Mamás guapas: qué hacer antes y después del parto

El cuerpo se transforma, la piel se vuelve más luminosa y el pelo resplandece más que nunca

12 febrero 2025 07:58 | Actualizado a 12 febrero 2025 09:56
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El cuerpo se transforma durante el embarazo, adquiriendo todo un cortejo de ventajas e inconvenientes: mientras la tripa crece y la estría acecha, la tez se muestra luminosa y, aunque los senos incrementan su tamaño y peso, el pelo brilla más que nunca. Es necesario, por tanto, atajar estos pequeños problemas y potenciar los nuevos encantos que la mujer posee. Teniendo en cuenta, que desaparecerán al cabo de nueve meses.

ANTES

El embarazo juega con el cuerpo de la mujer inundándolo de hormonas y cambiando la forma de comportarse de la piel, el pelo e incluso el volumen de los adipocitos en la silueta. Variaciones, algunas de ellas inevitables, otras, controlables y, en cualquier caso, temporales.

Piel: vigilar las manchas

Sin duda, el principal problema de la epidermis de las mujeres en cinta -aparte de una mayor sequedad que puede importunar a algunas- son las manchas cutáneas pardas, denominadas cloasma o máscara del embarazo. Una vez más, las responsables son las hormonas que ocasionan una hiperpigmentación, que se asienta principalmente en las mejillas, nariz, frente, labio superior y barbilla.

Surgen en el segundo mes y se va acentuando a medida que progresa la gestación.

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Para mantenerlas bajo mínimos habrá que evitar las exposiciones al sol o usar alguna crema con un factor de protección muy alto. También se puede recurrir a algún producto antimanchas, que hoy en día producen resultados muy efectivos.

Cabello: controlar la sequedad

Contrariamente a las ideas preestablecidas, durante el embarazo y, salvo excepciones, el pelo se encuentra en plena forma, fuerte, brillante, abundante.

El único inconveniente –o ventaja, según se mire- es una mayor tendencia a la sequedad que obligará a la gestante a sustituir sus productos habituales para el cabello por otros más naturales como los champús con índices de nutrición y las mascarillas capilares más hidratantes.

Aconsejo: Smooth Hydration Mask, de Montibello. Mascarilla hidratante para cabellos secos. Restaura y sella la hidratación en el interior del cabello. Aporta elasticidad y resistencia frente a la rotura y la perdida de brillo.

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Vello: sin rastro

El vello del cuerpo crece a ralentí durante estos meses debido a la presencia en la sangre de la hormona progesterona: un gran alivio que nos permite distanciar las sesiones de depilación.

Durante las mismas, es preferible renunciar a las cremas o espumas depiladoras fácilmente absorbidas por la epidermis, así como la cera caliente, perjudicial para las mujeres con problemas de varices. Es aconsejable utilizar cera templada-fría o recurrir al láser.

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Forma: mantener la flexibilidad

La mayoría de las mujeres están contentas por ser madres y se apoltronan durante nueve meses, se duermen en los laureles y abandonan su forma a las ensoñaciones por una temporada. Tampoco es eso, ya que se pueden hacer muchas cosas para sentirse bien durante el embarazo y sobre todo es importante moverse -siempre que el médico no haya recomendado reposo- para conservar la flexibilidad.

El ejercicio moderado es ahora más importante que nunca, pues ayuda a eliminar los eventuales excesos de líquidos y prepara el sistema muscular, facilitando el alumbramiento.

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Se recomiendan especialmente los ejercicios aconsejados por los cursos de preparación para el parto, los paseos al aire libre y nadar: el cuerpo flotante en el agua se despoja de pesadeces y se mueve sin violencia. El cambio habrá que desistir de la práctica de deportes duros como el tenis, marcha, patinaje, equitación, esquí, etc. Que pueden ocasionar caídas y someten al organismo de la embarazada a un esfuerzo notable, cuando su corazón, sistema respiratorio y circulatorio ya se encuentran sobrecargados.

Dieta: reducir las grasas

El dicho de que hay que comer por dos ha pasado a mejor vida, pero lo cierto es que el bebé que viene en camino se desarrolla mediante la alimentación que le proporciona su madre; por ello es esencial una dieta equilibrada rica en vitaminas naturales (frutas y verduras) y proteínas (lácteos y carnes).

