¡Señores a mi! Hinquen rodilla al suelo, agachen cabeza y ya sean monárquicos o no, cosa que me trae más bien al pairo, rindan pleitesía a Su Majestad el Rey Cachopo. La mayor aportación a la historia de nuestro país por parte de Asturias, más inclusive que la protagonizada por ese monarca local, un tal Don Pelayo y que dio cita a la reconquista en nuestros anales. Ríase usted de Fernando Alonso, Severo Ochoa, Melendi o la Reina Leticia, que sin duda alguna el asturiano por excelencia lleva el nombre de Ioan, el apellido de Butuc y nació en la Rumania de Vlad el Empalador; porque si algo tienen los asturianos es que nacen donde les sale de los cataplines.
¿Y que hay que agradecerle? Pués verá, básicamente que usted, acomodado en su zona de residencia, no deba coger el coche y meterse una kilometrada digna de las voyager entre pecho y espalda para disfrutar en sus carnes de la mejor cocina astur. Hablamos para ser precisos del Encuentro Asturiano de la calle Unió de Tarragona.
La vida de Ioan es de superación, de las que Disney te hace una película. Llegando a nuestras tierras para trabajar el campo en busca de un mejor futuro y acabándose por enamorar de una asturiana y todo lo relacionado con la bandera de cruz dorada sobre fondo azul, incluida su gastronomía de la que su familia política eran más que buenos representantes. Y al final lo que debía suceder, pasó. Corría el año 2015, temporada en la que el Barça todavía ganaba en Champions, que viene al mundo el Encuentro Asturiano. Y después de ocho anualidades, y con un divorcio de por medio, sigue brindándonos lo mejor de la comida asturiana bajo la tutela de Ioan. ¿Y qué nos propone? Pues para empezar un menú casero cambiante a diario por diez euros con noventa de entre los que escogemos seis primeros y seis segundos y nos incluye el postre, el pan, el agua, el vino, el café y hasta la gaseosa. ¿Qué más se puede pedir? Eso sí, donde realmente nos jugamos los ‘cuartos’ es en la carta, donde la mayoría de productos proceden del principado uniprovincial: Chorizos a la sidra, tortos de picadillo con huevo, tortos y morcilla matachana, lacón con cachelo, callos, rabo de toro, potajes... y mención especial a las patatas cabrales. De corte casero y salsa sublime. No pedirlas está sancionado por el código penal. Y llegamos al quid de la cuestión.
Póngase más serio que en la lectura de un testamento porque el cachopo es cosa solemne. Ioan lo apuesta todo a ese trozo de carne rebozado en el que podemos escoger de entre doce tipos distintos de rellenos: cecina y queso de cabra; membrillo con cabrales; sobrasada, queso y miel; chorizos a la sidra y queso; o el clásico jamón serrano y queso són algunos de los ejemplos a encontrar.
Del tamaño del ego de un argentino después de ser campeón del mundo de fútbol, y acompañado por patatas y pimientos, sin duda para compartir entre dos o tres personas si no se quiere salir rodando. De postre, si es que aún le queda un ‘foradet’, los caseros arroz con leche y tarta de queso.
Dirección:
Calle Unió 38, Tarragona
Teléfono/Web:
www.elencuentroasturiano.eatbu.com
Lunes a jueves mediodía. Viernes y sábado mediodía y noche. Domingo Cerrado
634 75 85 07