El Palau Sant Jordi recibe este jueves al poeta del traje oscuro, la estrella de la música de culto. Nick Cave regresa a Barcelona después de su última aparición en el Primavera Sound de 2022 y lo hace con un disco que describe como «la luz entra de nuevo» después de la muerte de sus dos hijos.
Todavía elegante con su largo cabello negro, el cantante y compositor, conocido por la intensidad emocional implacable de sus letras, ha creado una obra alejada del drama de los últimos años. Tanto que dijo que Wild God, su 18º álbum con la famosa banda The Bad Seeds, lo ha definido como un «disco alegre».
El disco recupera la firma cómplice de sus Bad Seeds para exponer, tanto en el aspecto instrumental como en su contenido emocional, el grito de la esperanza.
Wil God refleja un disco espiritual, incluso místico, que revela la necesidad de Cave de encontrar un ser superior que le ofrezca esa luz que tanto anhela. La nueva música resulta intensa, suavizada por coros. Entre las pistas que le gustan en particular se encuentran Frogs y Conversion.
40 años de carrera
El músico y cantante australiano de 66 años, con más de 40 años de carrera a sus espaldas y llenos absolutos en las salas de conciertos, nunca se ha arropado en lo convencional, su producto ha apostado más por el contenido que por la apariencia.
Uno de sus mayores éxitos se relaciona con la macabra Where the Wild Roses Grow con la estrella del pop australiana Kylie Minogue en 1995. Más recientemente, la inquietante Red Right Hand, fue elegida como el tema principal de la serie Peaky Blinders.
La nueva época del poeta significa un cambio notable respecto a su último álbum con The Bad Seeds, Ghosteen (2019). Aquel disco estaba impregnado con el recuerdo de su hijo Arthur, de 15 años, quien murió en 2015 al caer de un acantilado en Brighton, en la costa sur de Inglaterra, después de tomar LSD por primera vez.
En 2022, Cave también perdió a otro hijo, Jethro Lazenby, de 31 años, cuya causa de muerte no se ha hecho pública. En ambos casos, ha compartido su dolor con los fans en canciones y en actuaciones.
Wild God marca una nueva fase en ese proceso de duelo. «El disco no evita ciertas cosas. Revela la capacidad de sentir otras emociones», comentó durante la presentación de la obra, este verano.
La relación del artista con los adeptos y adeptas que siguen su trayecto también se ha modificado. «Ellos, en cierto modo, me han salvado», confirmó. En España, el ejército de seguidores espera su comparecencia esta semana como una celebración casi icónica. No hay nada más importante que un show de Nick Cave.
Entradas casi agotadas
El primero de los espectáculos tendrá lugar este jueves en Barcelona, concretamente en el Palau Sant Jordi, mientras que un día después, el hombre del traje oscuro aparecerá por el escenario del WiZink Center de Madrid. Para los dos días todavía no se ha colgado en cartel de sold out, aunque quedan escasas entradas disponibles, todas ellas en la zona de grada.
«Todo el mundo tiene un corazón que anhela algo», canta en uno de los versos que más emociona al público. Y es que Nick Cave se ha convertido en una suerte de Virgilio inesperado para cualquiera atrapado en el luto y en búsqueda de una guía tan cálida como poco sentimental. Las canciones de Wild Got se amparan en el habitual ingenio del autor y en la capacidad que muestra para observar una nueva luz vital tras la tragedia. Da la bienvenida al optimismo y aparca la tristeza. El renovado Cave está de vuelta.