Es más importante la calidad de los alimentos que su cantidad. En cuanto a la cuestión espinosa del peso a ganar, se recomienda limitarlo entre 9 y 12 kilos, cuantía a menudo sobrepasada por golosas y amantes de la nueva mesa. Pero un aumento excesivo podría hacer más difícil el parto tanto a la mujer como al niño y, además, estos kilos de más suelen permanecer asentados en caderas, piernas, vientre durante meses –incluso un año- rebeldes a la retirada tras el parto.

Como primera medida, por tanto, puede resultar útil eliminar de la dieta alimentos de alto valor calórico y escaso valor nutritivo como bebidas azucaradas y gaseosas, dulces, fritos, bollería, etcétera. En el menú ideal no deben faltar frutas, carnes no grasas (pollo y ternera), verduras y pescados blancos.

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Se recomiendan los alimentos hervidos, a la plancha o al horno. Si el hambre acecha entre horas, consumir crudités, quesos y yogures descremados, frutas u otros tentempiés light.

Pecho: conservar el tono

El pecho es quizá el máximo sufridor del embarazo, puesto que su volumen aumenta considerablemente desde el primer momento. Conviene prestarle una atención especial en esta fase para evitar las posteriores consecuencias desagradables de la caída y flaccidez. Es fundamental llevar un buen sujetador que sostenga sin comprimir.

Preferentemente de algodón o de un género transpirable. Para tonificar la piel de esta zona son recomendables las duchas de agua fresca en sentido circular sobre senos. A continuación, podremos aplicar sobre los mismos alguna crema hidratante anti-estrías.

Piernas: eliminar la pesadez

El esperado bebé que va creciendo y desarrollando en el interior del vientre de la futura madre a menudo se cobra su saldo también en forma de piernas pesadas, hinchadas y sensibles, especialmente en aquellas mujeres ya propensas a este problema. La razón es que el caudal venoso se acelera durante el estado de gestación hasta un 40 por ciento de su ritmo habitual y no es raro que la circulación de retorno de los miembros inferiores esté ralentizada.

Los pies y piernas son las partes del cuerpo que más kilos han de soportar durante el embarazo. Contra la hinchazón y fatiga, son excelentes los baños alternos de agua fría y caliente, terminando siempre con la fresca, mantener los pies en alto y aplicar las cremas y lociones que proporcionan alivio instantáneo.

Aconsejo: Vitiven piernas ligeras, de Arkopharma. Consiste de un gel de masaje de gran efectividad para las piernas cansadas, hinchazón o dolor y mala circulación. Gracias a su efecto frío, consigue calmarlas.

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DESPUÉS: volver a empezar

Superado el parto y, tras la vuelta a casa, comienza una nueva etapa, tanto en la vida como en la belleza de la nueva madre. Es el momento de reencontrarse con un cuerpo diferente. Hay que dar tiempo al tiempo: en pocos meses la figura volverá a su silueta habitual.

Piel: reafirmar y tonificar

Tras el alumbramiento, esa epidermis que aparecía luminosa, resplandeciente, se viene literalmente abajo. La fatiga del parto, las noches en vela, la brusca detención del flujo hormonal, que contribuían a mantener el embarazo, marcan el rostro con ojeras, palidez, piel átona y grisácea... Pero todas estas calamidades irán remitiendo al cabo de unas pocas semanas, cuando el organismo finalice su revolución interior.

Mientras tanto, podemos ayudarle utilizando algún tratamiento de choque, especialmente reservado a los momentos frágiles que atraviesa la epidermis.

Aconsejo: Extra- Firming Nuit, de Clarins. Tratamiento regenerarte de noche, aporta un efecto tensor combatiendo el relajamiento cutáneo de la piel. Además, reduce el aspecto de las arrugas y previene y atenúa las manchas.

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Pelo: frenar la caída

Entre los tres y seis meses después de dar a luz, no hay que preocuparse excesivamente, pues se trata de un fenómeno normal, conocido como alopecia post-partum, debido a la brusca interrupción de la inundación hormonal (estrógenos) que se produce en el embarazo.

