Sant Fèlix: Una diada difícil de olvidar

La pequeña Mia, protagonista de la jornada. La caída del ‘4de9 sense folre’ de la Colla Vella y la evacuación de una niña castellera en helicóptero obligó a interrumpir la actuación en la plaza de Vilafranca durante más de una hora

30 agosto 2024 21:35 | Actualizado a 30 agosto 2024 21:47
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Ayer, lo de menos fueron los castells. La auténtica protagonista de la diada de Sant Fèlix fue Mia. La pequeña de siete años que nos dejaba a todos con el corazón en un puño. Es castellera de la Colla Vella dels Xiquets de Valls y ayer, tras la caída del 4d9 sense folre, era evacuada en el helicóptero hasta el hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. Su estado es grave, aunque estable y, según las últimas informaciones, la pequeña se encontraría en la UCI después de haber sido intervenida quirúrgicamente. Fuentes cercanas a la entidad aseguran que las pruebas que se le están realizando están saliendo bien.

La caída del 4d9 net dinamitó una diada que se prometía de máximos. Era poco más de la una del mediodía cuando la jornada se partía en dos. El castell se desmoronaba y la acotxadora de la Vella sufría un fuerte impacto en la cabeza que obligaba a los servicios de emergencia a activar el helicóptero medicalizado, una maniobra inédita y compleja que paralizó la actuación durante más de una hora.

Las caras desencajadas y asustadas se apoderaban de la calle de Santa María –espacio donde tradicionalmente se instalan los castellers de la Vella de Valls durante la diada de Sant Fèlix–. Y no era para menos. Castellers llorando y hablando entre ellos intentando encontrar una explicación que les ayudara a entender lo ocurrido. Miedo e incertidumbre. Una mezcla explosiva que solo se aguantaba gracias a los constantes abrazos.

Mientras tanto, en una Plaça de la Vila a más de treinta grados, castellers y público se preguntaban si la diada se suspendía o si se retomaba. Los cuatro caps de colla, los Administradores y el cap de plaça –el gestor cultural y diputado Jordi Bertran–, se reunían para tomar una decisión. Fue en ese momento cuando Manel Urbano, de la Colla Vella, comunicaba que los de la camisa rosada podían y querían continuar con la actuación.

Y así lo hacían. Los encargados de abrir la segunda ronda fueron los anfitriones, los Castellers de Vilafranca. Pero el momento de máxima ovación en la Plaça de la Vila ocurrió minutos después de las tres de la tarde, cuando la Colla Vella dels Xiquets de Valls, tras la difícil situación que acababan de vivir, plantaba un 3de9 amb folre de postal. Casi cinco minutos aplaudiendo. Y no solo los espectadores. También el resto de castellers. Y es que, ayer, las collas nos dieron una autentica lección de compañerismo. Las rivalidades existen, pero hay momentos que se dejan al lado. «Estamos para lo que convenga», decían unos y otros.

Otro de los momentos emotivos llegó con el pilar de 5 de la Vella. L’enxaneta hacía l’aleta con la faja de su compañera accidentada. Sentimiento a flor de piel.

Retomar una actuación castellera después de más de una hora de parón y con un shock emocional como el que acabábamos de vivir no fue fácil. Tanto es así que las collas vieron menguadas sus expectativas. Apostaron por castells de más confianza y, pese a ello, tampoco se hicieron fáciles. La cabeza manda, en los castells y en la vida. Ya vendrán días mejores.

Los políticos hacen castells

Antes de toda esta aventura, la diada de Sant Fèlix se avistaba como una jornada histórica más. Las mejores collas del panorama casteller del momento entraban a la plaza más castellera del món, para convertirla en una autentica olla a presión. No cabía ni una aguja. Mi sensación era que había más camisas que nunca.

Y durante la lucha para poder cruzar la plaza de lado a lado, me encontré con algunas caras conocidas del panorama político actual. La primera fue Raquel Sans, la que hasta esta semana era portavoz nacional de ERC y que ha dejado el cargo para liderar la nueva versión del partido. Es de la Joves de Valls desde que nació y Vilafranca es una cita marcada en rojo en su calendario particular. «En un día como hoy sientes el peso de la historia. Hay muchos nervios. Para mí, la colla es casa, es familia», decía la republicana. A la pregunta de si es más difícil hacer política o castells, Sans respondió: «Es más fácil hacer castells. Sobre todo porque aquí remamos todos hacia la misma dirección». Zasca.

También nos encontramos al exalcalde de Tarragona, Pau Ricomà, en la pinya de la Colla Jove, o al exalcalde de Valls y diputado, Albert Batet, en las filas de la Colla Vella. «Llevo 34 años presumiendo de camisa», decía, orgulloso, el político de Junts.

Fuera de la trinchera, en el palco principal del balcón municipal de Vilafranca del Penedès, se encontraban otras personalidades políticas. El alcalde del municipio, Francisco Romero, estaba acompañado por el presidente del Parlament, Josep Rull, y el ministro Ernest Urtasun. La organización también invitó a la alcaldesa de Valls y al de Tarragona. Rubén Viñuales lucía un pañuelo casteller de la Jove y un abanico lila. El outfit perfecto para animar a sus conciudadanos en Vilafranca.

Justo debajo del palco, en unas dependencias municipales, se encontraban los verdaderos héroes de la jornada. La canalla de la Colla Jove, que esperaba su turno. Se entretenían con juegos de mesa. Al llegar el momento de la verdad, y tras una charla motivacional, salían a plaza para dar lo mejor de sí.

Ayer no fue el Sant Fèlix que todos esperábamos. Y ahora, lo único que queremos, es que Mia se recupera pronto y que la Colla Vella vuelva a ser la de siempre.

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