El verano trae consigo a nuestra tierra, por un lado, el despunte de los arrozales del Delta de l’Ebre y, por otra parte, la floración de las parras que copan el Priorat y la Conca de Barberà. Santa María de Poblet, el que fuera panteón de los reyes de la Corona de Aragón y el monasterio más importante de Cataluña, está rodeado tanto de parras como de leyendas que se han ido forjando desde que el conde Ramón Berenguer IV cediera las tierras a la orden del Cister.
En la ruta de esta semana, tomamos el camino del Tossal de la Creu, una de las montañas menos frecuentadas por quienes se acercan al monasterio, en busca de una visión diferente del conjunto desde la que repasar las leyendas que calla el templo.
Dificultad de la ruta
Determinar la dificultad de una ruta ya es de por sí una dificultad. Por suerte, existen escalas de graduación que establecen la dureza a partir de factores observables. El Método SENDIF, creado por la Taula de Camins de l’Alt Pirineu i Aran, sostiene que la dificultad de un itinerario de senderismo depende, por una parte, del esfuerzo físico que este supone y, por otra parte, de los obstáculos del camino. Desde el punto de vista de la dificultad, esta ruta es de dureza fácil por sus 3,75 kilómetros de distancia y 136 metros desnivel positivo o subida, lo que resulta en un itinerario que como máximo nos tomará 2 horas. Los puntos más demandantes están en la primera mitad del itinerario y son, como cabe de esperar, las escasas pendientes que nos separan de la cumbre del Tossal de la Creu. En lo que respecta a las complejidades técnicas, la navegación es algo confusa en los primeros compases y es más evidente conforme avanzamos, de ahí que convenga contar con un mapa del lugar.
Si la ruta propuesta nos sabe a poco, existen muchas maneras de ampliarla. Desde el mirador de la Creu observaremos la Casa Forestal de La Pena, una de las antiguas granjas del monasterio y a la que podemos acercarnos a cambio de sumar a la propuesta cerca de 10 kilómetros de distancia y 500 metros de desnivel positivo o subida. En ella encontraremos un mirador del templo desde el que tendremos una vista panorámica de sus alrededores y de algunas cumbres de los Pirineos, sobre todo durante los meses de invierno: un fenómeno que bien merece el esfuerzo.
Instrucciones de la ruta
El punto de inicio está en el aparcamiento del monasterio de Santa María de Poblet. Si venimos de la llanura del Baix Camp o el Tarragonès, nos dirigimos a Montblanc. En lugar de continuar en dirección a L’Espluga de Francolí, unas obras nos obligarán a penetrar en la villa medieval a fin de tomar un desvío que las sortea. Ya en el templo caminamos hasta el final del estacionamiento, donde destaca un mapa de señalización de nuestra senda.
A diferencia de otros recorridos, este no está indicado por bandas de color, por lo que comprobaremos cada cierto tiempo que nos mantenemos en el trazado. Conviene apuntar que el recorrido pasa junto a la cumbre del Tossal de la Creu, pero no la conquista. A medida que descendamos el sendero serpentea hasta su unión con la pista forestal del barranco de Sant Bernat o de La Pena, donde podremos decidir si regresamos o ampliamos la ruta. En el caso de que hayamos tenido suficiente, caminamos hasta el aparcamiento por el carril que hay a un lado de la TV-7007.
Leyendas de Poblet
El que fuera el monasterio más importante de Cataluña cuenta con un sinfín de leyendas. No solo se han escrito ríos de tinta sobre sus fabulosos y supuestos tesoros -véanse los libros de Eufemià Fort i Cogul al respecto-, sino también acerca de los sucesos paranormales que habrían acontecido en el lugar, recogidos, por ejemplo, en el título Legendarium: Guia per les llegendes de la Ruta del Císter de Domènec Ribes i Mateu. La tradición popular narra el asesinato de un religioso que acabaría recibiendo sepultura en el claustro, la fantasmagórica aparición de un monje que celebraba misa en la capilla de Sant Jordi o, incluso, la preocupación de la comunidad por el alma en pena que desaparecería con los primeros rayos de sol. Poblet, eso sí, no es una excepción: son también numerosas las leyendas que rodean los otros monasterios cistercienses, Santes Creus y Vallbona de les Monges. Entre ellas se cuenta el rescate del cuerpo de la reina Blanca d’Anjou, la profanación de las tumbas reales perpetrada por saqueadores -una práctica igualmente conocida en Poblet- o la fantástica historia de cómo una noble bautizada como «la invicta amazona» luchó contra los sarracenos a fin de liberar a su marido del cautiverio.
La puerta de entrada a cualquiera de estas leyendas es una visita a uno de los tres monumentos anteriores. Quienes deseen aprender más sobre la historia de Santa María de Poblet encontrarán en la historia escrita por Agustí Altisent la respuesta, reeditada en el 2015.