#ozempic, #ozempicweightloss. En las redes sociales, se cuentan por miles las búsquedas. Y más teniendo en cuenta que actrices, presentadoras e influencers han ‘posteado’ su testimonio sobre los beneficios de los medicamentos para la diabetes para perder los ‘kilos de más’. Aunque Ozempic es el más conocido, en el mercado hay otros medicamentos similares, como Mounjaro o Wegovy, este último autorizado con el fin específico de combatir el sobrepeso.
«Su principio activo es la semaglutida, un fármaco agonista del receptor GLP-1 (péptido similar al glucagón tipo 1) que se utiliza para el tratamiento de la diabetes tipo 2 y la obesidad», describe la Doctora Alessandra Gabillo, endocrinóloga y responsable del Servicio de Endocrinología de la Xarxa Santa Tecla.
Sobre los efectos en el sistema endocrino, la especialista apunta que «aparte de los beneficios de controlar la glucemia, también actúan sobre el centro de la saciedad, disminuyendo el apetito, y la velocidad del vaciamiento gástrico».
Pero ha sido ‘la fiebre’ con fines estéticos, la que ha llevado a la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) a lanzar la siguiente advertencia a las personas sin obesidad: «Los fármacos análogos de GLP1 como Ozempic, indicados para tratar la diabetes tipo 2, no deben usarse para la pérdida de peso estética por personas sin obesidad o que no tengan problemas de salud relacionados con el sobrepeso».
En esta misma línea, la endocrinóloga de la Xarxa Santa Tecla indica que «aunque es un tratamiento que inicialmente se usó solo para el tratamiento de la diabetes tipo 2 mal controlada, ahora tiene la indicación adicional para el tratamiento de la obesidad en pacientes con Índice de Masa Corporal (IMC) ≥30 kg/m² (obesidad) o IMC ≥27 kg/m² (sobrepeso) con alguna comorbilidad, como por ejemplo hipertensión, dislipidemia o apnea obstructiva del sueño».
Indicaciones pensadas para que «los fármacos se reserven para el tratamiento de la obesidad, es decir, lejos de quienes los utilizan pensando en perder dos o tres quilos».
Abastecimiento, en jaque
Unas recomendaciones que no logran echar el freno a la demanda y que pone en jaque su abastecimiento farmacéutico. «La demanda de análogos del receptor GLP1 sigue creciendo y actualmente la oferta no puede seguir el ritmo», y desde 2022 se ha producido escasez de estos fármacos en todo el mundo. «Debemos asegurar que los pacientes que más necesitan estos medicamentos puedan acceder a ellos», advertía, hace unos meses, la directora de la Agencia Europea de Medicamentos, Emer Cooke.
En esta misma línea, la Red Digital de Farmacias LUDA Partners informó a través de su página web que «el incremento es consecuencia, entre otros factores, del uso indebido que se realiza del fármaco. Algunos famosos han popularizado este fármaco en redes sociales. Esta situación se ha traducido en un abuso del medicamento entre la población, sobre todo, en Estados Unidos, provocando así una falta de Ozempic para los pacientes diabéticos, un problema que también hemos sufrido en España».
Una realidad que corrobora el presidente de la Asociación de Farmacéuticos Empresarios de Tarragona, Eduardo Cacho: «Ante los problemas de abastecimiento, el mensaje que debemos transmitir es que estos fármacos, y cualquier medicamento, se deben utilizar con sentido común y prescripción médica». Una opinión que comparte la Doctora Gabillo: «Banalizar el uso de estos medicamentos puede tener consecuencias serias para las personas que los utilizan sin supervisión médica adecuada y para el sistema de salud, ya que se han generado situaciones de desabastecimiento para pacientes que realmente lo necesitan. Por último, aunque se han realizado estudios sobre su seguridad y eficacia, los efectos de un uso prolongado no están completamente claros».
Efectos secundarios
Los efectos sobre la salud de estos fármacos no son inocuos. La Doctora Gabillo advierte que «las contraindicaciones que tienen son principalmente los antecedentes de pancreatitis o cáncer medular de tiroides y los trastornos gastrointestinales severos». Al respecto, Eduardo Cacho añade que «las complicaciones grastrointestinales pueden provocar una deshidratación, más severa en personas con problemas renales».
Por otro lado, tampoco son fármacos milagrosos. «Ningún tratamiento farmacológico para la obesidad es milagroso, siempre debe complementarse con cambios en el estilo de vida. El efecto del fármaco no es permanente si no se mantiene. También hay que tener en cuenta que son fármacos costosos. Así es que podríamos decir que es una herramienta adicional para completar un plan de tratamiento de la obesidad, pero no es la única herramienta ni la solución mágica o definitiva para la misma».
Por último, sobre su promoción a través de las redes sociales, la endocrinóloga señala que «es un tema importante por la gran cantidad de información errónea y publicidad engañosa que circula. Regular el contenido podría proteger a los usuarios de la desinformación y fomentar el uso responsable de los mismos fármacos».