La historia de rebelión de Álex Jiménez, delantero del Nàstic de Tarragona

El joven delantero estrenó titularidad y brilló en el frente del ataque junto a Pablo Fernández ante Osasuna

25 octubre 2024 16:06 | Actualizado a 25 octubre 2024 16:10
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Cuando el mercado de verano llegaba a su punto final, Javi Sanz logró firmar a ese tercer delantero que tanto ansiaba Dani Vidal. El perfil estuvo claro desde el principio, pero encontrar a la figura indicada no fue sencillo. Finalmente, Álex Jiménez fue el elegido. Un delantero que llegaba procedente de la cantera del Villarreal en busca de darle un salto a su carrera. Una oportunidad de mercado de esas que hay que ser valiente para aprovechar. A veces en las horas bajas de los futbolistas es cuando más hay que creer en ellos. El fútbol y vida son etapas.

Jiménez vivió el año pasado una temporada con dos versiones totalmente distintas. En la primera parte del curso le tocó vivir el lado oscuro de la pelota. Llegó al Sestao River en calidad de cedido por parte del Villarreal con el objetivo de exhibir virtudes y olfato goleador en Primera RFEF. Lo que apuntaba a ser una cesión idílica se terminó convirtiendo en una pesadilla efímera. Nueve partidos (solo dos como titular) para un total de 257 minutos fue con todo el rodaje que contó en el País Vasco. Una situación desesperante para un atacante de solo 20 años por aquel entonces. Ni goles, ni minutos. Jiménez debía salir.

Una etapa en Sestao efímera

A principios de diciembre, Villarreal y Sestao alcanzaron un acuerdo para romper la cesión del ariete. Allí Jiménez comenzó a ver la luz y regresó al Villarreal ‘C’ de Tercera RFEF para completar una buena segunda vuelta de la temporada. Toda la confianza y goles que añoró en tierras vascas aparecieron en su vuelta a casa. Siete goles le sirvieron para demostrar que su fútbol estaba para cotas mayores, aunque su primera experiencia en Primera RFEF no hubiese sido fructífera.

En verano apareció el Nàstic para ofrecerle ese contexto en el que volver a creer. Tarragona fue el destino que se cerró en el último día de mercado de verano y desde el 31 de agosto todo va viento en popa.

Álex Jiménez desde un primer momento llamó la atención de sus compañeros y del cuerpo técnico. Un futbolista con calidad, brega y que completaba unos muy buenos entrenamientos.

Es por eso que Dani Vidal le fue dando poco a poco más minutos, llegando a afianzarse en el rol de revulsivo. En la derrota en Barakaldo, el delantero de Águilas pudo ser héroe, pero falló un mano a mano que le impidió acaparar focos.

Titular por sorpresa

La debacle de Arenteiro (4-0) provocó que Dani Vidal apostase esta pasada jornada por darle aire fresco al once inicial. Pocos contaban con que Álex Jiménez iba a ser titular frente a Osasuna Promesas, aunque desde dentro no extrañó tanto porque sus entrenamientos y sus minutos de revulsivo en los partidos reclamaban paso.

Álex Jiménez completó un debut como titular ante el filial rojillo más que convincente. Tuvo personalidad, talento y hambre. Fue un ariete que mezcló perfectamente con Pablo Fernández.

Acudió al espacio cuando tocaba, cayó a banda izquierda generando superioridades en esa zona y fue una solución constante en el frente cuando el equipo grana quería progresar. Solo le faltó un gol que impidió el larguero en la segunda mitad para firmar un estreno de cine.

El debut de Álex Jiménez de titular ha llamado la atención de todos. El Pablo-Antoñín que se recitaba de memoria en el frente ya no se hará de tal manera. El de Águilas pide paso.

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