La jefa está de vuelta y más fuerte que nunca. Ana Peleteiro ya es campeona continental después de un concurso donde ha demostrado a las rivales desde el primer salto quién manda en el triple salto en Europa. Con esa concentración y esa garra que derrocha cada vez que pisa el pasillo de saltos, la gallega ha abortado el intento de Danismaz de cuestionar su supremacía. Solo en el segundo intento, con ese salto de 14.57 metros de la turca, Ana Peleteiro (Ribeira, 28 años) ha perdido el control de la prueba. Pero su respuesta en el cuarto salto ha sido demoledora, un auténtico golpe sobre la mesa. 14,85 para recordar que ella es una de las mejores triplistas del mundo, bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio con un 14,87 que fue récord de España. Hoy se ha quedado a dos centímetros de esa marca para demostrar que su puesta a punto para la cita olímpica de París apunta a grandes cosas. El oro y la barrera de los 15 metros están al alcance de esta atleta volcánica que no deja indiferente a nadie. La pupila de Iván Pedroso dice siempre lo que piensa y eso le lleva a tener voces críticas y lo que es peor, a sufrir pasajes racistas como poco antes de este Europeo, lo que denunció la prueba atleta. La de hoy es su respuesta, la de una deportista enorme que está llevando al atletismo español a cotas muy altas en el triple salto. Es la mejor forma que tiene de responder una estrella que está de vuelta después de su maternidad en 2022, lo que la llevó a perderse aquella temporada y prácticamente también la de 2023, donde regresó para empezar a engrasar su maquinaria de cara a este 2024 donde está convencida de ofrecer una versión mejorada de sí misma. De momento, ha logrado su primer gran éxito al aire libre, porque en su palmarés hasta ahora estaba el título continental de Glasgow 2019 de pista cubierta, pero el oro se le había resistido en la temporada exterior hasta hoy. Y también ha conseguido retomar el camino que había escrito hasta esos 14.87 de Tokio en 2021.
Ahora, Peleteiro se muestra más madura, más centrada y motivada que nunca tras ser madre y casarse con el también saltador Benjamin Compaoré. "Siempre me han dicho que hacía muy bien las cosas, pero podía dar más de mí, en los estudios, en el atletismo... Y al final me quedó grabada esa exigencia conmigo misma que nunca me hacía valorar todo lo que hacía. Y ahora he logrado dar valor a las cosas que hago. Es importante ser exigente, pero también valorar los resultados", declaraba la gallega en una entrevista con este periódico el pasado año. "Después de ser tercera en los Juegos fue difícil mantener la tensión deportiva. Es aquello de '¿y ahora qué?' Empecé a hacer cosas que me llenaban fuera del atletismo, en la televisión, en publicidad, y me pregunté si me merecía la pena exigiéndome y dándolo todo por el atletismo. Y la respuesta es que sí. Además después de la maternidad, tras más de un año sin competir, tengo claro lo mucho que me gusta y que me llena el atletismo", afirmaba.
Esta es la nueva Peleteiro, la que busca nuevas metas en su carrera deportiva. Afincada desde hace años en Guadalajara donde tiene en Pedroso a ese entrenador-consejero con el que tuvo sus disputas, "pero ahora estamos mucho mejor" y donde entrena con ese grupo en el que Yulimar Rojas, la plusmarquista mundial y campeona olímpica, está de baja por una grave lesión de la que se recupera, Peleteiro se preparará ahora para el gran objetivo, los Juegos de París. Mientras tanto, disfrutará del éxito logrado esta noche en Roma, donde ha demostrado que es capaz de todo. "Ahora siento que soy otra persona, después de todo lo que he vivido, por todo lo que he pasado, estoy muy feliz con lo que tengo. Disfruto con el deporte, con todo lo que hago fuera, me van muy bien las cosas, tengo a mi pareja, soy madre... Si me preguntas en 2016 cómo querría ser, te diría que como la Ana de ahora, tener la vida que tengo ahora. Estoy tan feliz que a veces comento que a ver si me va a faltar esa mala leche que necesito para competir...". Hoy ha quedado claro que sigue intacta para acabar con la resistencia de sus rivales en el pasillo de saltos.
Attaoui plata La medalla de Peleteiro ha llegado acompañada de otro éxito del mediofondo español. Mohamed Attaoui ha sido el representante del trío de atletas nacionales que se ha subido al podio en la final de 800 metros. Nacido en Beni Mellal (Marruecos), Attaoui llegó a España con seis años, afincándose con su familia en Torrelavega, donde entrena a las órdenes de Raúl Gutiérrez. Tras obtener la nacionalidad española, Attaoui se ha convertido en una de las grandes promesas del mediofondo y lo ha ratificado hoy con unos últimos 300 metros fantásticos, donde ha superado a un Álvaro de Arriba muy ambicioso con un ritmo muy intenso de carrera, y donde solo el francés Gabriel Tual le ha apartado de lo más alto del podio. De Arriba ha sido cuarto y Ben sexto. También cuarta ha sido Esther Gerrero en el 1.500 después de un final que le ha dejado muy cerca del podio.