Esta caída de cabello solo constituirá un problema si se prolonga más allá de un trimestre, pero lo normal es que remita a dos meses y que empiecen a aparecer pequeños cabellos en la línea de crecimiento del pelo, lo que significa que se está renovando. Para colaborar con esta regeneración podemos cortarnos las puntas una vez al mes y nutrir y estimular el bulbo capilar mediante productos específicos.

Aconsejo: Cápsulas anticaída, de VR6. Combate la caída del cabello y promueve su regeneración. Enriquecida gracias a la biotina el zinc y la vitamina B6. Este suplemento no solo nutre el cabello, sino que también cuida la piel y fortalece las uñas.

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Forma: ponerse firme

Muchas mujeres tienen la sensación, tras el nacimiento del bebé, de que nunca volverán a recuperar su silueta primitiva.

Nada más lejos de la realidad, pero se requiere paciencia. El cuerpo tarda naturalmente unos meses en recuperarse, así es que no hay que tener prisa.

Empieza practicando respiraciones y contracciones abdominales, una buena preparación para los ejercicios más duros que vendrán después.

El gran combate por la firmeza y tonicidad comienza realmente 6 semanas después del parto y, entonces, si conviene pensar en la propia línea con firmeza. Imprescindible, la práctica de ejercicios abdominales, en casa o en el gimnasio, que constituyen la gimnasia básica de recuperación postparto.

Por ejemplo: echada sobre la espalda con las piernas levantadas en vertical, abrir y cerrar varias veces en tijereta. A continuación, hacer la bicicleta. A estos, podemos añadir otros ejercicios para modelar la cintura, pectorales, muslos, caderas y glúteos. Asimismo, la cosmética nos puede echar una mano con los cosméticos especiales para vientre flácido.

Dieta: quemar calorías

Mientras dure la lactancia natural y hasta que termine la cuarentena, no conviene sumergirse en dietas estrictas. La mejor ayuda para que el pequeño crezca sano y fuerte y la madre se recupere cuanto antes es una alimentación equilibrada y natural.

Después de amamantar, ya se puede comenzar un plan de adelgazamiento serio: lo mejor es optar por una dieta hipocalórica. Consistente en mucha verdura, fruta, carne y pescado a la plancha.

Por ejemplo: desayunar un vaso de leche descremada con té o café, 30 g de pan integral y 50 g de queso de Burgos. Media mañana: una pieza de fruta Comida: Ensalada de lechuga y tomate. Paella (arroz, pollo y mariscos). Fruta fresca (100 g). Merienda: un yogur descremado. Cena: Alcachofas con limón. Trucha asada con limón (200 g) Fruta fresca. Dos rebanadas de pan tostado integral.

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Senos: combatir la relajación

Al principio del embarazo los senos aumentan mucho de tamaño y, aún más durante la lactancia, para desinflarse una vez concluido el amamantar. Y eso no hay piel que lo resista, ocasionándose un relajamiento general de los tejidos elásticos. Para mayor laxitud, el pecho, además, no está sostenido por ningún músculo, salvo los pectorales.

Una vez que se haya dejado de amamantar habrá que ponerse manos a la obra, ya que la flacidez tiene solución, aunque no sin esfuerzo: esfuerzo que se desdobla en ejercicio físico de los pectorales y aplicación de productos reafirmantes sobre la piel. Sentada sobre una silla, con las piernas ligeramente separadas del asiento, sujetar los antebrazos con las manos, a la altura de los hombros; en esta posición, estirar con fuerza hacia los codos y repetir el ejercicio unas 10 veces por la mañana y por la noche.

Los productos cosméticos también son de gran utilidad para ayudar a tonificar los tejidos cutáneos, y regenerar las fibras elásticas.

Piernas: reducir la celulitis

Las piernas, y especialmente los muslos, también, sufren los cambios hormonales ocasionados por el embarazo en forma de celulitis.

No es un secreto para nadie que este problema estético está aún sin resolver, pues se desconocen sus causas, aunque se sabe que existen una serie de factores que contribuyen a desencadenarlo y, uno de ellos, sin duda, es el desequilibrio hormonal en la mujer (los hombres raramente tienen celulitis). De todas maneras, existen tratamientos médicos y cosméticos, que conviene aplicarse tras cada ducha.

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