Las personas expuestas a la contaminación atmosférica durante un largo periodo de tiempo tienen más riesgo de sufrir covid-19 grave, de ser hospitalizadas por esta enfermedad, de ingresar en cuidados intensivos y finalmente, de fallecer, según las conclusiones de un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), un centro vinculado a la Fundación la Caixa, que ha publicado la revista Nature Communications.
La investigación se ha basado en 4,5 millones de personas, toda la población adulta que habitaba en Cataluña en 2020, y los científicos han utilizado dos parámetros. Por un lado, han determinado los promedios anuales de PM2,5 (partículas finas de contaminación), de dióxido de nitrógeno, de carbono negro y de ozono registrados en los lugares de residencia de los participantes.
Por otro, han recogido datos como los ingresos hospitalarios y en la UCI de estas personas, la duración de su estancia hospitalaria y las muertes relacionadas con la enfermedad.
Cruzando estas dos variables, los investigadores han encontrado que un aumento de la exposición de PM2,5 de 3,2 microgramos por metro cúbico (ug/m3) se asocia con un repunte del 19% de las hospitalizaciones, que una subida de dióxido de carbono de 16,1 ug/m3 se vincula a un aumento del 42% de las hospitalizaciones y que un incremento de la exposición de 0,7 ug/m3 se relaciona con un 6% más de muertes.
Los científicos de ISGlobal esgrimen tres posibles hipótesis que podrían explicar por qué la contaminación atmosférica a largo plazo podría aumentar el riesgo de desarrollar covid-19 grave.
Primero, apuntan a que la contaminación incrementa el riesgo de comorbilidades crónicas, como la hipertensión, asociadas a la covid grave. También barajan que la exposición a la alta polución atmosférica podría facilitar la infección, después de que otros estudios hayan sostenido que la exposición a partículas finas aumenta la expresión de los receptores a los que se une el virus, sobre todo en el pulmón.
Y por último, señalan que la aire contaminado se relaciona en otros estudios con cambios en las defensas inmunitarias que son clave para mitigar el SARS-CoV-2. Sin embargo, los autores creen que se necesita profundizar en la investigación para comprender las vías biológicas implicadas en la relación entre contaminación y enfermedad grave.
«Nuestros hallazgos añaden más pruebas convincentes sobre la importancia de reducir los niveles de contaminación atmosférica para mejorar la salud de la población en general y la infección respiratoria aguda grave en particular», subraya Otavio Ranzani, investigador de ISGlobal y primer autor del texto.
10.000 muertes Según los datos de estudio, recopilados de los informes administrativos de la Generalitat, a 340.608 personas se les diagnosticó covid-19 en 2020 en Catalunya. De ellas, el 14% (47.174) fueron hospitalizadas y el 1,4% (4.699) ingresaron en las unidades de cuidados intensivos. Mientras, en total se registraron 10.001 muertes relacionadas con la covid (la tasa de mortalidad se situó en el 3%).
«Uno de los puntos fuertes de nuestro análisis es que la población está muy bien representada, al abarcar, grandes zonas urbanas y rurales, y cuenta con datos detallados a nivel individual para las exposiciones a la contaminación atmosférica.
Todo ello en un país muy afectado por la pandemia en 2020», agrega Cathryn Tonne, investigadora de ISGlobal y última autora del estudio. Los científicos recuerdan que la exposición tanto a corto como a largo plazo a la contaminación tiene un notable efecto en las enfermedades respiratorias crónicas, pero esta nueva investigación aporta «pruebas sólidas de que la exposición a largo plazo a los contaminantes atmosféricos se asocia a la covid grave», certifica Otavio Ranzani.