Una noche de verano, una noche que recordaba a los guateques de nuestros padres, donde bailar y cantar era imprescindible, una noche con sabor a despedida y una noche de cumpleaños; así que los ingredientes para pasarlo súper bien estaban todos, y ellos, los anfitriones de la fiesta supieron poner el ritmo y el buen rollismo en nuestro cuerpo y alguna que otra lagrimilla por aquello del adiós. Stay Homas siempre son una buena apuesta para cualquier noche del año porque siempre se lo pasan bien y lo saben contagiar. Sí, se separan por un tiempo, o posiblemente no vuelvan más a cantar juntos, pero una vez más vimos claramente el cariño, el respeto y el sentimiento de amistad en mayúsculas que se tienen. Rai, Guillem y Klaus se quieren, y se quieren mucho, y este sábado en su concierto de La Riera de Gaià lo gritaron a los cuatro vientos.
Me gusta de ellos que salen a tocar con un outfit de tres chavales que poco les preocupa ser tendencia y mucho ser fieles a su personalidad, me gusta de ellos que todo el rato sonríen y son cómplices con toda la banda y el staff de gira, me gusta de ellos que parecen tres ‘locuelos’ que saltan sin parar y son músicos de conservatorio que han trabajado y mucho y me gusta de ellos que te lo hacen pasar muy bien y te vas a casa feliz.
Los ‘Homas’ tocaron temas de todos sus discos, los grabados con Sony y los de su propia compañía Cukileo y claro, no faltaron los más populares como La Platja, Petons y el último que han lanzado To Lo Ke; tampoco los que ellos han escogido para esta gira especial de despedida como Por el camino y Volver a empezar y que les toca la ‘patata’ y los que ya son clásicos de la música del confinamiento como The Bright Side, Les Merdes y Stay Homa, entre otros muchos y durante las dos horas de concierto. Stay Homas ya no son tres, desde hace un par de años salen a tocar con tres musicazos, como ellos los definen. Arnau Figueres en el bajo, Kquimi Saigi en los teclados y Joan Palà en la percusión y batería y entre ellos y Klaus, Rai y Guillem pueden llegar a tocar más de diez instrumentos, dejando aparte toda la ‘aparatología’ que hay en el rincón de la percusión. Todos tocan de todo y todos se mueven por el escenario libre y felizmente, dejando claro que son músicos de pies a cabeza y que sí, el confinamiento en la famosa terraza con el cubo azul les dio una oportunidad, pero después de cinco años del maldito bicho han dejado claro que valen para esto de la música y ¡ojo!, que los chicos se mueven muy bien, saben contornearse y tienen mucho sentido del ritmo.
Era una noche especial por varios motivos; porque están diciendo adiós en cada ciudad por donde giran y porque ese día el mayor de los ‘Homas’, el que es un poquito más tímido, menos «loco» pero igual de disfrutón, cumplía treinta y tres y claro no faltó el pastel, ni el cumpleaños feliz. En el escenario aparecieron sus dos partners in crime Guillem y Kalus a lo Karate Kid para regalarle una katana y hacerle bailar el happy birthday to you en japonés, ya que el cumpleañero es un enamorado de la cultura oriental.
El recinto habilitado en La Riera de Gaià para celebrar el concierto de Stay Homas dentro de su Festa Major estaba prácticamente a rebosar y el público de todas las edades tenía ganas de verlos y cantar con ellos. Pero todo lo bueno se acaba y el final del show estaba cerca. Los ‘Homas’ pedían aplausos para todo su equipo, para la gente que monta y desmonta bajo un sol de justicia y, sobre todo, para todas las personas que siempre les han seguido.
Palabras bonitas por parte de los tres, felices de todo lo que han conseguido en este tiempo y agradecidos por la aventura de locos que están viviendo. Guillem, Klaus y Rai se juntaban en el escenario, solos, como en su terraza y con su cubo, para decir «us estimem, ens veiem aviat».