Diciembre es una chica de quince años que hasta hace poco trabajaba en un circo de acróbata, funámbula y trapecista. Sin embargo, tras cerrar, se cobijó en la ciudad de Tremore realizando aquellos oficios que le iban saliendo, aunque le duraran poco. El último fue limpiando botas, o más bien el penúltimo, porque a partir de un anuncio enganchado a la suela de un zapato, acaba por convertirse en la niñera de Corvin, el hijo del Hombre del Saco. Todo tiene su explicación, claro, pero así de primeras, a Diciembre lo descubierto le impacta. Sobre todo el Hombre del Saco, o Mr Moonro, como se llama en realidad (el cabecilla del Clan de Luna), y también los secretos que la protagonista va descubriendo a medida que pasa tiempo en su mansión.
Dividido en dos partes muy diferenciadas, en la primera se establecen las rutinas de este grupo de personajes tan especiales, como el de la señora Malhoney, el ama de llaves de la mansión. Es capaz de preparar las mejores tartas y consuela a Diciembre mientras trata de adaptarse a su nuevo y dificilísimo trabajo: controlar a un niño que se convierte en humo y desaparece cada dos por tres. El ama de llaves no aparece apenas, sin embargo, en la segunda parte del libro, donde la acción recorre sus páginas después de que una banda de ladrones llamada los Pinchapolvos trate de destruir al Clan de Luna.
La periodista Antonia Murgo debuta como novelista con esta divertida historia protagonizada por una Mary Poppins a lo Neil Gaiman o Tim Burton. En esta línea, la autora crea un universo lleno de magia en el que cada personaje, rico en matices, lleva una trayectoria perfectamente marcada. Me encandila especialmente el conflicto en el que vive Corvin, preadolescente de once años que debe instruirse con dureza para ser el próximo Hombre del Saco, con la sensación de no ser nunca suficiente. O Miss Diciembre, esa chiquilla torpe que lleva toda la vida sacándose ella sola las castañas del fuego, sin mucha suerte, y que tras entrar en la mansión Moonro debe ignorar su propio miedo a ese personaje que todos los niños temen, o al menos superarlo, si quiere lograr mantener por fin un trabajo. Ay, pero resulta que Mr Moonro no es tan malo, después de todo, solo ejerce su trabajo lo mejor que puede, como cualquier persona, igual que Corvin, que lo único que necesita es que alguien le dé un voto de confianza... Y el miedo, ¿qué me decís del miedo? El miedo tiene un papel en sí mismo en esta historia, pues él es el que desencadena la segunda parte del libro, en la que la banda de Vespero irrumpe en la tranquila vida de este clan para poner fin a ese terror que el Hombre del Saco despierta en los niños: «A partir de esta noche, lo niños ya no temblarán en la cama (...). Y de adultos, sin el miedo a que los frenen, serán capaces de llevar a cabo grandiosas hazañas». ¿Qué creéis vosotros? Porque Diciembre descubre, precisamente gracias a ese nuevo trabajo suyo, que eso no es así: «Siempre debe haber un miedo, un miedo grande que vuelva insignificantes todos los demás».
Título: Miss Diciembre y el Clan de Luna
Autora: Antonia Murgo
Editorial: Nórdica Infantil
Precio: 18.00 €
En fin, son muchos los descubrimientos que los lectores de a partir de 10 años encontrarán si leen esta obra, ganadora no solo del Premio Strega Ragazze e Ragazzi 2022, sino del que concede la Asociación de Librerías de Madrid. ¡Ojalá otra entrega del Clan de Luna con nuevos secretos que revelar!
Ana Punset es escritora.
