Aina Cid: «Nuestro objetivo es dar el 100%, eso nos pondrá en el sitio que nos corresponda»

Tarraconenses en los Juegos Olímpicos de París (4/7). Hoy la ampostina Aina Cid, que buscará su ansiada medalla olímpica en la modalidad de remo dos sin timonel

25 julio 2024 22:42 | Actualizado a 26 julio 2024 14:00
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Aina Cid (Amposta, 1994) afronta sus terceros Juegos Olímpicos en la plenitud de su carrera. Tras más de una década brillando en la exigencia de la élite del remo, un deporte minoritario donde el más mínimo fallo puede condicionar el futuro profesional, la ebrense afronta la cita olímpica de París con la lección aprendida respecto a Tokio 2020. Con el foco en la medalla de oro, Cid tiene claro cuál será la clave en competición. «Rendir al 100% y ser capaces de trasladar lo trabajado en los entrenamientos para la competición. Eso nos pondrá en el sitio que nos corresponda».

La remera del Club Nàutic Amposta arrancará su tercera cita olímpica consecutiva este domingo 28 de julio, en las mangas eliminatorias de la modalidad dos sin timonel, en el Estadio Náutico Vaires-sur-Mane. Lo hará junto a la aragonesa Esther Briz, con quien comparte el sueño de convertirse en la primera tripulación española en alcanzar el podio en remo. Es su tercera pareja en unos Juegos y forman equipo desde el marzo del año pasado. Pese a su corta trayectoria juntas, solo tardaron dos meses en coronarse con el bronce en el Europeo de Bred. Más tarde también alcanzaron el podio en la Copa del Mundo de Varese.

«Nos compenetramos muy bien; es una persona muy positiva que aporta un ambiente muy vivo. El hecho de que sea seis años más joven y se estrene en unos Juegos aporta la novedad, mientras que yo tengo la veteranía y experiencia», expresa Cid, quien añade que la relación que tienen es «como si fuéramos hermanas».

De naturaleza competitiva, la esperanza de España en remo aún tiene la espina clavada en los Juegos de Tokio. Repitió la sexta plaza lograda cinco años atrás en Río de Janeiro junto a Anna Boada, aunque fue asimilada con un sabor mucho más amargo. En Brasil, el escenario de clasificar para la final era una quimera, mientras que en Japón la presión de luchar por las medallas mermó a la pareja formada por Cid y Virginia Díaz. «No fuimos capaces de rendir al máximo ni como lo hacíamos en los entrenamientos», reconoce la ebrense, entrenada por su compatriota tortosino Xavi González Nieto.

La ansiada medalla supondría el broche a una carrera histórica y laureada

Es por ello que el objetivo para París no es otro que entregarse al máximo para poder trasladar las marcas alcanzadas en entrenamientos al día D. Unos valores ‘esperanzadores’ en palabras de Cid, que junto a Briz tratarán de romper la maldición del remo olímpico español, deporte en el que no se consigue medalla desde 1984.

En este sentido, la galardonada como mejor deportista catalana en 2020 subraya la confianza con la que acude a París junto a Briz, tras haber hecho en el último mes «los mejores entrenamientos que habían hecho nunca juntas».

Junto a Briz, forman un tándem muy sólido en el que encarnan la frescura y experiencia. Pese a que las responsabilidades están muy divididas, la zaragozana se coloca al frente, marcando el ritmo, mientras que desde atrás Cid mantiene la visión y lleva la voz cantante durante las regatas.

La ansiada medalla supondría el broche a una trayectoria histórica. Cid ha roto moldes en la disciplina, alzándose junto a Virginia Díaz con el primer oro de la historia del remo español en unCampeonato de Europa, el disputado en Lucerna (Suiza).

Y lo ha hecho en un sector, el de los deportes minoritarios, donde el margen de error es mínimo. Ante la falta de apoyo en forma de financiación privada, pese a ser una de las referentes del remo a nivel mundial, sin las becas de la Asociación de Deportes Olímpicos (ADO), su equipo técnico no podría cobrar su sueldo.

Aunque por un lado los Juegos Olímpicos representan uno de los mayores escaparates mundiales, oportunidad única cada cuatro años, a su vez suponen una presión añadida de tener que alcanzar unos resultados mínimos que garanticen su futuro como profesional.

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