desde pequeño. Pero soy la misma persona, y me queda camino por recorrer. No quiero parar aquí, quiero seguir soñando.

¿Esperaba este resultado antes de viajar a Budapest?

Hace cinco o seis meses no lo esperaba. Pero después de los Juegos Olímpicos de París desperté como deportista, me di cuenta de lo que quiero conseguir y de por qué me estoy sacrificando tanto: para marcar historia e inspirar a otra gente.

¿En qué se inspira Carles Coll?

Hace unos meses cayó en mis manos un libro titulado ‘The Secret’ (titulado en español ‘La ley de la atracción’). Habla sobre las maneras como funciona el universo; las desconocemos. Creo sinceramente que todo lo que pasó el día del 200 braza ya había pasado antes en mi mente. Había visualizado que ganaría, como me subiría a la corchera, como lo celebraría.... en ningún momento pensaba en la plata ni en el bronce. Nada pasa por casualidad, y eso lo piensa cualquier deportista que ha tenido un gran éxito en su vida.

¿Y lo visualizó en el 200 braza? Llegaba con mejor ranking en los 100 estilos y en esa otra final pasó mejor posicionado...

Los 200 braza era la prueba que había visualizado y que tenía claro que me saldría superbien.

Además del oro logró también nueve records de España ¿A quién dedica estos éxitos?

A toda la gente que ha estado a mi lado cuando las cosas no me salían bien, cuando quedaba treinta y pico del mundo, veinti algo de Europa.... lo dedico a mi hermana, a mi familia, a mis amigos, y a los MDFC.

¿Los MDFC?

Sí, son los amigos que tuve en el CAR de Sant Cugat, cuando residí allí entre los 15 y los 18 años. Son Marcelo Cairo, Robert Vilarasau, Ferran Siré y Mario Molla. Son mis hermanos. Antes de competir siempre beso el tatuaje que tengo en el pie con esas siglas. Me sirve para acordarme de que, pase lo que pase, siempre les tendré a mi lado y yo a ellos.

Ha recibido centenares de mensajes de felicitación ¿Cuál le ha sorprendido más?

Hay varios. El de Jessica Valls, que se retiró hace dos semanas. Es bracista, ha sido un referente para mí, y una persona que tuvo su éxito en la parte más tardía de su trayectoria. Y me inspira que hay que tener paciencia, confianza y constancia. También me hizo muchísima ilusión las felicitaciones que me dieron en persona el bracista chino Qin Haiyang, que tiene el record de mundo de los 200 metros braza en piscina larga, y la del ruso Kirill Prigoda, actual plusmarquista mundial de los 200 braza en piscina corta.

Sus padres fueron nadadores de élite. ¿Qué le han dicho?

Ellos siempre me han persistido en que sea feliz y haga lo que me llene. Nunca han buscado que sea campeón del mundo. Me di un abrazo con ellos nada más acabar. Vinieron a verme en directo a Budapest y justamente llegaron para la final de los 200 braza. Fue superespecial. Esta medalla es la prueba de que con sacrificio, constancia y felicidad se puede lograr todo.

¿Por qué cree que estas marcas han salido ahora y no antes?

Porque llevo un año con continuidad y siendo constante y ahora ha salido todo el trabajo acumulado. Antes, en estos cuatro años y medio que llevo en Estados Unidos, no lo había conseguido por diferentes motivos que me obligaban a parar cada dos o tres meses: tuve una necrosis bastante importante en la mano derecha, el desgarro de un tendón en el hombro, me rompí dos ligamentos del pie jugando a volei playa y durante la pandemia el COVID me afectó mucho los pulmones.

¿En qué le va a cambiar ser campeón del mundo?

Tengo una responsabilidad. Soy un ejemplo a seguir para muchas personas y quiero inspirar a la gente que sueña con una meta.

¿Estos éxitos refuerzan que la decisión de marcharse a la Universidad de Viginia Tech hace cuatro años para poder entrenar con Sergi López fue la más apropiada?

Fue una decisión personal creo que buena porque pude abrirme al mundo, estudiar una carrera (Ciencias de la Vida) y vivir como cualquier adolescente. Sergi es mi entrenador, pero también mi maestro a nivel mental. El tiene una perspectiva de la vida distinta a otros entrenadores, y me ha enseñado a verlo todo de otra manera.

¿En qué cree que ha mejorado desde que se marchó?

Tener a un preparador físico y dedicarme en el gimnasio me ha ayudado muchísimo para trabajar la fuerza y la potencia.

¿Puede progresar más aún?

Biológicamente debo crecer aún, y por tanto mi rendimiento puede ir a más. Otros nadadores ya habían explotado bastante antes de mi edad.

¿Piensa ya en los JJOO de los Angeles’2028?

Llegaré con 26 años, y creo que estaré en mi pico alto de forma física y de estado mental, con experiencia y confianza para rendir al máximo.

¿Va a seguir en Estados Unidos hasta entonces?

No lo sé aún. Puedo quedarme allí o irme a otro país cuando acabe mi carrera, me falta muy poco. Pero ahora quiero centrarme en las pruebas que me quedan.

¿Cuáles son?

La Copa de España de clubs, este fin de semana con mi club, el CN Sabadell, y en marzo las finales de la NCAA universitarias, donde están los mejores sub25 del mundo.

Está pasando estos días en Tarragona. ¿Qué echa más de menos de la ciudad?

El pescado fresco, la gente de aquí, mis amigos de Sant Pau Apòstol, las playas y las fiestas de Santa Tecla; llevo cuatro años sin poder disfrutarlas.

Y cuando pisa el Club Natació Tarraco, ¿qué siente?

Me vienen a la mente imágenes de cuando era pequeño, de hace diez años; si tuviera una máquina del tiempo la haría servir y le diría a aquel Carles que muchas gracias por todo lo que hizo.

¿Qué les diría a quienes empiezan en la natación?

Que busquen su sueño. Y que lo hagan para sí mismos, no por la fama. Si no hubiese una entidad como el Club Natació Tàrraco, seria y con ganas de formar no solo a deportistas sino también a personas no habría llegado donde estoy ahora. Aquí aprendí y siempre les estaré super agradecido.

«No quiero parar aquí, me queda camino por recorrer»
Carles Coll
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