De ruta por Tarragona: La tierra de las nieblas

Sierra de la Mussara y Els Motllats. Gobernada por este fenómeno meteorológico, es un paraje que sirve de escenario de las guerras dinásticas del pasado siglo XIX

12 septiembre 2024 10:58 | Actualizado a 12 septiembre 2024 13:10
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Cuando las masas de aire húmedo de la Costa Daurada ascienden por los acantilados de las Muntanyes de Prades, se genera la característica niebla que envuelve la sierra de La Mussara y Els Motllats. Este fenómeno meteorológico es tan frecuente y conocido que los habitantes del Camp de Tarragona le han dado varios nombres propios, entre los que destaca «La Peluda». Anton Agustench, uno de los últimos vecinos de La Mussara, recordaba en su libro Records de La Mussara lo molesta que podía ser la bruma, llegando a impedir reconocer a una persona a diez metros de distancia. En la ruta de esta semana, nos adentraremos en uno de estos parajes insólitos gobernados por la niebla: una sierra que sirvió de escenario de las guerras dinásticas del pasado siglo XIX.

Dificultad de la ruta

Determinar la dificultad de una ruta ya es de por sí una dificultad. Por suerte, existen escalas de graduación que establecen la dureza a partir de factores observables. El Método SENDIF, creado por la Taula de Camins de l’Alt Pirineu i Aran, sostiene que la dificultad de un itinerario de senderismo depende, por una parte, del esfuerzo físico que este supone y, por otra parte, de los obstáculos del camino. Desde el punto de vista de la dificultad física, esta ruta es de dureza moderada por sus 7 kilómetros de distancia y 196 metros de desnivel positivo o subida, resultando en una ruta de unas 2 horas de duración. El tramo más demandante, así como el más complejo desde el punto de vista técnico, es el que va de desde el punto de inicio hasta la urbanización de Els Motllats. Esta porción del trazado, donde destaca la cima de Puig Pelat, recorre una senda poco transitada en la que es fácil que nos salgamos de la ruta.

La alternativa difícil, categorizada como muy exigente según SENDIF, requiere una buena hidratación y alimentación a la luz de su notable distancia y desnivel positivo. Las pendientes pronunciadas serán una constante, por lo que es de capital importancia utilizar los bastones de senderismo para aliviar la posible fatiga.

En la opción fácil, estacionaremos en las inmediaciones del Camí dels Motllats, cerca del kilómetro 19 de la TV-704, respetando las normas de tráfico y procurando que nuestro vehículo no obstaculice el acceso a la pista forestal. En la opción difícil, aparcamos en Vilaplana, en concreto en el Aparcament la Planeta, ascendemos al despoblado de La Mussara por el Camí de les Campanilles y nos unimos a la ruta justo en la Creu del Pastor Nogués.

Retomando la opción fácil, caminamos por la pista forestal, que coincide con el Gran Recorrido (GR 65.5) de marcas blancas y rojas hasta la Creu del Pastor Nogués, donde un cartel indica el Coll del Tipasso. En el lugar giramos a la derecha por el GR 7 hasta que podamos hacerlo a mano izquierda rumbo a Puig PelatPelat: la bifurcación está señalizada con una baliza. De este modo advertimos la urbanización de Els Motllats, cuyas casas veremos de camino a la Creu Trencada. En dicha cruz retomamos el GR 65.5 que nos llevará de vuelta al coche. El itinerario dibuja una suerte de círculo; de hecho, este mismo recorrido es el que anuncia el panel informativo que hay en la entrada de la pista forestal de la antigua urbanización residencial de Els Motllats. De estar haciendo la opción más complicada, emprendemos el descenso a Vilaplana por Les Tosques.

Ecos del pasado

La Serra de Els Motllats tiene una extensión de 6 kilómetros de largo y 3 de ancho y está rodeada en su mayoría por riscos. Sus rasgos característicos son su sequedad y escasa vegetación, atributos que conforman un paisaje que destaca poderosamente entre los que se encuentran en las inmediaciones, como el del valle del río Brugent. Entre quienes supieron apreciar su singularidad están los vecinos de una urbanización de segunda residencia llamada de igual forma que dicha sierra. De acuerdo con Ramon Amigó en su libro La Mussara, un vell afecte, en 1973, un empresario se encargó de retirar la vegetación, abrir las calles y edificar entre 5 y 6 casas. Sin embargo, la empresa fracasó, quizá por su manifiestamente difícil acceso, la falta de agua o el clima de esta bonita sierra.

La creu trencada

La cruz de hierro que encontraremos fue reconstruida por uno de los propietarios de la urbanización, tal y como apunta el título Per les serres de Prades i el Montsant, de Antoni M. Casas i Ferrer. En el libro publicado en 2004, el autor describe la casa que salta a la vista por su elemento más singular, un fantástico ciprés de piedra que podemos ver durante la primera mitad.

Opción fácil

Distancia: 7 kilómetros

Desnivel positivo: 197 metros
Duración: 2 horas

Dificultad física: Moderada

Opción difícil

Distancia: unos 19 km.

Desnivel positivo: 850 m.

Duración: unas 6 horas

Dificultad física: Exigente

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