‘Runas. La historia de las mil caras’, de Carlos Sánchez: Nuestra debilidad, la mayor fortaleza

El asombroso manejo que el autor hace del color ayuda a crear un mundo de fantasía con mucho detalle

28 febrero 2025 18:54 | Actualizado a 01 marzo 2025 07:00
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Los mejores amigos, Chiri y Dai, se adentran en el Bosque Encantado tras escapar de los abusones que suelen perseguirles y hacerles la vida imposible a diario. Entre ruinas misteriosas, encuentran a un pájaro al que deciden seguir. Este les lleva por un extraño túnel y acaban perdidos en Pastel, un lugar totalmente desconocido, sin tener ni idea de cómo regresar a Pequeño Valle, de donde son. Sin embargo, los distintos personajes que se cruzan por el camino de ambos en ese intento por encontrar su casa les abren la puerta a una extraordinaria aventura que les ayuda a descubrir su propio y enorme poder, hasta entonces desconocido.

Llevo un tiempo escuchando hablar de este cómic que, a partir de esta sinopsis, no parece tener nada que se salga de lo ya conocido: paisajes mágicos y aventuras con criaturas increíbles. Sin embargo, el brillo de esta historia se esconde en la diversidad de sus personajes y en los temas que trata. Chiri es sorda (tal y como aclara ella misma al lector antes incluso de que empiece la historia) y se comunica con su amigo Dai mediante signos, porque leer los labios le cansa en demasía, y su mejor amigo domina esa lengua. Ese es el principal motivo por el que los demás chicos se meten con ellos allá donde viven, pues consideran ese rasgo una debilidad. Sin embargo, en este nuevo mundo llamado Pastel, eso no sucede, porque lo que parece a primera vista una debilidad es en realidad la mejor defensa, su fuerza. Y es que en Pastel, Chiri y Dai van a ser los responsables de apresar al Rey Sombra y vencer al verdadero mal (al menos por ahora). ¿Que cómo? Pues, por un lado, Dai logrará superar el miedo atroz a defenderse con una espada. Y por el otro, el lenguaje de signos que utiliza Chiri resultará ser muy parecido al de los magos, y solo ella conseguirá utilizar la magia sin ayuda de las runas que los demás necesitan para encerrar al Rey Sombra. Ah, y luego está la morrocotuda amistad que comparten los dos amigos, y que les hacen darlo todo por el otro cuando el peligro acecha.

$!‘Runas. La historia de las mil caras’, de Carlos Sánchez: Nuestra debilidad, la mayor fortaleza

Título: ‘Runas. La historia de las mil caras’
Autor: Carlos Sánchez
Editorial: HarperKids
Precio: 17.90 €


Carlos Sánchez crea un universo súper imaginativo
, con un montón de detalles atractivos a la vez que divertidos. Personajes como la cabra almohada o el anciano Yako que se pasa la vida buscando a su adorable gato Roberto son solo algunos ejemplos. Me gusta mucho la facultad que tiene el villano de coger una máscara cualquiera de las que almacena y convertirse en el ser que le plazca, desde un dragón hasta un vendedor de cachivaches. Las viñetas están llenas de elementos y de acción, pero lo que más me llama la atención es el uso que hace del color. Me parece curiosa la manera de separar los distintos escenarios y parte de la historia haciendo mutar el color dominante: en el bosque nos quedamos con el azul, en Villa Desayunos el rosa, pero en la casa de la bruja gana el amarillo... Lo mismo con cómo focaliza la atención dentro de la misma viñeta mediante el color: Sánchez deja los elementos considerados fondo en monocromo, y destaca el principal con sus tonos originales.

En resumen, Runas. La historia de las mil caras es un cómic ideal para lectores a partir de 10 u 11 años a los que les guste la fantasía y les apetezca ver cómo nuestras debilidades pueden convertirse en la mejor fortaleza. ¡Se me olvidaba comentar lo mejor! Este es solo el primer volumen, así que espero que en breve podamos disfrutar de nuevas aventuras protagonizadas por Chiri, Dai, y sus entrañables amigos de Pastel.

Ana Punset es escritora.

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