Andrea Fuentes sigue agrandando su leyenda. Después de cuatro medallas olímpicas en su etapa como nadadora de sincronizada la de Valls ha llevado ahora como entrenadora a Estados Unidos hasta la plata en la modalidad por equipos en los Juegos de París 2024.
Un éxito brutal ya que el conjunto norteamericano llevaba 16 años sin disputar una cita olímpica y 20 sin pisar su podio. Fuentes lo ha conseguido seis años después de su nombramiento con una incansable labor, creando un nuevo equipo prácticamente desde la nada.
En estos Juegos se ha notado su excelente trabajo. Tanto en la rutina libre disputada el lunes como en técnica del martes y en las acrobacias de este miércoles, donde mucho ha tenido que ver su marido, el exgimnasta olímpico barcelonés Víctor Cano, que también forma parte de la estructura técnica de las estadounidenses.
El ejercicio con el que ratificaron su medalla de plata fue preparado con tal minuciosidad por Fuentes que ella misma se encargó de realizar el montaje musical con la fusión de 100 cortes distintos. Incluso figuran algunos en la que la propia Andrea toca la batería, una de sus grandes aficiones. Una muestra de la pasión que le pone la vallense.
Estados Unidos logró la medalla de plata con una nota final de 914,3421 puntos. Únicamente le superó China, entrenada por Ana Tarrés, la mentora en el agua de la propia Fuentes, que también logró su particular éxito al ganar la prueba con 996,1389 puntos, mientras que España fue bronce con un total de 900,7319 puntos.
Las españolas volvieron en su caso a un podio olímpico 12 años después, con un equipo integrado por Txell Ferre, Marina García, Lilou Lluis, Txell Mas, Alisa Ozhogina, Paula Ramírez, Iris Tío y Blanca Toledano.
España volvió a un podio olímpico 12 años después, en Londres, con la propia Fuentes
Es la tercera medalla olímpica que logra España en la modalidad por equipos (ya fueron plata en Pekín 2008 y bronce en 2012, ambas con la propia Andrea Fuentes en aquellas formaciones).
Enfundadas en sus bañadores oro y negro las nadadoras españolas encandilaron al público presente en el Centro Acuático de París, que jaleó cada uno de sus movimientos.
Un vibrante ejercicio que obtuvo una puntuación de 267,1200 puntos, que obligaba a Japón a superar, al menos las 258 unidades, si quería arrebatar el último escalón del podio a las españolas.
Sin embargo, el ejercicio «Lagartos» que presentaron las niponas, tan solo pudo alcanzar los 272,5533 puntos, lo que aseguraba a España regresar a un podio olímpico doce años después. Poco importó que, a diferencia de los Juegos de Londres, el metal fuera de bronce y no de plata, ya que con este podio quedó claro que España regresa a lo más alto de panorama internacional en la natación artística.