El Delta de l’Ebre es el hábitat acuático más extenso de Catalunya. Ubicado a poco más de una hora de distancia en coche de la ciudad de Tarragona, es uno de los espacios naturales más ricos de Cataluña y dispone de una elevada riqueza biológica.
El río Ebre, el más caudaloso de España, es el causante de la existencia de este delta, el tercero más grande del Mediterráneo por detrás sólo del del Nilo y el del Ródano. Con una forma triangular que se adentra hasta 22 km dentro del mar, sus más de 7.700 hectáreas forman parte de un parque natural y también han sido declaradas Reserva de la Biosfera.
Estas y muchas otras curiosidades sobre esta impresionante zona se pueden descubrir en MónNatura Delta, un centro de interpretación ideal para visitar en familia.
Qué es MónNatura Delta
La Fundación Catalunya La Pedrera restauró hace unos años los terrenos de las antiguas salinas de La Tancada, con una superficie de 41,2 hectáreas, con el objetivo de poner de relieve el valor medioambiental de la zona mediante diferentes espacios visitables y una propuesta de actividades lúdicas y didácticas que permiten conocer de cerca la diversidad de esta área de lagunas.
Así pues, MónNatura Delta cuenta con diferentes espacios donde descubrir el día a día del Delta de l’Ebre y también su evolución a lo largo de los siglos, hasta llegar al momento actual. En el llamado ‘Espai Delta’, por ejemplo, a través de una buena museografía, el visitante puede sumergirse en una experiencia única y entender la riqueza que ofrece este entorno natural, así como la fauna que habita en él o los cambios que experimenta el paisaje a lo largo de todo el año. Una fauna y un paisaje que se pueden contemplar fácilmente desde un amplio mirador de 360 grados con vistas espectaculares.
Si se quiere visitar MónNatura Delta en familia, los fines de semana, los puentes y festivos ofrecen una actividad, bajo el nombre de ‘La visita de los pequeños’, a través de la cual se explica a los niños la historia, de un modo lúdico y con un lenguaje adecuado a su edad, cómo se hacía la extracción de sal, se les muestran algunas artes de la pesca, como por ejemplo cómo tirar el esparavel, se cuentan historias de piratas y también se ofrece la oportunidad de probar una barca de perchar, las llamadas pontonas.
Porque una de las actividades estrella de MónNatura Delta es precisamente esta, aprender a perchar, uno de los métodos de navegación tradicionales de la zona. Con una barca típica para aguas de poca profundidad se anima al visitante a probar estas pequeñas embarcaciones que permitían navegar sin hacer ruido y acercarse a lugares de acceso complicado. Parece más fácil de lo que en realidad es, eso sí, las risas están aseguradas.
‘La visita de los pequeños’ está especialmente pensada para niños a partir de los 5 o 6 años, pero si son más pequeños, aunque es posible que no entiendan algunas de las cosas que se cuentan disfrutarán viendo cómo se pesca, construyendo un barco con una hoja, observando pájaros o navegando por el pequeño canal.
La mejor época para visitarlo
En base a la experiencia acumulada después de infinitas visitas a la zona, escaparse al Delta de l’Ebre en primavera o durante las últimas semanas de verano son sinónimo de éxito asegurado. Sin embargo, vayáis cuando vayáis, podréis disfrutar de unos paisajes únicos y espectaculares.
El otoño es la época más húmeda en el Delta de l’Ebre y también el momento en que las aves comienzan la migración, aunque el mes de noviembre suele ser el ideal para observar con mayor facilidad a los flamencos. Los campos de arroz comienzan a secarse después de la siega, pero es un buen momento para disfrutar de la zona con temperaturas suaves y sin aglomeraciones.
Seguramente, el invierno es la época menos atractiva para visitar el Delta de l’Ebre. Aunque no hace un frío muy intenso, es el momento del año en que los vientos suelen ser más fuertes y los campos de arroz se están reponiendo, por lo que están secos, y muchas aves han migrado a climas más cálidos.
En primavera, muchas aves emprenden su vuelo de regreso hacia el Delta del Ebro y los campos de arroz se empiezan a anegar para prepararse para la plantación, que suele hacerse hacia principios del mes de junio. Es la mejor época para disfrutar de los reflejos que generan los campos llenos de agua.
El verano suele ser muy caluroso en el Delta de l’Ebre. El sol pega muy fuerte, pero, por suerte, el viento suele suavizar mucho las temperaturas por las noches y es el mejor momento para refrescarse en sus extensas playas. Es la época del año en que se pueden avistar más aves y los campos de arroz están en su máximo esplendor. Se pueden contemplar grandes extensiones verdes y, hacia septiembre, justo antes de la siega, es fácil ver el arroz listo para cosechar.
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