En 2010 impulsó un proyecto radiofónico en Sierra Leona para a través de las ondas llegar a miles de personas de aldeas y transmitir consejos de salud, higiene e impulsar la reconciliación. Yasmina Cánovas, de El Vendrell, máster en conflictos internacionales por el Barcelona Centre for International Affairs, ha escrito una trilogía sobre la fuerza de las mujeres para cambiar el mundo.
Ha presenciado esa fuerza.
Desde la de lideres femeninas que han movilizado a sociedades a la de mujeres en su día a día. Y la de la unión que ha permitido parado guerras.
Explica que la revolución activada en Irán estaba anunciada.
Hace diez años estaba en Liberia en unas conferencias sobre democratización y procesos de paz. Fuimos a un concierto de hip hop de Takun J. En el escenario había una mujer que era la manager. Era de Irán. Quise conocerla. Ya anticipó que las mujeres se iban a levantar.
Liberia era un ejemplo de esa reacción.
La mujer estaba activada. Había dos premios Nobel de la Paz. La presidenta Ellen Johnson Sirleaf y la activista Leymah Gbowee. Decidí hacer un libro sobre los movimientos femeninos.
¿Están muy extendidos?
Tras África los encontré en Beirut, Oceanía, Costa Rica, Myanmar, México... Hay muchas iniciativas impulsadas por mujeres. Puede haber una cabeza visible, pero sin la implicación del colectivo es imposible. Con esos personajes escribí Muta.
Muchas de esas luchas quedan silenciadas.
Lo establecido teme que las mujeres se junten. Y se ha olvidado que la mujer ha transmitido a lo largo de generaciones el legado cultural, los valores, dónde plantar, cómo organizar la familia. Su unión y su implicación es muy potente.
Pueden parar una guerra.
Ocurrió en Liberia en 2003 y en Sudán en 2014. Un grupo de activistas por la paz pidieron a las mujeres que hiciesen huelga de sexo hacia sus maridos hasta que solucionasen los conflictos. El activismo de estas mujeres acabó con el conflicto liberiano y con la guerra y Laymah Gbowee recibió el Nobel de la Paz en 2011.
Hubo una segunda parte para su libro: ‘Renace’.
Porque ver el ejemplo de quien encabeza los movimientos de ese calado puede hacerte pensar que no todo el mundo es capaz. Y en cambio cualquier acción en el día a día puede lograr objetivos. ‘Renace’ es el de la lucha de cualquier mujer de manera silenciosa en su día a día.
Y con amenazas.
Aborda desde sumisión química al fenómeno de las manadas.
Coincidió con la superación de un problema de salud.
A causa de la Covid tuve un problema neurológico tras vacunarme en Indonesia. Apenas podía caminar. Tuve que volver a aprender a escribir, a hablar... Tras cinco meses en cama un día dije: correré la maratón de Barcelona. Cuando llegué al kilómetro 20 fue una emoción.
Y la llevó al libro.
Como ejemplo del esfuerzo que millones de mujeres en todo el mundo mantienen en su día a día. Es lo que transforma la sociedad. Y lo hacen en silencio, pero su lucha es imparable.
¿Habla de feminismo?
Hablo de luchas femeninas. De personas que trabajan por la igualdad de derechos. Me gusta las cosas que suman, no las que restan. La igualdad vendrá de la normalización, no de la diferenciación.
¿Está mal entendido el feminismo?
Creo en los movimientos sociales compartidos. Integrativos.
El tercer libro de la trilogía lleva el nombre de ‘Vive’.
Comparte personajes con los otros libros. En Vive una mujer propone soluciones para el drama de la persecución de la etnia rohinya en Tailandia.
Necesarios movimientos femeninos, de refugiados... ¿Tenemos solución?
Hay que realizar acciones atendiendo a la realidad de cada zona. Las mujeres de Sierra Leona deben convencerse ellas mismas de acabar con la ablación.
Intentamos abordar soluciones desde una visión occidental.
Hace años ayudamos a un niño soldado. Tenía 10 años. Años después llegó a un hospital porque le habían dado una paliza y nos pidió ayuda porque antes le habíamos ayudado. Le dijimos que entonces lo hicimos porque era un niño. ¿Sabes qué contestó?
Diga.
Que cuando le ayudamos no era un niño. Era un hombre. Había superado las pruebas de hombre. Hay que entender las situaciones en su realidad para hacerlo de forma correcta. No hacerlo desde un concepto occidental, capitalista acomodado y con nuestra visión.
La trilogía puede solicitarse en el web de la autora www.yasminacanovas.com.
«Las mujeres de Liberia hicieron huelga de sexo hasta que se solucionase el conflicto. El activismo de esas mujeres acabó con la guerra»
«Hay que entender las situaciones en su realidad para hacerlo de forma correcta. No mirarlas desde un concepto occidental»