2024 no es un año cualquiera para los adeptos y las adeptas de Los Chichos, la mítica banda de rumba española que cierra una carrera de 50 años sobre los escenarios. Bajo el lema «Hasta aquí hemos llegado», el trío de músicos se ha embarcado en una gira que les va a llevar por los rincones más emblemáticos del país. Se despedirán del público con un show emotivo que cuenta con el set list de sus mejores temas. La formación amaneció con Juan Antonio Jiménez Muñoz artísticamente el Jero o Jeros, principal componente, compositor y vocalista del trío, y los hermanos Julio y Emilio González Gabarre. Después de que el artista decidiera continuar su carrera en solitario en 1990, el grupo se reestructuró y actualmente lo forman los hermanos González Gabarre y Emilio González García Júnior, que es el hijo de uno de ellos.
El tridente de artistas se enfrentará este sábado a la platea de la San Miguel Tarraco Arena, Tarragona siempre ha mostrado fidelidad por bandas como Los Chichos, con muchísima tradición, sobre todo, en los barrios de Ponent. Se prevén más de 2.000 personas. Afincados todavía en el barrio de Vallecas, en Madrid, los escuchó una noche Antonio Sánchez, padre de Paco de Lucía. Les introdujo en el círculo flamenco de las noches madrileñas, los «tablaos». Desde ahí alcanzaron una popularidad inusual, hasta el punto que a día de hoy los registros no engañan. Ha vendido más de 30 millones de discos. Títulos como Quiero ser libre, Bailarás con alegría, Son ilusiones, Ni más ni menos, Esto sí que tiene guasa se cantan todavía con enorme energía en sus conciertos. En esos cincuenta años de trayecto, han publicado veintidós discos de estudio. Las casetes de Los Chichos se vendían a porrillo en las gasolineras. Como los del humorista Arévalo.
Las adicciones
La banda nunca ha ocultado una época difícil en su carrera, la que tuvo relación con las adicciones a la droga. En este sentido han reconocido que anduvieron cerca de arruinarse gracias a esa problemática, de la que, según cuentan, han logrado salir. Han explicado también anécdotas sonadas como cuando un día viajaban a excesiva velocidad y estuvieron a punto de ser multados. Enseguida recurrieron a un maletín donde llevaban algunos ejemplares de sus discos. Regalaron unos cuantos a la pareja de policías, les firmaron un autógrafo y salieron adelante entre risas.
Los Chichos contaron con cierta relación con el cine. En 1985 se rodó la película El Vaquilla, de Juan Antonio de la Loma. Se contaba la historia del joven delincuente llamado Juan José Moreno Cuenca. Sus periódicas aventuras lo convirtieron en un personaje conocido y hasta admirado por una clase muy determinada de la población. Esa película disfrutó de una banda sonora con canciones de Los Chichos, la principal Yo, el Vaquilla.
El calado musical del trío, tanto en la época de «Jeros», la más fructífera, como la actual, no ha pasado desapercibida para una serie de solistas con solera en el presente. El Arrebato, La Barbería del Sur, Camela, Antonio Orozco, C. Tangana, Rosalía... Todos de ellos, de alguna manera, han recibido algunas influencias de Los Chichos, y así lo han reconocido. Con Omar Montes y algunos otros artistas del momento han realizado algunas colaboraciones.
Después de un intento se retirada en 2015, tras un show para ellos inolvidable en el Viñarock de Villarrobledo, su manager les convenció para que se reunieran de nuevo, un reto que parecía imposible. «Nos vamos nosotros, no nos echan», decían. Ahora han vuelto para una despedida por la puerta grande, con un tour que les reencontrará con su ejército de fans que traspasa generaciones. Tarragona no ha mirado hacia otro lado con la presencia de Los Chichos, una banda de enciclopedia, un hito de la rumba que cumple 50 años de presencia en la música nacional. Una vigencia incuestionable.